Luego de unas amenazas de parte de mi padre, magui y mi abuelo. Tome mi maleta del maletero de mi papa y me adentré en el BMW i8 2018 de Nicolás. Voy en silencio ya que no se si tome la mejor decisión, dije que si iría fue por la pesada mirada de mi abuelo, sentí que si decía no me patearía el rostro.
- ¿Sucede algo? – pregunta Nicolás con voz pasible. Volteo a verlo y solo siento una enorme incomodidad.
¿Qué le digo?
- Nada – digo con voz baja – solo que es raro – el frunce el ceño demostrando que no lo convencí del todo con mi respuesta – un día estas de lo más normal con tu familia y de repente llega una persona totalmente desconocida exigiendo que debes irte con él, con que equis motivo sin importarle si estas o no de acuerdo, y si no lo haces declara la guerra
- Eso no fue exactamente lo que paso – dice con un tono lleno de fastidio.
- ¿A no? – me siento de lado para verlo mejor – ¿me preguntaste si quería ir contigo? ¿O es que no escuche? – le pregunto disgustada, me quiero regresar a mi casa.
- Tu papa te estaba llevando, no me dejaban opciones – se defiende como si lo estuviera acorralando.
- No esperes mucho, no pienso quedarme contigo – respondo sentándome bien en mi puesto – ni alejarme de mi familia
- Entiendo que no quieras alejarte de tu familia, pero… ¿podrías darme una oportunidad? – se detiene en la carretera de tierra, estamos en una parte muy obscura del bosque, la luz casi no llega aquí.
- Decirte que sí, es como ofrecerle pan al que muere de sed – tomo aire y cierro mis ojos unos segundos – no te daré falsas esperanzas, lo hago solo porque no quiero riñas por una estupidez
- ¿Estupidez? – me pregunta dolido – eres lo que he esperado toda mi vida, y me dices que es una estupidez ¿sabes lo doloroso que es que me rechaces cuando ni siquiera me has dado una oportunidad? Es egoísta de tu parte ¿no?
- ¿Egoísta yo? Si tú eras el que ni siquiera sabía mi nombre cuando ya estabas diciendo Mate, Mia, ¡Por favor! No juegues, a parte hoy vi muy bien como son la mayoría de sus leyes y la forma en la que viven, y en verdad no me emociona mucho estar en un lugar así
- Lo dice la niña mimada que se escondió detrás de su papa cuando vio una situación difícil ¿Y así quieres tomar el puesto de tu papa? – me pregunta en tono burlón y mostrando inseguridad.
– ¡Uy…! Golpe bajo – quimera habré los ojos impresionada – te llego tu talón de Aquiles sami
- Me gustaría seguir gastando saliva explicándote lo imbécil que eres, pero mi política de no lidiar con pendejos es muy estricta – me quedo en silencio viendo hacia la ventana.
El viaje siguió en silencio hasta que llegamos a una enorme mansión en medio del obscuro bosque, aquí menos que menos sabré si es de día o de noche ya que no hay ni un rayo de sol. Me bajo junto a él, del coche y caminamos hasta entrar, tengo mi maleta sujeta, lo sigo por unas largas escaleras, llegamos al tercer piso, él se detiene y habré la puerta de una enorme habitación.
- Esta será tu habitación, si necesitas algo no dudes en pedirlo – dice con un tonito fastidioso, como si estuviera hablando con una cría, berrinchuda mal criada de 5 años.
- Gracias – entro y sierro la puerta en su carota – imbécil – digo esto último para acercarme a la cama y dejar mis cosas sobre ella – me largare de aquí lo más pronto posible, pero primero le hare la vida una miseria.
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Estoy acostada boca arriba en la cama, la habitación está un poco obscura, solo la alumbro con una pequeña lámpara sobre una mesita de noche junto a mi cama, me di una ducha cuando llegue y me puse algo cómodo, no tengo pensado salir de la habitación hasta completar mi plan de cómo hacer la vida de Nicolás una mierda en tan solo dos semanas.
Escucho como unas garritas arañan la puerta, me siento sobre la cama y huele a dulce de coco, me levanto y acerco a la puerta para abrirla al hacerlo me encuentro con un enorme conejo.
- ¡Qué lindo! – exclamo emocionada – pareces un peluche – lo cargo y meto al cuarto serrando la puerta.
Juegue con el conejo un buen rato y le saque fotos, pareciera como si me entendiera. Luego de un rato quede profundamente dormida.
Siento como algo rasposo lame mi mejilla y abro los ojos viendo al conejito verme fijamente, sonrió y le acaricio la frente. Tomo mi celular que está en la cabecera de la cama y veo que son las 8:12am.
¿Qué irónico, no? Aquí nunca sale el sol – me levanto de la cama y desvisto para adentrarme al baño, luego de una larga ducha salgo y empiezo a buscar algo decente que ponerme.
Opte por un vaquero ajustado de color negro, una camiseta de color azul marino, recojo mi cabello en una coleta alta, me puse mis converse, tome un reloj de muñeca y Salí junto al conejito que se ve muy tierno.
Me guio por medio del olfato hacia la cocina, al llegar veo a una mujer de espalda, se ve un poco mayor ¿unos 35 años? Tiene el cabello entre dorado y rubio, es un pequeño debate entre estos dos, tiene un hermoso cuerpo, su piel es perlada y por el olor descifro que es un licántropo.