—¡Ya está! Con ayuda de Cisco y el Profesor Stein, hemos logrado que la Waverider pueda viajar entre Tierras —habló emocionada Samantha, la nueva chica del equipo.
Ray Palmer miró maravillado a su novia y se acercó a ella para verificar lo que había dicho.
—¿Más trabajo? Paso —dijo Mick pasando a un lado con una cerveza en mano.
—¿De verdad, Mick? Ahora tenemos la posibilidad de salvar personas en todas partes del multiverso, ¿o a caso vamos a dejar que haya más lugares como Tierra -X? —le respondió Samantha algo molesta.
—Sam tiene razón. Además, no sabemos hasta qué punto arruinamos la historia cuando derrotamos a la Legión. Tal vez hubo daños en otras Tierras —salió Sara a defenderla, realmente le parecía una muy buena idea.
Peligro. Peligro. Peligro. Peligro.
De un momento a otro Gideon apareció en color rojo y era lo único que decía.
—Wow, eso fue rápido —habló Ray.
—¿Qué pasa, Gideon? —preguntó asombrado Jax, pues en todo el tiempo que llevaba en la nave, nunca vio a Gideon ponerse de color rojo.
Se han detectado terribles daños por todos lados. Gente de todo el multiverso está desapareciendo.
—¿Pero cómo puede ser esto? —preguntó Sara, igual de preocupada que el resto.
No tengo información del por qué, Capitana Lance. Pero puedo asegurarle que nunca habíamos tenido una situación de tal magnitud.
Comenzó en Tierra 24, ahí hay dos hermanos que son muy conocidos en los Estados Unidos por escapar de prisión constantemente, aunque son inocentes. La esposa y el hijo de uno de ellos desaparecieron y luego ya no hay rastro de ninguno. Son importantes en la historia.
—¿Cuáles son sus nombres? —volvió a preguntar Sara.
Me temo que todavía no tengo información sobre los hermanos.
Pero aquí registra que la esposa es Sara Tancredi y su hijo Michael Jr. Scofield.
—Está bien, Gideon —respondió Sara mientras se dirigía al asiento del capitán—. Ahora llévanos al lugar donde todo comenzó.
Tomando curso a
Chicago, Illinois, 2018.
—¿Cuál es el problema? Todo luce normal... —dijo Sara extrañada mientras se acercaba a una casa. Cuando de pronto, salió alguien con aspecto muy familiar—. ¿Mick?
—¿Pero qué rayos...? —el hombre dejó la pregunta al aire, ya que alguien lo había golpeado por detrás.
—¿Por qué lo golpeaste? —preguntó molesta Sara.
—Podría ser mi doble malvado —respondió Mick con simpleza y se alejó un poco del lugar.
Sara alzó una ceja y negó con la cabeza.
—¿Quiénes son ustedes? —preguntó otra persona acercándose. Éste tenía la cabeza rapada, aunque aún así el poco cabello que tenía se le veía en un tono plateado, y sus ojos eran de un color azul intenso, lo que le daba un aspecto frío.
En cuanto vio al hombre tirado en el suelo, se agachó preocupado para revisar si estaba herido.
—¿Snart? ¿Por qué no me sorprende que ustedes dos estén juntos? —preguntó divertida Sara, pero dejó de sonreír al ver la seriedad del hombre frente a ella—. Estamos aquí para ayudar.
—¿Ah, sí? ¿golpeando a mi hermano? —preguntó con desdén.
—Wow, ¿Mick es tu hermano? ¡Eso sí que no me lo esperaba! —exclamó Ray acercándose.
El extraño volteó a ver a Ray, el cual traía el traje de Atom.
Decir que estaba asombrado era poco, su cara estaba de mil colores, trataba de decir algo, pero sus palabras sólo salían como balbuceos.
Sara sacó el mismo aparato que usó Rip cuando los secuestró para reclutarlos y apretó un botón.
—Bueno, al fin pasó. Me convertí en Rip —dijo Sara para después hacerles señas a los demás para que metieran a los dos hombres a la nave.
Ya estando en la Waverider, los dos hombres no tardaron mucho en despertar.
En cuanto despertó el doble de Mick, se dirigió a Ray, ya que fue la primera persona que vio, y lo tomó de la camisa con la intención de golpearlo.
—¿A dónde nos han traído? —preguntó muy enojado y abriendo mucho los ojos, lo cual lo hacía lucir un tanto aterrador.
—¡Es un lugar seguro, no queremos hacerles daño, sólo queremos ayudar! —habló rápidamente Ray, levantando su manos en señal de rendición.
—¡Suéltalo, Mick! —gritó Sara acercándose, pero al ver su error se corrigió—. Digo, quien quiera que seas, suéltalo —dijo mirando fijamente al hombre, hasta que éste soltó a Ray—. ¡Dios, si que se parece a ti! —susurró hacia Mick.
Mick volteó a ver a su doble, ya que sentía su mirada sobre él y su cara reflejaba total confusión.
—Nos enteramos de que personas importantes para ustedes desaparecieron —habló de nuevo la Capitana Lance, dirigiéndose a la mesa de mandos—. Gideon, muéstrales.
Sara Tancredi y Michael Jr. Scofield, desaparecieron hace tres días. Después de eso no se tiene más información de ellos en la historia.
—Esto es muy largo de explicar, pero realmente necesitamos que lo entiendan, porque el mundo está en peligro —continuó Sara—. ¿Alguna vez escucharon sobre la teoría de un multiverso? Bueno, pues es real. Existen Tierras infinitas donde cada uno tiene sus dobles. De ahí que Mick se parezca tanto a tu hermano, porque es él, su doppelgänger.
—¿Eso qué tiene que ver con la desaparición de mi familia? —preguntó ojiazul tratando de asimilar todo.