Capitulo 3: Adiós humanidad

Me desperté en la habitación con un nudo en el estómago. Hoy era el día en que mi humanidad se vería alterada irrevocablemente. Desde que me había unido a Los Sombras, sabía que llegaría este momento en el que me sometería a modificaciones cibernéticas. El miedo y la ansiedad me invadían mientras me preparaba para enfrentar lo desconocido.

Cada vez que cerraba los ojos, imágenes futuristas de implantes y mejoras tecnológicas invadían mi mente. Aunque comprendía estas modificaciones como una necesidad para sobrevivir en el mundo en el que ahora me encontraba, no podía evitar sentir temor por perder mi identidad y convertirme en algo diferente.

Justo cuando mis pensamientos se volvían más oscuros, la puerta se abrió de repente. La comandante Valentina entró en la habitación, flanqueada por dos guardaespaldas imponentes. Su presencia imponía respeto y sus ojos reflejaban determinación.

Comandante Valentina: (Con voz firme) Evelyn, ha llegado el momento. Las modificaciones están listas. ¿Estás nerviosa?

Sentí un escalofrío recorrer mi columna vertebral mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas. La tensión en la habitación era palpable, y mi voz salió entrecortada.

Evelyn: (Nerviosa) Sí, comandante, estoy nerviosa. No puedo evitar sentir miedo por lo que está a punto de suceder. Es un territorio desconocido para mí.

Se acercó, su expresión suavizándose ligeramente mientras me miraba directamente a los ojos.

Comandante Valentina: (Empática) Entiendo tus temores, Evelyn. Estas modificaciones son un paso importante, pero también son necesarias para protegerte y ayudarte a adaptarte a nuestro mundo. Estoy aquí para guiarte a través de este proceso y asegurarme de que estés en buenas manos.

Sus palabras me dieron un poco de consuelo, pero el temor seguía presente en mi mente. Sabía que no había vuelta atrás una vez que me sometiera a estas mejoras. Respiré profundamente y traté de encontrar la fortaleza para seguir adelante.

Evelyn: (Respirando hondo) Entiendo que esto es necesario, comandante Valentina. Aunque estoy nerviosa, confío en que ustedes harán todo lo posible para garantizar mi seguridad y preservar mi esencia humana.

Comandante Valentina: (Seria pero tranquilizadora) Así es, Evelyn. Te prometo que nuestro equipo médico es de los mejores y están comprometidos con tu bienestar. Estaré a tu lado durante todo el proceso y me aseguraré que las modificaciones se realicen con el mayor cuidado y precisión.

A medida que avanzaba hacia el quirófano, sentí una mezcla de emociones abrumadoras. Aunque temía lo que estaba por venir, también comprendía que estas modificaciones podrían darme una ventaja crucial en la lucha contra el gobierno opresor. Era un sacrificio necesario para preservar mi vida y las vidas de aquellos que luchaban a mi lado.

Cerré los ojos mientras los médicos se preparaban para comenzar. Acepté mi destino y me prometí a mí misma que, sin importar lo que sucediera, no dejaría que estas mejoras cibernéticas me definieran por completo. Seguiría siendo Evelyn, con mi esencia humana intacta, incluso si mi cuerpo ahora albergaba la tecnología más avanzada.

Desperté adolorida después de tres horas en el quirófano. Mi cuerpo aún estaba entumecido por la intervención y sentía una mezcla de confusión y dolor. Me incorporé con precaución, pero la debilidad en mis piernas apenas me permitía mantenerme en pie.

Antes de que pudiera reaccionar por completo, la comandante Valentina se acercó rápidamente y me detuvo, con suavidad, pero con firmeza.

Comandante Valentina: (Tranquilizadora) Evelyn, debes descansar un poco más. Tu cuerpo necesita tiempo para recuperarse de la operación. Vuelve a acostarte y deja que te cuidemos.

Mi mente seguía aturdida por la anestesia y mi cuerpo protestaba ante cualquier movimiento. Al no tener opciones, me dejé guiar por la comandante y volví a la cama, sintiendo una mezcla de alivio y frustración.

Evelyn: (Susurrando débilmente) ¿Qué... qué ha pasado? Me siento tan adolorida y confundida.

Comandante Valentina: (Con ternura) Tranquila, Evelyn. Has pasado por una intervención importante. Te han instalado mejoras cibernéticas en tus piernas, brazos y cráneo. Estos implantes te permitirán desarrollar habilidades y capacidades sobrehumanas, pero tu cuerpo necesita tiempo para adaptarse.

A medida que me acostaba, miré mi cuerpo con asombro y preocupación. La incertidumbre llenaba mi mente mientras observaba los nuevos artefactos integrados en mis extremidades y mi cabeza. Uno de los doctores se acercó y comenzó a explicar en detalle para qué servían cada uno de ellos.

Doctor: (Explicativo) Evelyn, permíteme explicarte las funciones de los implantes cibernéticos que te han sido instalados. En tus piernas, los dispositivos permiten un aumento de velocidad y fuerza, así como una mayor resistencia. Podrás realizar movimientos ágiles y precisos, incluso superando los límites humanos normales. En tus brazos, contarás con una mayor fuerza y precisión, lo que te permitirá manejar armas y objetos con mayor destreza. Y en tu cráneo, el implante mejorará tus capacidades cognitivas, permitiéndote procesar información y aprender a un ritmo acelerado.

Mis ojos se abrieron de par en par mientras escuchaba las explicaciones detalladas. El asombro y el temor se mezclaban dentro de mí, y una avalancha de preguntas inundaba mi mente.

Evelyn: (Asombrada) ¿Estás diciendo que ahora soy más rápida, más fuerte y más inteligente? ¿Cómo... cómo asimilaré todas estas nuevas habilidades?

Doctor: (Empático) Entiendo tus inquietudes, Evelyn. Tu cuerpo y tu mente necesitarán un tiempo de adaptación. Estos implantes cibernéticos son una extensión de ti, y con el tiempo aprenderás a aprovechar al máximo tus nuevas capacidades. Nuestro equipo médico estará aquí para ayudarte en este proceso de adaptación.