Diario

Recordaba el encuentro incomodo en el cual no pudo creer que Isaac fuera aquel sujeto que por tantos años le gustó y estuvo enamorada. El día de hoy se dio cuenta que ya no era de su agrado, puesto que al verlo charlar con Yue no lo reconoció. Ya no era aquel hombre que veía muy guapo. Supo que era él porqué escuchó que Yue le dijo:

—“Mira, te está viendo.”

Cuando observó la mirada de Isaac inspeccionándola viró el rostro y minutos después un amigo de su hermano Akira, Yue y por supuesto que de Isaac, se acercó a pedirle su número de celular.

Se impresionó al tener frente a frente a Leroy con un paquete de post-tic y una pluma. (Aunque no perdió detalle de lo mucho que habían cambiado, hasta Akira que ya había perdido la cuenta de la última vez que lo vio.)

«¿Por qué no le pides el número a mi hermano? Sé que se lo darás a Isaac…y fue idea de Yue.» Al darle el número a Leroy, él le agradeció y Lyla volvió a casa muy confundida, tanto que al llegar caminó en dirección al closet de la habitación del primer piso y sacó una caja muy pesada, luego se dispuso a buscar sus diarios viejos. Como eran muchos esperó encontrar el correcto para leer que cosas había escrito de Isaac cuando los dos estaban enamorados.

Tiró al suelo un montón de libretas viejas con pasta color verde, tomó una al azar y leyó la primera página.

9/marzo/2009

Sigo encerrada en la misma habitación desde hace quince días. La novedad es que Corín también enfermó. Los dos tenemos gripe y no es una gripe cualquiera (a menos que la usen de excusa para mantenernos juntos y desinformados.)

Hemos estado en cama con mucha fiebre y frio…No recuerdo quien nos está atendiendo. Hace una semana encontramos un libro muy viejo, extraño e infinito, (por más que le damos vuelta a las páginas no le vemos el fin.) No he escrito nada hasta el día de hoy porque apenas detuvimos la lectura. Tampoco le comentamos a nadie sobre él…Es un secreto.

Los capítulos que leímos de ese libro son perturbadores, no sé con exactitud si lo que está en sus páginas ya pasó hace varios años o está a punto de pasar en el futuro…pero hoy…Corín se dispuso a detener la lectura porque comentó que lo que estábamos leyendo e imaginando era el contenido de un libro prohibido y sí pudimos leerlo, no fue una coincidencia. (Lo encontré en el cajón de la mesita de noche)

Mi hermano está alterado ya que ese libro es de Bale… ¡Es de Bale!

Al terminar de leer esas páginas escritas con su puño y letra, la joven se sorprendió. Lo re leyó por lo menos tres veces.

  —¿Leímos el libro de Bale? ¡Debería estar muerta! ¡En esa fecha ni siquiera le hablaba a Corín! ¿Cuándo escribí esto? ¡Yo lo escribí! —Tomó el diario en una mano y lo apretó con fuerza, para su buena suerte Corín estaba entrando a la casa, por lo tanto, caminó a recibirlo.

—Corín…