¿cuál es la realidad?

Capítulo 11

Él y yo aún estábamos en la cancha. Travis trataba de convencerme, pero hasta cierto punto pensaba que era una completa locura.

—Lo tengo todo planeado —dice él.

— ¿Cuál es el plan? —Pregunto intrigada.

—Mira —toma asiento junto a mí—. Tenemos que encender el curso donde él esté, uno de los dos tendrá que arriesgarse y tratar de durar el mayor tiempo posible trancando la puerta para que no puedan salir…

—Pero habrá más personas en el salón —hago la observación.

—Sí, sí, eso no importa, lo importante es él, él es quien importa. Con este plan de alguna u otro forma morirá. Nos pondremos un traje y arrojaremos unos globos llenos de gasolina al curso, encenderemos un fosforo y todo arderá. Es un plan aprueba de tontos Stheisy, sé que podemos hacerlo y tener los resultados que esperamos.

La idea no me parecía la mejor, me asustaba todo esto, él estaba en que lo haría, era casi un hecho que pasaría, pero me asustaba, Travis estaba poniendo en riesgo la vida de personas que no tenían nada que ver con esto. No creí que sería algo en serio lo que pasaría, pero no puedo abandonarlo, no lo puedo dejar solo en esto, ¿Díganme? Es mi amigo, se meterá en problemas por mi culpa y eso no va a suceder eso no, yo no lo iba a permitir. Ya había demasiadas personas en riesgo, la libertad de él no estaba en discusión. Aunque este plan parecía ser la mayor de las locuras lo haría, lo haría porque dije que estaría con él. Somos un equipo y como equipo lo haremos sin dudarlo. Nos meteremos en un tremendo problema que ni siquiera conocemos la gravedad de este, pero él es mi único amigo, y si tenemos que hacer esto como la última de las locuras lo haremos. No pienso echarme hacia atrás, no pienso hacerlo por más arriesgado que parezca.

—Está bien, así lo haremos —le respondo sin titubear.

—Perfecto, necesitamos ropa negra y pasamontañas, gasolina y fósforos…

Él y yo no volvimos a clases, nos quedamos allí planificando cómo y cuándo lo haríamos. Ya podía sentir la adrenalina que corría por mi cuerpo. La sensación era extraña y energética, me sentía que podía corre un maratón, como si hubiera consumido mucha azúcar. Creo que era porque estaba emocionada. En este aburrido lugar nunca pasaba nada y ahora eso cambiaria, sería memorable el día que eso pase, todos estarán felices de que haya ocurrido porque es casi un hecho de que ellos seguro también estan tan aburridos de este lugar como yo lo estoy, estoy casi cien por ciento segura de que esto es así. Me agradecerán al igual que a él de que hicimos algo por este aburrido lugar. Ya puedo escucharlos agradecerme lo que estoy haciendo por ellos. Solo será cuestión de tiempo para que nos amen. Puedo escuchar sus voces en mis oídos decirlo una y otra vez. Lo cual me encantaba que hiciera, esto pasará, ya quiero que llegue ese día.

Travis está junto a mí, lo miro y no puedo evitar sonreír. Él hace lo mismo. Aquellas sonrisas malvadas se encuentras intencionalmente en ese momento.

Siento un impulso dentro de mí, son punzadas, ¿Qué pretenden que haga? Tengo deseos de besarlo, pero es mi amigo, no puedo hacer eso. Mi corazón empieza a latir muy fuerte, un sudor frio empieza a correr por mi frente. Los nervios se me ponen de punta. Él se da cuenta de cuál es mi intención, intento no acercarme, pero muy despacio mi cuerpo me contradice. Él mira mis labios y yo miro los de él. No puedo creer lo que estaba a punto de pasar. Todas las alarmas se disparan dentro de mí mientras él está cada vez más y más se cerca a mis delgados labios. Cierro mis ojos para recibir el impacto de sus labios contra los míos, pero base a la tardanza de estos llegar abro mis ojos.

Travis estaba de pie, en el escalón de abajo.

— ¿Qué pasó? —Pregunto sorprendida.

—No puedo, no puedo hacer esto contigo, lo siento —sus ojos entristecidos me decían que él estaba siendo honesto conmigo.

Yo suelto un suspiro.

—Lo sé, lo sé, perdóname, gracias por retirarte yo no hubiera podido hacerlo. Lo estaba intentando, pero no podía.

—Ya, descuida, lo importante aquí es que no pasó nada.

Dios mío, me moría por hacerlo, no quería besarlo por miedo a que lo que está pasando ahora pasara. Quería poner mis labios contra los de él, pero no, no es posible, no podía hacer eso. Es más que claro que él no siente lo mismo por mí y aunque me hubiera encantado que eso pasara ya sé que nunca va a pasar porque él no quiere lo mismo que yo. Tenía mucho tiempo que no tenía pareja y a decir verdad no la necesito, solo quería besarlo, sin que existiera algún segundo interés de por medio. Sé que él y muchos más interpretarían mi intención, no siento la necesidad de estar con él o con otra persona más. Creo que lo mejor que pudo pasar era que no nos besáramos. Iban a iniciar los malos entendidos, las confusiones y los disgustos y no estoy preparada física como mentalmente para lidiar con el estrés de tener una relación. No sé si él lo sabía, pero tampoco es algo que tenga que saberlo, con que yo lo sepa es más que suficiente para mí.



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En el texto hay: mentiras, psiquiatra, enfermedad mental

Editado: 02.02.2019

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