Al otro día, Maya y Vhalir cada uno por su parte, están preparados para su boda. Los invitados comienzan a llegar para presentar sus respetos a Maya, que es la primera que los recibe, ella está custodiada por el matrimonio de los Condes Amasías y Rahel.
—Maya, gracias por darme el honor de entregarte junto a mi esposa —dijo el Conde con su refinada forma de hablar—, no sabes los apuros que me hizo hacer Rahel, para vestirme más adecuado para entregarte.
—Solo debías ponerte tu uniforme de gala, no exageres —respondió Rahel a su esposo.
Pero Maya vestida con su elegante traje de novia les dice:
—Gracias Excelencia, me siento muy honrada.
En eso comienzan a llegar los invitados, el primero es Ahmed de Rul"Nar y su familia.
—Felicitaciones Excelencia Maya.
Maya devuelve las salutaciones, le seguirían miembros de la casas nobles menores como los clanes del norte. Seguidamente, llegaría Josías junto a Shauri y saludan a Maya.
—Excelencia, felicitaciones, por cierto, dejó una marca considerable en mi ciudad, ahora la aclaman ─expresó Josías mientras Shauri sonríe.
—Es bueno saberlo Excelencia Josías.
Josías y Shauri siguen para saludar a Vhalir, quien los recibe y los invita a sentarse en sus respectivos puestos, Shauri en tanto, se dirige a su posición como Dama de Honor, detrás de ellos saludan a Maya y a Vhalir respectivamente los representantes de las castas, de las organizaciones civiles del Reino, como las cámaras de comercio, de industrias, y otras personalidades. En eso aparece Enor, que venía solo.
—Mis respetos a la novia —saludó Enor con su particular forma de hablar pero con un tono de evidente hipocresía y suspirando le dice a Maya —: Veo que la entregarán los respetables Condes de Khalaris, ¿usted no tenía padres vivos cierto?
Maya nota el tono de malintencionado pero le contesta con suspicacia:
—Cierto Conde Enor, mis padres no están vivos, espero que averigüe con tiempo adecuado la razón, pero los honorables Condes de Khalaris es una digna familia que me brindó su honor.
─Obvio Excelencia Maya, El Conde Amasías, es de origen plebeyo, es de entender ─susurró el Conde a Maya simulando despedirse, luego saluda a los condes khalarianos y sigue a donde su primo para ser recibido sin mayor comentarios familiares. Pero Maya observa con cuidado como Enor se aleja y él la miraba con disimulada altivez.
«Ya se acostumbrarán» dijo Maya en su mente y en eso escucha la voz de Amasías que le dice a su esposa:
—Ismail no vino al parecer —susurró Amasías a Rahel.
—¡Entiendo que no venga!
—Sería un insulto de su parte —teorizó Amasías quien realmente deseaba que su enemigo político no apareciera.
Pero sin darle credibilidad a sus ojos, la pareja del Conde, Ismail y su esposa Fatimya, aparecieron al final de la fila, caminando firme y ante la expectativa de la vista de todos, siendo enfocados ante las cámaras de los diversos medios, se acercan ante Maya, quien los mira con una sonrisa.
—Excelencia Maya, felicitaciones —dice Ismail como si nada pasara—. ¿Conoce a mi esposa? Es la madre de Shara.
—Un placer Excelencia, sean bienvenidos.
—Felicitaciones, por su boda, Excelencia Maya. —Fatimya saluda un poco seca a Maya.
—Amasías, —exclama Ismail—. No sabía que la novia era tu hija.
A lo que Amasías contesta:
—Me hubiese gustado que lo fuera, pero me dio el honor de entregarla y que ahora ella pueda ser la futura reina consorte, una mujer adecuada al cargo que le espera y a la altura de Vhalir.
El tenso momento se interrumpe cuando Maya les dice:
—Por favor Excelencias, Vhalir los espera, para recibirlo, les hemos reservado sus asientos.
—¡Excelencia! —Se excusa Ismail quien hace una reverencia fingida y toma a su esposa que tenía cara seria y siguen de largo, terminando el tenso momento.
Vhalir recibe rápidamente a cada invitado y el protocolo los ubica a cada uno en el sitio que corresponde, seguidamente, Maya entra al Sanog cubierta en su velo, y se sienta en una elegante silla tipo trono, Vhalir va tras ella acompañada del Conde Daniel que ya había entrado antes con Vhalir, el Príncipe descubre el velo de Maya, que era de tela fina, su vestido era una lujosa túnica blanca y rosa, que cubría todo su cuerpo de pies, a cabeza, aunque dejaba ver su esbelta figura, su cabeza tenía una fina tiara de diamantes y otras piedras preciosas que brillaban reflejando las luces que alumbraban el amplio Sanog, finas pulseras y esclavas de oro que colgaban piedras preciosas adornaban sus muñecas y sonaban sutilmente cuando caminaba. Vhalir por su parte, iba con una elegante túnica blanca de alto acabado, sin turbante que cubriese su cabeza. Maya camina a su lado llevando un fino ramo de flores importadas de Zenobia, las chicas ezrahim de servicio cubrían de pétalos de flores hermosas su transitar hacia el Palo Nupcial. Le seguían el Rey en su silla de ruedas debidamente asistido por sus cortesanos, Maya iba escoltada por los Condes Amasías y Rahel. Detrás de ellos las damas de honor, Shauri y Alina vestidas de rosa, Shauri llevaba el manto y el Conde Daniel, los anillos de oro macizo que previamente los orfebres habían forjado.
La pareja llega al Palo Nupcial, que era un armazón de una fina tela sostenida por cuatro palos de fina madera, El Rey y los Condes, se retiran a una distancia prudente para comenzar la ceremonia oficial.
Gamaliel, el Kohan Superior de Aleshia, comienza a recitar su discurso que sería breve:
—Estamos reunidos para cumplir el compromiso matrimonial de su Alteza, el Principe Vhalir con la Baronesa Maya, este compromiso aunque apresurado, los contrayentes me han dejado ver que es sincero, y los felicito por tomar la decisión de unir sus vidas en el Sagrado Precepto del Matrimonio, contemplado en las Siete Leyes de Vida Tzargariana. Es un paso muy importante, ya que ustedes formarán una familia y serán las cabezas visibles del Reino de Aleshia, su unión será el ejemplo a seguir por todos los aleshianos. Antes de proseguir ¿Quiero saber si hay alguien en este recinto, que se oponga a la unión de esta pareja en Sagrada Unión Matrimonial?