25 - La Carta

Nos escabullirmos por el valle de forma cautelosa. Abihail nos esta acompañando por precaución,  Aztri se quedo con Ksur en el Barco, entre menos seamos mejor, más rápido saldremos de aquí.

Según informantes de la tripulación de Abihail, algunos Imponentes que trabajan para el reino rodean la zona. 
Al parecer estaban informados de que el lugar es importante, aunque no saben porqué.

-Bien Cresendia dice Abihail mirando al prado.- ¿Cuantos puedes sentir?- intento concentrarme lo más que puedo en sentir.

-En un diámetro de veinticinco metros, unos cinco hombres.- digo mientras siento sus corazones latir.- uno detrás de ese árbol- digo apuntando con el dedo.- los demás no están tan cerca.

Caminamos lo más sigiloso posible, es un poco complicado utilizar mi habilidad al mismo tiempo en que camino, normalmente la uso cuando estoy estatica, pero al menos me sirve de práctica.

Casi por magia llegamos a la entrada de la Grieta, mi hermano y yo cruzamos miradas cómplices mientras que Abihail observaba que no se acercase nadie.

-¿Lista?- pregunta mi hermano-Sol y luna juraron amor eterno.- dijo poniendo su mano sobre la roca.

-De testigos están el cielo e infierno.- dije yo colocando mi mano sobre la roca también.

-Diosa, Dios, por siempre cruzados, estés en contra o de nuestro lado.- decimos al unísono, tal y como en el recuerdo.

El suelo bajo nuestros pies tembló un poco y un crujido se hizo presente, la Grieta empezó a abrirse frente a nosotros. Al principio era un poco oscura, pero al cabo de unos segundos se iluminó sola, su interior era hermoso, estaba iluminado por unas flores que desprendían luz de diversos colores. Era un espectáculo digno de ver.

-Será mejor que entren, yo me quedare aquí cualquier cosa.- dice Abihail y yo soy la primera en dar un paso dentro de la cueva.

Hay muchos cajones dentro, y al parecer algunos contienen papeles importantes. Abro uno de los cajones y saqué uno de los papeles.

-Es mejor leer esto a detalle, dile a Abihail que entre, hay que cerrar la Grieta- digo dirigiéndome a mi hermano, el asiente con la cabeza y sale en busca de Abihail. Al cabo de unos minutos ellos entran y la cueva se cierra.

Son tantos papeles, no se por donde empezar. Abro el expediente que tengo en mi mano y empiezo a leer:

Harly Doson, siglo cuarto del segundo consejo.

Los consejos de Veltros se renuevan cada ocho siglos, y actualmente estamos en el siglo tercero del decimocuarto consejo, sigo leyendo.

El señor Doson mostró una conducta indecente frente al consejo, exigió que los Imponentes también deberían formar parte del mismo. Fue mandado a una nueva zona de aislamiento, es llamada Inframundo. Ahí en ese lugar, aislado de los demás, sus ideas de liberalismo no podrán ser escuchadas por nadie.

Esto es horrible, desde el inicio están oprimiendo al pueblo. Tome otro expediente entre mis dedos y lo hoje.

Monica Fernesto, quinto siglo del octavo consejo.

La señorita Fernesto cuestionó el hecho de que habían más trabajos dignos para los Veltros que para los Imponentes, es madre soltera. Su hija Terra Fernesto será asignada a una madre sustituta. En cambio Monica esta condenada al Inframundo.

Expediente tras expediente todo se ponía peor, me pregunto cómo nuestra madre pudo recolectar todo ésto ella sola.

Tomé otro expediente en mis manos y esta vez de él cayó una hoja suelta al suelo, la letra me resultaba familiar. Tomé el papel entre mis dedos y me apresuré a leerlo. Esto es...

Mi mente se queda en blanco algunos segundos, no se como debería reaccionar ante esto que acabo de leer. Tomo mi tiempo para procesar la información. Abrí el expediente del cual salió la nota y quede totalmente pasmada, esto no puede ser real.

-Chris- llamé a mi hermano que debería estar en alguna parte de la cueva.

-¿Encontraste algo?- dijo mi hermano.

-La pregunta sería ¿qué no encontró?- dijo Abihail, me había olvidado de ella. Rápidamente oculté el papel en mi pantalón.

-Tenemos que hacer públicas todas estas evidencias, el pueblo debe saber esta opresión- digo. No quiero mentarle sobre mi otro descubrimirnto, no, eso no puedo hablarlo com Chris.

-¿Quieres hacer una rebelión?- dice Abihail enarcando una ceja.

-Sí, esa podría ser nuestra oportunidad para empezar la guerra.

Mi hermano se acerca hasta mi y deposita un suave beso en mi frente con mucha ternura.

-Por eso te amo, siempre has sido brillante. Recojamos todo lo que se pueda y saquemoslo de aquí.

Tomamos muchos expedientes en nuestras manos y algunos en la mochila que Abihail había traído con ella.

Al momento de salir de la Grieta mi hermano y yo volvimos a recitar el hechizo juntos, para que esta se abriera, pero sorpresa nuestra fue cuando afuera nos esperaba un Veltro, nunca lo había visto en mi vida, pero el también se veía sorprendido de vernos, como si nos hubiese encontrado por casualidad.