24- Dios y Diosa

Estoy caminando con Ksur por el bosque. Según me ha dicho mi progreso fue un éxito pero que por poco y le mato. Tengo que tener mas control sobre mis habilidades, siempre llega un punto en el cual yo no las domino a ellas, sino que ellas me dominan a mí. Aun no comprendo al cien por ciento pero me dicen que he evolucionado muy rápido. He logrado mucho en más de un mes, muchos recuerdos. Es hermoso lo que se puede llegar a recordar. Pero también siento como si dentro mío hubiese un punto oscuro que no llego a ver con claridad.

Alcé la vista y pude observar como, a lo lejos, Aztri transformaba el agua de un estado a otro. Aztri es una elemental espectacular, puede dominar dos elementos: agua y fuego. Eso significa que es muy hábil. Normalmente los Elementales sólo dominan un elemento, lo que pueden dominar más de uno son considerados una especie de genios.

Es interesante lo diferente que pueden llegar a educar a un mismo pueblo sólo por su raza. A los Veltros los educan para pertenecer a la realeza, siempre educados y certeros, a los Imponentes sólo los enseñan a ser ellos mismos. La diferencia evita de los Imponentes crezcan y que los Veltros disfruten la vida.

Ésto tiene que cambiar, no sólo por los Imponentes, sino también para los Veltras. Ellos tienen que vivir sus vidas como gente normal.

-Sabes, si todo sale bien también quiero que sea diferente para los Veltros.- digo en voz alta, como si Ksur hubiese escuchado mis pensamientos anteriores.

-¿Diferente en que sentido?- pregunta mirándome con una sonrisa.

-Diferente, que puedan vivir como alguien normal, y no como personas super educadas y correctas.- se detiene a mirarme unos segundos, me mira con ternura, como si tuviese pena de mi. Avergonzada agaché la cabeza.

-Eso es muy dulce de tu parte, pero dudo que a los Veltros les guste no ser de la realeza. Simplemente no se adaptarán a la idea.- posa su dedo índice y pulgar en mi mentón y hace que alcé la mirada- aún así tienes un lindo corazón, nunca te olvides de él cuando seas reina.

-¿Tengo que ser reina yo?- le cuestiono mientras seguimos caminando.

-Eres mas poderosa que tu hermano, lo correcto sería que fueses la reina ¿no?

Llegamos junto a Aztri en la playa, a su lado, y algo escondido de la vista, está mi hermano mayor. Supongo que tengo que ser reina, pero no se como dominar a un pueblo, ni siquiera se como dominarme a mi misma. Quiero que mi raza sea libre, pero ser reina es algo que no va conmigo.

-¿Qué estás pensando?- escucho la voz de mi hermano dirigirse a mi. Lo miro sin saber que decir.

-Sólo estábamos hablando de algo que la dejo así- responde Ksur por mí.

Mi hermano desvía la mirada de mi a Ksur. Sus ojos están clavados en él.

-¿Hiciste algo?- pregunta con cautela, con miedo de ser escuchado por alguien mas que no sea Ksur.

-No- respondo poniéndome frente a mi hermano- A ver Chris ¿que sucede contigo? ¿por qué te pones así cuando estoy a solas con Ksur?

Mi hermano toma de mi mano y me aleja unos cuantos metros de los demás.

-Eres mi hermana menor, con Ksur es casi imposible saber nada. No se si le gustas de verdad, y hasta no verlo demostrado no dejaré que se acerque a ti.- mi hermano es todo un protector.

-Pero Ksur es tu mejor amigo, deberías conocer sus intenciones ¿no?- cuestiono pasando mi mano por su mejilla.

-No es tan simple, Ksur no deja expresar lo que siente tan facilmente. Si te dijo que le gustas es algo muy extraño para mi, quiero asegurarme de que sea así.

Mi hermano acaba de plantar la semilla de la duda en mi, ahora no se si le gusto o no. ¡Oh por todos los cielos! ¿por qué tiene que ser tan confuso?

-Sólo para que lo sepas- digo mirando a los ojos color carmesí de mi hermano- estábamos hablando de cuando sea reina.

-Seremos reyes hermanita, ambos.- dice mi hermano posando su mano derecha en mi hombro.- hablando de eso; tenemos que volver a la Grieta.

Mi hermano tomó de mi mano y me condujo hasta el puerto, haciendo una señal a sus espaldas para que Ksur y Aztri nos siguieran. Llegamos al barco y, una vez dentro de una de las habitaciones, mi hermano procede a hablar.

-Tenemos que volver a la Grieta.

-Abihail aún investiga si es seguro- dice Ksur mirando al suelo.

-No podemos esperar a vuelvan sus tripulantes, tenemos que actuar ya.

-Perdón por interrumpir- dice Aztri alzando el dedo.- pero creo que seria prudente hacer el hechizo aquí, y ni esperar a llegar allá. ¿o acaso ya saben como abrir la Grieta?

-Aztri tiene razón- digo analisando la situación- en caso de que sea peligroso tendremos que entra y salir lo más rápido posible.

-No se diga más.- mi hermano se sienta en el suelo con las piernas cruzadas, entiendo lo que quiere hacer así que hago lo mismo.

-Yo sigo en desacuerdo con esto, la ultima vez salió mal- dice Ksur algo molesto.

Mi hermano y yo le ignoramos y seguimos en lo nuestro.

De nuevo en esta habitación blanca, de nuevo tomada de la mano de mi hermano. Caminamos unos cuantos pasos sin decir nada, es algo incómodo sabiendo lo que paso la ultima vez. Mi hermano toca uno de los portales con la yema del dedo. Estamos en el bosque, y de repente veo a esa mujer, veo a mamá,  su hermoso pelo, sus hermosos ojos.