EXTRA 1: ESCENA ELIMINADA

Lo que verás a continuación es una escena eliminada por lo que no es canon y no afecta en nada la continuidad de la trama de la saga.

Creciendo entre demonios parte A. 

Capítulo 21.

—Te juzgué mal —comentó Jace apenado.

—No me digas —contestó con sarcasmo—, creíste que iría con mi mejor amiga a decirle que salgo con un hombre lobo, ¿no?

—Lobo —le corrigió.

—¿Ah? —lo vio confundida.

—Los que tienen ADN de licántropo por nacimiento son lobos, los que fueron mordidos se les llama hombres lobos —explicó el rubio—. Y sí, creí que…quiero decir, no confío en los humanos cuando saben nuestro secreto.

—Yo nunca le haría daño a Liam ni a alguno de ustedes…

—Ahora lo sé, es solo qué…mi familia, la de Mason, ellos fueron asesinados por humanos, humanos como tú —confesó con su voz rota y algo de enojo—, esta cicatriz la tuve por salvar a mi hermano, ¡él tenía 7 años! —alzó la voz indignado.

La chica lo veía con el semblante triste mientras que él empezaba a tener los ojos llorosos por el dolor que le causaba hablar de aquello.

—Mi hermano tiene la misma edad que tú y Liam, pero aún no es un lobo así que trato de mantenerlo alejado de esto porque no quiero que cometa los mismos errores que yo —apretó sus labios—, así que lo lamento… lamento como fui contigo, pero no puedo confiar en los humanos cuando se trata de esto, porque nada bueno sale de eso —se dio la vuelta para ocultar que estaba llorando.

—Jace… —la luz roja de afuera ocultaba el rostro lloroso del rubio que caminó hacia ella antes de que terminara de hablar.

—No le digas a nadie que te dije esto —susurró cerca de ella —, solo John lo sabe.

—Está bien —susurró viéndolo fijamente.

La chica se alejó lentamente mientras que él se dio la vuelta para poder soltar el dolor de su recuerdo sin que nadie pudiese verlo, sin embargo, la chica aún no se iba y nuevamente se acercó a él lentamente para recargar su rostro sobre el hombro del chico y sujetar sus brazos con las suaves manos de ella, como si de un abrazo por la espalda se tratase.

El rubio inmediatamente sintió la cercanía de la chica, pero no le dijo nada ni tampoco se movió.

—Lo lamento mucho —murmuró ella con tristeza pegada al cuerpo de Jace—, ahora puedes confiar en mí… lo prometo.

Jace no sabía que más podía decirle y cuando iba a decirle lo primero que pasó por su mente, la chica lo soltó suavemente para no distraerlo de sus pensamientos y se alejó con calma para irse del lugar.