Cruzada de Sangre - Presagios #3

Capítulo 14

Oscuridad, tal y como si el cielo se cubriera a medida que nos acercábamos a aquel imponente castillo de piedra. Sus torres se levantan amenazantes resguardadas detrás del fuerte muro de aspecto impenetrable, y tal vez lo sería si alguien habitara en aquel lugar. A medida que nos acercábamos los vestigios de una antigua batalla siguen presente, la puerta de gruesa madera no logra cerrar la entrada en forma total, los muros tienen daños y pedazos de madera enterrados en el suelo para indicar lo que queda de viejos carros utilizados.

 

—El castillo del maligno hechicero —señaló Nicolás contemplándolo con el ceño arrugado.

 

—Son solo ruinas —agregó Víctor con seriedad entrando a aquel lugar—. Está totalmente abandonado...

 

Dirigió una seria mirada a Astherus quien no se inmutó y caminó hasta estar a su misma distancia. Observó a su alrededor con un rostro preocupado.

 

—Al parecer la bruja previó que llegaríamos acá y ha decidido marcharse —indicó con fastidió.

 

—¿O sea todo esto fue solo una pérdida de tiempo? —Francisca cruzó los brazos contemplando el interior del terreno del castillo.

 

Todo está cubierto de tierra y plantas que han crecido en forma salvaje, vieja madera sobre la cual unos arbustos ya han hecho su hogar, piedras que forman parte del muro distribuidas en forma desordenada. Al centro el castillo con sus rotas puertas no presenta obstáculos para entrar a aquella vieja construcción.

 

—De todas formas debemos cerciorarnos —dicho esto Astherus subió unas escalinatas de piedra del castillo que lo llevan a una puerta, la cual solo con un golpe logro romperla y entrar.

 

Lo seguimos de inmediato y con cautela, un enemigo podía aparecer hasta del lugar menos esperado. Entramos a una especie de bodega con bolsas rotas y carcomidas por las ratas. Más al fondo da con otra puerta que lleva a un pasillo que conecta a la cocina, los utensilios cubiertos de polvos y telarañas dan cuenta del abandono del lugar.

 

—Supuestamente aquí había un ejército —le murmuré a Francisca.

 

—Me esperaba esto —me respondió de la misma forma—. Lo que Cristóbal dijo respecto a que sabíamos algo de este castillo nunca fue cierto solo quiso seguirle  el juego a este individuo, desde el principio sospechábamos de él, aunque aun nos falta prueba de que es nuestro enemigo o fue engañado por la bruja para traernos aquí...

 

Seguimos caminando hasta llegar al salón principal, una enorme escalera dividida lleva al segundo piso, debajo de la cual hay otra enorme puerta que lleva más al interior del primer piso. Las telas rasgadas caen colgadas desde las paredes en forma fúnebre, y todas las pinturas estan rotas o carcomidas por insectos o animales.

 

—Deberíamos dividirnos para revisar el piso superior e inferior —indicó Astherus con seriedad—. Francisca, Cristóbal y Nicolás revisen el primer piso, el resto síganme...

 

—No es necesario que Cristóbal vaya con nosotros, es mejor que vaya con ustedes —replicó Francisca con el ceño fruncido, luego me dirigió una rápida mirada tal y como si intentará advertirme.

 

Mis ojos se dirigieron disimuladamente hacia el joven vampiro, quien solo movió la cabeza estando de acuerdo con la cazadora.

 

Subimos las escaleras siguiéndolo, cruzamos pasillos en donde la luz pálida del día logra entrar y vislumbrar las habitaciones cerradas, nos detuvimos en la última puerta al fondo de aquel pasillo. Astherus nos observó advirtiéndonos en silencio que estuviéramos preparados. Abrió la puerta y entramos abruptamente dispuesto a pelear, pero no hay nadie en el lugar, solo una vacía y enorme habitación con un extraño dibujo semicircular en el piso. Antes de que pudiera dar otro paso, Víctor me tomó de la muñeca con brusquedad haciendo que no pudiera seguir avanzando.

 

—¡Despejar! —gritó.

 

Un aullido de mujer que se presentó como un humo negro subió gritando por el cielo hasta ser disuelto en el aire. Me quede anonadada sin entender lo que ha pasado.

 

—Es una trampa —Víctor tragó saliva sumamente molesto—. Hubieras dado un paso Catalina y hubieras muerto tal y como si entrarás a un río de ácido ¡Maldita bruja! esa es la maldición del alma doliente.

 

Dirigió una furiosa mirada a Astherus que lo contempló bajando la mirada y apretando los dientes.

 

—Lo siento, no sabía que ella había preparado esto —señaló frustrado.

 

—Me extraña Astherus que viviendo con una bruja no te dieras cuenta al ver esos dibujos que algo no estaba bien —Cristóbal se acercó observando los símbolos del piso.

 

—¿Están dudando de mi? —su rostro palideció—... soy inocente.

 

—Hay una cosa que me molesta —señalé interrumpiendo la conversación.

 

Esta vez su semblante inquieto se dirigió a mi rostro.

 

—La gente del pueblo masacrado, y las hadas y vampiros asesinados, según entendí fueron asesinados usando la sombra de la espada Tenebrís ¿No es así Astherus?

 

—Sí —arrugó el ceño contemplándome con desconfianza.

 

—Además está el hecho de que eres un vampiro a pesar de ser una creación de la bruja

 

—Usó genes de un vampiro ya lo dije antes —noté que comenzaba a dibujarse odio en su rostro.

 

—No lo digo por eso sino que eres un vampiro manipulador, es lo que tu nos contaste en el bosque —levanté las cejas mientras la daga Aeternus se transformaba a mi hoz.

 

Retrocedió mostrando los dientes.

 

—Un vampiro manipulador, tal y como quien quiso hacerme creer que me había ultrajado, el mismo que asesinó a Samanta, el mismo que destruyó un pueblo completo y asesinó a hadas y vampiros, el mismo... ¡Que nos ha llevado a esta trampa! ¡¿No es así?!




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