Cruel destino

Capitulo 10

Me quedé despierto toda la noche, no pude conciliar el sueño, al final me levanté de la cama, agarré un encendedor y el papel que hice para hacer todas las cosas antes morir, cosa que ya no podré cumplir, me fuí al balcón, agarré el encendedor y le prendí fuego al papel, mientras las cenizas fueron llevadas con el viento, desapareciendo sin dejar rastro alguno de aquellos que quise cumplir con el deseo de volver a sonreír una vez más. Suspiré y me senté en el piso, apoyando mi cuerpo en la pared, levanté la cabeza mirando el  hermoso amanecer. Los pájaros cantando desde temprano, como cada mañana del día. Desde la muerte de mi hermano no he podido dormir, por lo cual tengo más ojeras de lo normal, reprimí tanto mis sentimientos que ya no se que es lo que estoy sintiendo ahora mismo, solo un  vacío que no se volverá a llenar… 

—suspiro—¿Acaso habrá un día en el que dejaré de sentirme de esta manera?—dije mientras inclinaba mi cabeza hacia un lado.

 Bajé la mirada y mire mi muñeca derecha, me di cuenta que la fecha que estaba ahí escrita cada vez se desvanece, como que si ya  no me quedara más tiempo de vida, aunque esto es algo raro para mi que  todo esto suceda, es como si el mismo capítulo, el capítulo del inicio se repita cada vez, como si quisieran avisarme algo que yo aún no estoy llegando a ver. 


—¿Qué será lo que no estoy viendo?—dije mientras levanté de nuevo mi cabeza y miraba de nuevo el cielo. 


—Esto no tiene nada de sentido… 


Me levanté del piso y me dirigí a mi habitación, me acerque a mi mesa de noche y agarré el celular, al momento de prender mi celular, vi mi fondo de pantalla, sonreí al verlo, tenía una foto de Adam, Lidia y yo, Adam en el lado izquierdo con su cabello de color anaranjado, sus ojos color miel con una sonrisa en el rostro mientras que Lidia en el medio y yo del lado derecho, en ese momento suspiré y sentí ese vacío que sentí cuando se fueron, apagué mi celular y lo guardé en el bolsillo de mi short deportivo, suspiré. 


—bajé la mirada—Los extraño de la manera más callada posible…—puse mis manos en mis bolsillos. 


Levanté la mirada y me fuí de la habitación, quería despejar mi mente un rato, mi mente está llena de recuerdos, de esos recuerdos que no volveré a vivir, esos que me hacen rendirme cuando no debería hacerlo, aunque cuando pienso en rendirme no lo hago por la razón de que ellos antes de irse de este hermoso mundo,fueron los más valientes antes de irse al cielo en los que están ahora mismo, por eso no me he rendido aún. Llegué a la sala, fui a la cocina y abrí el refrigerador, agarrando una lata de cerveza, la abro y bebo un poco mientras camino hacia la sala de nuevo y sentarme en el sofá dejando la lata de cerveza en la mesa que tengo al frente. Me prometí a mi mismo que no iba a volver a beber, pero cargo una gran culpa en mi interior que la única forma de olvidar eso es beber, eso me calma un poco y despejar mi mente de esos recuerdos que me destrozan cada vez. Al fin y al cabo yo mismo soy mi propia destrucción, sufrí más por la culpa que cargo, esa culpa en la que imagino cada vez que de la realidad misma ¿Qué irónico, no?  
 



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En el texto hay: #misterio, #tragedia, #romance

Editado: 04.09.2024

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