Creí que no te volvería a ver

PARTE 8

WingzemonX

APPLEDASH I

Creí que no te volvería a ver

PARTE 8

¿Cómo es que todo había llegado a ese punto? ¿Era algo que irremediablemente tenía que pasar?, ¿podría haber hecho algo diferente para cambiarlo?, ¿habría tenido algún sentido intentarlo siquiera? Su amiga... O más bien, la persona que tal vez sería más digna del título de su "mejor amiga", un día la besa de improviso, y al siguiente cuando le pide... o más bien le exige una explicación, le grita que le gusta; no sólo que le gusta, sino que le "gusta mucho". ¿Qué decir en un momento como ese?, ¿qué hacer en un momento como ese? Applejack no tenía nada cercano a una verdadera respuesta en su cabeza cuando dicha situación se presentó ante ella; cuando Rainbow Dash, estando sobre ella y mientras le sujetaba con fuerza su camisa, le había gritado esas palabras tan fuerte y claro, que no había dejado lugar alguno para un malentendido.

Y ahí estaban ahora, en el único lugar al que se le ocurrió que podían ir a conversar, o al menos intentar hacerlo, luego de tal escena: una cafetería. Ambas chicas de Ponyville entraron al establecimiento, totalmente mojadas tras caerse en la fuente, además de llenas de tierra y lodo tras revolcarse en el suelo, y con sus cabellos desaliñados tras todo lo anterior. Intentaron ignorar las miradas curiosas de aquellos que notaban su resaltante apariencia, y de aquellos que habían presenciado el penoso espectáculo que acababan de dar en media plaza. Fueron directo a una mesa cerca de la ventana, y se sentaron una frente a la otra. Ninguna pronunció palabra alguna.

La mesera se les acercó, actuando con la mayor normalidad que la situación le permitía, y les tomó su orden; cada una prácticamente pidió lo primero que se le vino a la mente. Cuando la mesera se fue volvieron a quedarse solas, de nuevo permanecieron en absoluto silencio. Pasaron tal vez diez minutos antes de que la mesera volviera con su pedido.

- Aquí tiene, Capataz Apple. – Pronunció la mesera con una amplia sonrisa, colocando frente a cada chica lo que había ordenado. – Una malteada de manzana, con crema para usted, y un pie de cereza para su amiga. Qué lo disfruten.

- Gracias. – Agradeció Applejack de manera seca.

Rainbow Dash miró de reojo a la mesera mientras se iba. Cuando al fin estuvieron de nuevo solas, se volteó hacia Applejack, y le sonrió de forma un poco tímida.

- Capataz Apple, ¿eh? – Mencionó, repitiendo la forma en que la mesera se había referido a ella. – Se ve que ya eres reconocida en este lugar.

- Miss Cherry Jubilee es la reconocida, a mí sólo me conocen por ser su empleada. – Comentó sin alzar su mirada, al tiempo que jugaba un poco con la pajilla de su malteada. – Bueno, y creo que el rescate de Pinkie Pie y tuyo de ayer también ayudó un poco a que supieran quién soy.

- Ah, Sí. – Rainbow se apenó un poco al recordar lo de ayer, cuando el caballo de Pinkie Pie se había vuelto loco, y se la había llevado a ella arrastrando en el proceso. – Gracias por eso de nuevo, por cierto...

Applejack no respondió a su gratitud. Unió sus labios a su pajilla, y comenzó a sorber lentamente su malteada. Rainbow, algo incómoda por la situación, empezó a comer de mala gana su pie.

No estaba segura de qué tanto estaba pensando su amiga en esos momentos. ¿Estaba enojada?, ciertamente lo parecía, ¿pero era sólo eso? ¿Estaba triste quizás?, ¿confundida? ¿Aún podría decirle que todo fue una broma o tal vez ya era demasiado tarde para ello? Aunque sonara extraño, una parte de ella se sintió realmente aliviada de al fin poder decirlo. De no haberlo hecho, ¿qué hubiera pasado?, ¿se hubiera ido a Ponyville tranquila dejando ese asunto sin terminar? Lo más seguro es que no. Por supuesto, hubiera sido mucho mejor hacerlo si una pelea de llaves por la plaza del pueblo de por medio, pero así lo había querido ella; siempre prefiriendo el modo difícil. Y claro, igualmente hubiera sido mejor si la reacción de Applejack hubiera sido distinta, y no esa situación tan embarazosa en la que se habían metido.

- Bien, ¿y entonces? – Escuchó que Applejack decía al fin luego de un largo silencio.

- ¿Y entonces qué?

Applejack volteó a verla con expresión de molestia ante su pregunta. Rainbow Dash se asustó un poco al ver sus ojos verdes formando ese gesto, casi intimidante. Había visto a su amiga molesta antes, pero eso era diferente.

- Dime la verdad. – Le dijo con firmeza. – Lo que dijiste hace un rato, ¿era enserio?



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En el texto hay: my little pony, apple jack, rainbow dash

Editado: 12.04.2018

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