Capitulo 8

Capítulo 8

 Gracias a los medicamentos que paula la madre de paola me esta dando me siento mejor, y gracias a Dios dejaron de hacer preguntas.

        Hoy saldría con sebastián no estoy segura de esto, si Jhon se entera serán peor las cosas para mi.

         Pero por otro lado el tiene algo que me hace querer estar junto a él, que me hace sentir segura además como decirle que no a esos hermosos ojos miel que tiene.

         Ya estoy casi lista pao me tiene loca ayudando me, llevo un pantalón ceñido de tubo negro, una blusa del mismo color y un cinturón dorado con unas botas de suela plana, después de probar varios peinado decidí llevarlo suelto, me maquille y listo.

         Pao y yo bajamos al jardín, y él ya estaba ahí, con unos vaqueros azules, una camisa cuello V negra y una chaqueta de cuero del mismo color.

          Al vernos sonreímos.

---Awwww, que bellos están conectados–- dice pao con una sonrisa cómplice.

----Te ves hermosa–- me dice sonriendo como me encanta.

         Y no puedo evitar sonreír.

--– Tu no estas nada mal–- le digo mientras me pierdo en esos profundos ojos color miel.

---Vamos-- me tomó de la mano hacia una camioneta 4x4.

         Me abre la puerta como todo un caballero, yo subo y me despido de Paola con la mano mientras él toma su puesto como piloto.

         El pone en marcha la camioneta, y no puedo evitar  sentirme nerviosa, es como si una corriente me jalaba, intento mirar el paisaje hasta que no lo resisto.

---¿A dónde vamos?–- preguntó con obvia curiosidad.

---Es una sorpresa–- me guiña un ojo y sigue mirando el camino.

---¿Alguna pista?-- lo vuelvo intentar.

---No –-  sigue mirando el camino.

---Oye, vamos....por lo menos estoy bien para la ocasión-- pregunta haciendo puchero.

--- Así estas perfecta–- y me da su sonrisa baja bragas.

         Él detiene la camioneta, y yo lo miro interrogante, estamos a la mitad de la nada....hay Dios y si es un asesino en serie o algo así.

         Lo miro desconcertada ,da la vuelta a la camioneta y abrió mi puerta.

--- Lo demás hay que hacerlo a pié, esperó que no sea problema–- me dice apenado, rascando su cuello.

         Cómo pude pensar que alguien tan tierno es un asesino en serie.....aunque quizás esta fingiendo.... Y estoy loca ya que le doy la mano para bajar y le sigo.

          ¡¡¡Que!!!! no me juzguen tampoco me voy a quedar sola en medio de la nada.

---¿Confías en mí ?--dice mientras me mira fijamente.

---Si –- ves que estás loca no lo conoces.

         Él sonríe y todos mis miedos se van, se coloca detrás de mí, coloca una mano en mi cintura y la otra en mis ojos.

---Yo te guiaré, no dejare que nada te pase-- susurra a mi oído y un escalofrío placentero recorre mi espalda.

         Empezamos a caminar con cuidado y no puedo evitar morder mi labio inferior de verdad tengo que dejar de hacer eso, estoy nerviosa con la curiosidad a dónde me lleva, pero más que nada no puedo dejar de pensar en lo cerca que está, en el calor de su cuerpo, en su mano en mi cintura, siento una corriente en todo mi cuerpo.

--–Llegamos estás lista-- vuelve a decir a mi oído, este chico va hacer que me de un paro cardíaco.

         Asiento con la cabeza ya que mi cerebro no puede conectar una frase en mi boca.

         El quita su mano de mis ojos y quedó impresionada con la hermosa vista estamos frente a un hermoso lago , del  cual fluye tres cascadas, el agua es cristalina y aquí todo es tan verde es sumamente hermoso.

--– ¿Te gusta? –- pregunta preocupado.

          Le dedico una sonrisa sincera.

--–  Es hermoso.

--– Como tu --dice sin dejar de verme.

         Mi corazón quiere salirse de lo rápido que va y se que mi cara tiene que estar roja.

--– Ven –- toma mi mano y me guía a una manta colocada cerca de la orilla.

--- Un picnic --le digo sonriente, intentando calmar mi corazón.

---Te aclaro yo no cocine, fue mi hermana –- dice mientras nos sentamos.

         Empieza a revisar la canasta.

--– A ver aquí hay sándwich, hay ensalada, fresas, ¿que te gustaría? –- pregunta con cara de niño.

---Creo que probaré el sándwich –- y él sonríe aún más si eso es posible.

         El me lo pasa, y saca uno para después sirve zumo de naranjas en unas copas que sacó de la canasta las cuales son hermosas y plásticas ingeniosas.

---Esto esta muy bueno-- le digo.

---No tienes que fingir si no te gusta, se que quizás este no es tu tipo de cita pero este es mi lugar favorito y quería compartirlo contigo.-- dice mirando su comida.