Cruzando el lago

Capitulo 4: Sospechas


                             (***)

Salí cuidadosamente de la casa, ya todo estaba muy extraño.

Mi abuela y esa actitud nunca antes vista, mi abuelo que ya no se encontraba en los alrededores, las extrañas personas de este lugar y sobre todo la actitud de mis padres, ahora creo que comienzo a entender un poco a que se referían sobre venir aquí. 
Baje las escaleras con cautela mirando hacia los lados, todo estaba en un silencio abrumador que a decir verdad me ponían los pelos de punta, no se escuchaba nada literalmente, solo mi pesada respiración.

Baje el ultimo escalón y mire el lugar, no quería que me vieran salir, tenía un mal presentimiento acerca de todo esto, aunque seguían siendo mis abuelos, no debería sospechar tanto de todo esto sobre ellos.

Me dirijo a la puerta principal, y la abrí cuidadosamente y Salí lo más rápido que pude.

Ya afuera me sentía más segura. Así comencé a caminar colina abajo checando el lago a lo lejos, luego de unos segundos llegue a el pueblo donde me diriji a la plaza, ahi tenía la esperanza de encontrarme a alguien que me pueda dar la dirección de la biblioteca.

El pueblo no es muy grande, pero me serviría para llegar rápido, ya que no recuerdo mucho de donde se encuentran los lugares aquí. 
Busque con la mirada, pero nada, los pocos adultos con los que cruzaba a mirada, me observaban de una manera que asustaría a cualquiera, con una mirada de: “Pregunta y te mato idiota” … ¿Por qué son así?

Seguí caminando por un rato hasta que me detuve frente a la panadería y me recosté a pensar un poco.

En ese momento salió una chica de dicha tienda.

Ella era algo morena, su cabello lleno de risos, caía a lo largo de su espalda, era delgada, y llevaba puesto un vestido floreado algo gastado, pero adaptado a su figura.

Definitivamente se veía diferente a los demás que viven aquí, eso me hacía dudar … talvez puedo preguntarle algo a ella.

Al salir de la tienda, ella llevaba una gran canasta donde llevaba hogazas de pan, y se encontraba buscando algo en dicha canasta, al parecer no había notado mi presencia.

Me acerque a ella, siempre con cautela.

-Hola…-dije amablemente-

- ¡oh! ¡Hola!  - contesto ella, dedicándome una sonrisa-

-Lo siento que interrumpa, pero ¿me podrías decir dónde queda la biblioteca? -Pregunte-

- ¡Claro! -Soltó ella, con cierto entusiasmo que me sonaba extraño- Queda, allá-dijo mientras señalaba una calle más adelante- sigues recto por la calle y doblas a la derecha-Agrego-

-Muchas Gracias- dije y comencé a caminar, pero la voz de la chica hizo que parara-

- ¿Eres una Turista? -Pregunto-

-Algo así…-dije amablemente-

- ¿Por qué quieres ir a la biblioteca? Esta que se cae en pedazos- Inquirió la chica-

-Wow… no lo sabía- bufe de repente – Quiero ir de todos modos- Agregue-

- ¡Está bien! -Murmullo esta- ¡Por cierto, me llamo Clara! -Expreso la chica sonriendo un poco-

-Un gusto Clara- dije, dudando si decirle mi nombre- Yo soy Liz- pero al final lo dije-

- Igual un gusto, nos vemos pronto- Soltó la chica y comenzó a caminar en dirección contraria a la mía-

A lo que hice lo mismo, seguí el camino hacia la biblioteca, pasé algunas casas que parecían desoladas, pero que seguramente alguien vivía ahí.

Hasta que llegue a la biblioteca, y a como dijo esa Chica, se estaba cayendo a pedazos, creo que el techo tiene algunos agujeros, la puerta rota, las ventanas rotas igualmente y la madera se había desgastado mucho.

Entre y a dentro era peor de lo que me podía imaginar. 
Algunos estantes caídos, libros por todas partes, la suciedad colmaba el lugar… 
La luz del día entraba por los agujeros en el techo y por las ventanas rotas. 
Contemple bien el lugar, hasta que comencé a caminar para adentrarme, pase grandes estantes llenos de libros de diferentes tamaños y contexturas, sin saber por dónde comenzar a buscar algo…algún libro…algún indicio que pueda ayudarme a resolver este caos.

"Los libros siempre serán la mejor Arma para un ser humano"

Busque y busque por todos lados, pero nada, busque en estanterías enteras algún libro relacionado con algo sobre el pueblo, pero solo encontraba libros al azar, de cuentos medievales o geografía y demás, ya había pasado como una hora aproximadamente.

Hasta que escuche pisadas…rápidas y delicadas pisadas, se escuchaban golpear el suelo de cerámica… decidí quedarme lo más callada posible… mi respiración de un momento a otro se descontrolo… no sabía quién podía ser, ni porque estaba aquí, pero no podía arriesgarme a nada mientras no supiera algo.

Pasaron unos segundos y las pisadas cesaron ¿Se habrá ido?

Segundos después escuche una voz.

- ¿Liz? ¿Estás aquí? – Pregunto la voz-

Y me di cuenta que la voz era de Clara, esa chica que me encontré hace un rato…Pero. ¿Qué hacía aquí?

No me iba a arriesgar en nada, así que asome mi cabeza a un lado de los estantes, buscando de qué lugar provenía la voz.

Hasta que me situé en un lugar donde veía un lugar abierto en medio de la biblioteca donde se encuentran unas mesas y sillas… 
Ahí parada, estaba Clara, luciendo algo confundida, y hablo de nuevo.

- ¿Liz? Soy yo… Clara- Menciono- La chica que conociste hace un rato- 
Decidí salir, y me acerqué hacia donde estaba ella.

- ¡Oh! ¡Ahí estas! - Expreso –

-Si… ¿Qué sucede? ¿Por qué estás aquí? -Pregunte confundida-

-Bueno sé que te parecerá extraño…-Contestó- Pero pensé en venir a hacerte compañía- inquirió-

- ¿Compañía? -Pregunte confundida-

- ¡Así es! No hay muchos jóvenes aquí en lake…-murmulló-y quería hacer una amiga…-Agrego algo apenada-

-Eh…no sé si confiar en ti –dije sospechando-

- ¡Vamos! ¡Confía en mí!, ¿te demostrare que, si puedes confiar, está bien? -

- ¿Cómo harás eso? -dije cruzándome de brazos-

-Bueno… ¡Ya se! -dijo de repente- ¿Qué tipo de libro estabas buscando?




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