Crowfield: Secretos Enterrados

Capítulo 39 Buscando En El Bosque

Las tres chicas se habían adentrado al bosque, temerosas, inseguras e incluso confundidas. No querían perder lo que en el pasado era su amigo, Amy no dejaría que Erick le clavara sus sucias garras a Ian. 

No mientras ella este con vida. 

Desde que dejó la fiesta junto a Cassidy y Alice la música se perdió entre la distancia y el sonido propio del bosque, lo único que podía escuchar en ese momento eran el crujir de las ramas cada vez que pisaba una, algún animal escondido, quizá algún fantasma vagando aquel sitio que le parecía tan extraño y familiar desde sus recuerdos. 

— ¿Qué tan lejos está ese claro? —Cassidy pisó una rama fuerte—. Yo ni me acuerdo, y además estoy cansada. Usar tacones aquí es una tortura. 

—Bueno, no te los hubieras puesto en primer lugar… venías a una fiesta en el bosque, no a una pasarela o algo así. —replicó Amy. 

— ¡Ay, Amy! Disculpa por quererme sentir fabulosa aquí. 

— ¿Fabulosa? Debiste estar preparada para lo que sea. —le regañó Alice. 

—Ah, no ahora las dos se ponen en contra de mí. 

Amy se echó a reír, tenía tiempo sin pasar mucho tiempo junto a sus amigos, era como si el tiempo nunca hubiese pasado, como si fueran ellos contra el mundo, como si Helena estuviera con ellos. Pero ya no era así, por más que en ese extraño momento estuvieran riendo nada podría ser igual, no ahora, no en un futuro ¿y si lo fuera, que pasaría? ¿Seguirían siendo amigos? Si eso pasaba se iba a sentir incomoda, e incompleta. Cada uno se distanció del otro y puede que eso fuera lo mejor… pero por los momentos debía aprovecharlo. 

—Estamos cerca —indicó Alice—, después de ese árbol que está allí encontraremos una piedra grande que parece estar como rota por la mitad, giramos al este y creo que estaremos cerca del claro. 

— ¡Woah! Alice, ¿te conoces de pies a cabeza este bosque? —le preguntó con cierta curiosidad Amy. 

—Sólo los lugares a los que solíamos venir. 

Amy vio que Cassidy rodó los ojos. 

—Ay Alice, no te vayas a poner sentimental ahora. 

— ¿Y que tiene eso de malo, Cassidy? 

—Nada Amy. Solo que Alice no debería ponerse sentimental o algo así. Bueno es mi opinión. 

—No le hables así a Alice. 

—Déjala tranquila Amy, se ha vuelto toda una perra. 

Cassidy se encogió de hombros. 

—Al menos no trato de ser una niña recta a las órdenes de papi. 

Amy las hizo que se callaran, una pelea en estos momentos era lo que menos necesitaban. Un ruido fuerte, en ese instante una figura negra salió corriendo de los arbustos, esa era la alarma. Salieron corriendo para seguirla entre la oscuridad del bosque. 

— ¡Es Erick! —Les gritó Amy— ¡Síganlo! 

Erick… o lo que ellas creían que era se movía muy rápido esquivando ramas y piedra, parecía como un animal nocturno huyendo de algún depredador, la luz de la luna iluminó una pequeña sección del bosque donde pudieron ver aquel sitio por el que tanto estaban desesperadas por encontrar. 

Los ojos de Amy se iluminaron, estaba emocionada por haber llegado pero se le hizo curioso que los chicos no llegaran primero pero su felicidad se desvaneció al llegar a aquel lugar. 

— ¿Dónde está Ian? —Preguntó mirando alrededor— ¡Joder! Alice, ¿es aquí? 

—Claro Amy. Ahí están las mesas de día de campo —le señaló Alice—. Y más allá está un pequeño arroyo. No hay muchos claros como este. 

— ¿Segura? 

—Siempre. 

La chica del  cabello rojo pasó sus manos por su frente, estaba sudando. Llegaron al lugar pero Ian no estaba ahí ¿era una especie de Trampa de Erick? En ese momento se llenó de rabia; recordó cuando fue perseguida por aquella calle oscura, cuando Erick entró a su casa y la asustó e incluso la rata quemada en su casillero. Le quería romper la cara cuando lo vea frente a ella. Tal vez él le hizo algo a Helena… tenía que ser así. 

— ¿Qué haremos ahora? —Cassidy estaba asustada. Y quien no lo estaría, Amy la entendía en ese momento. 

—Envíale un mensaje a los chico, ahora hay que hacer una búsqueda por todo el bosque. 

— ¡Chicas! —Llamó Alice desde una mesa de madera—. Vengan a ver esto. 

Amy se acercó junto a Cassidy. En la mesa había algo horrible, se encontraban muchas plumas negras como si hubieran desplumado a un ave… o más bien, a un cuervo. Eso era una clase de mensaje ¿pero qué significaba? ¿Era sobre Ian? Sentía la necesidad de ver su teléfono, como si esperara un texto de Erick burlándose de todos, lo sacó pero no había nada. 

Eso era extraño. 

— ¡Oh, mi Dios! —Cassidy hizo una mueca de asco- ese depravado, ¿le hizo algo a Ian? 



#12887 en Thriller
#7277 en Misterio
#5264 en Suspenso

En el texto hay: misterio, desaparición, chicos

Editado: 06.06.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.