7. ¿Quién eres?

Las cosas en la escuela han cambiado, desde hace mucho años que la Guardia oscura no entraba a los terrenos de la escuela, la ultima vez había sido la ultima batalla del elegido liderando a los clanes de los cazadores contra el general principal y sus vampiros.

La guardia oscura es un grupo de cazadores elite que actúan de acuerdo a las órdenes de sus líderes sin cuestionarse nada. Su ideal es solo cumplir las misiones dadas, sin importar si deben sacrificar su vida.

El ambiente se siente tenso, una de esas criaturas, un ragaz, una especie de conversión fallida de un vampiro, una criatura de aspecto horrible, que carece de cabello, de rostro tosco, colmillos que sobresalen de su boca, y poca capacidad mental, había logrado entrar en los jardines de la escuela sin que ninguno de sus guardias de la academia pudiera notarlo. Es un caso demasiado extraño y peligroso para los estudiantes, razón por la cual la Guardia Oscura tomaba desde hoy el control de la seguridad de la institución Alexander Crisol.

—Las cosas son claras, una criatura como esa nunca hubiera sido capaz de esquivar la alta seguridad de la escuela, es evidente que alguien lo ayudó a entrar a la escuela ¿Y quien podría hacerlo? Pues claro un demonio traidor —exclamó Daniel Yarel, el padre de Antonio, molesto por la expresión tranquila del director.

—Nicolás tiene toda mi confianza, el nunca iría contra mi... —respondió el director, de aspecto jovial y joven, con su largo cabello castaño atado, sin cambiar el suave tono de su voz.

—¿Tan seguro estas de eso? —inquirió Yui Strayer, la madre de Katrina, sin soltar su cigarro.

—Si —fue la sincera respuesta del director mientras se levantaba de su asiento y les daba la espalda limpiando sus anteojos, vestido con un traje y una chaqueta sin mangas siguió en lo suyo con calma—. Un poder más grande fue el que permitió a esa criatura a entrar a nuestros terrenos.

—¿Un poder superior? —señaló Nataly Yarel— ¿Por qué alguien buscaría dejar entrar a nuestra escuela a una criatura como esa?

—Un ser débil como ese no hubiera podido atacar al elegido antes de que pudiéramos detenerlo o Katrina lo hubiera despedazado antes de que se acercara a ella —agregó Oscar Strayer, con cierto orgullo al hablar de su hija.

—Siento que solo nos han querido dar una advertencia, una amenaza de que sabe que el elegido esta en la escuela—. indicó el director con una ligera sonrisa.

—Retirare a mi hija inmediatamente —exclamó Yui Strayer colocándose de pie—. Ya hemos comprobado la paupérrima seguridad de esta escuela, Katrina en casa estará más protegida.

El director tosió antes de volver a su asiento observando a la mujer caminando hacia la salida.

—La Guardia oscura está custodiando la escuela, acá estará bien protegida —interrumpió el director girando en su silla—. Además no nos debemos olvidarnos de la otra chica.

Al decir "otra chica" hubo un silencio en toda la sala. La mirada de los presentes, a excepción del director, se tensó aun más. No es un tema nuevo, pero ante el nulo talento de aquella muchacha se habían olvidado del tema.

—La criatura atravesó, el bosque, el jardín y fue directo contra ella —agregó el director cruzando los dedos de ambas manos—, no sabemos si fue coincidencia o estaba planificado que así sucediera.

Oscar Strayer carraspeó de mala gana antes de levantarse de su asiento. Esta dispuesto a salir, tal como su mujer que sigue de pie junto a la puerta. Que el director ponga en duda que su hija sea la elegida le molesta. Es una herida a su orgullo y a la de su familia.

—La tomaremos a nuestro cargo —propuso Daniel Yarel interrumpiendo el silencio en la sala.

Al escucharlo, Oscar volvió hacia el grupo colocando sus manos sobre la mesa frente a Daniel.

—Un momento Yarel, ¿No deberíamos ser nosotros quien debiéramos encargarnos de ella? — agregó molesto endureciendo su mirada—. Nos corresponde custodiar al futuro elegido.

—Ustedes ya tienen un elegido del cual encargarse, creo que es mejor mantenerlos separados —Daniel lo miró con frialdad aun cuando trataba de mantenerse tranquilo, la expresión de su rostro delataba lo contrario.

— No tendríamos problemas de encargarnos de los dos, de todas formas son "supuestos" elegidos porque solo uno será el real —interrumpió Oscar con cierto gesto de indiferencia.

—Por eso ¿para que te molestaras en proteger a alguien que tal vez no sea el elegido? No me digas que dudas que tu hija sea la elegida.

La sonrisa irónica de su rival lo hizo perturbar su animo, y apretó los dientes perdiendo la paciencia.

—No dudo, pero sospecho de tus intenciones... —y lo observó con expresión desconfiada. Para él no es justo que si el anterior elegido había pertenecido al Clan Yarel, nuevamente estos tuvieran la oportunidad de tener bajo su tutela al próximo elegido. Y estaba seguro que si aquella chica resultara ser la elegido el Clan Yarel se opondría a entregársela al Clan Strayer aun cuando sea a estos a quienes les corresponde encargarse de dicha persona.

—Yo aun no creo en ese elegido —interrumpió Yui con su atención fija en el director—. Los elegidos nacen dentro de los clanes ¿por que nacería fuera de un clan? en una familia humana común y corriente...

—Solo el elegido lo sabe —exclamó el director alzándose de hombros—. El día que me encontré con esta persona por casualidad me di cuenta de la energía que emanaba, una energía inusual, era como el aura del elegido. Y estoy de acuerdo que Yarel se encargue de ella.

—¿Pero... —reclamó Oscar con sorpresa ante la decisión del director, le parece injusto.

—Ya escuchaste, nosotros nos encargaremos de ese elegido —sonrió con algo de ironía Daniel.

—Aún así, no permitiré que la retiren de la escuela por ahora —dijo seriamente el director.

Francisca sintió un ligero ruido a su alrededor y abrió los ojos aterrada, a su lado una mujer de delantal blanco estaba cambiando su bolsa de suero, ahí recién pudo darse cuenta que se encuentra en la enfermería de la escuela. Le duele mucho su cabeza y su brazo, en ambos tiene gruesas vendas colocadas en sus heridas. No recuerda bien lo que pasó.