MIGUEL SANTORO

Luego que Fran se quedó dormida, comencé a realizar las llamadas pendientes, Fernando me ha asegurado que ya están dos guardias en el edificio, aparte de ser mi chofer es mi guardia, mi abuelo ha insistido siempre en que debo estar seguro y me recomendó a Fernando cuando me vine a España. Ha estado ya mucho tiempo ha mi lado, le he explicado todo lo que ha pasado y doy las indicaciones que necesita para estar al tanto de Dalia, necesitamos encontrarla. Apenas cuelgo el teléfono siento que entra una llamada, es mi abuelo...

-Abuelo, ¿cómo estás? - Tanto tiempo sin verte - eso mismo pienso Daniel, demasiado tiempo que no visitas a este viejo y si no es por Fernando no tendría otra opción que ponerte un investigador para saber de tus pasos - Abuelo, no exageres, hace poco mas de dos meses  que nos hemos visto.

- Mira ingrato, eso es mucho tiempo, pero para que te hayas dignado a llamarme y pedirme un favor, es porque realmente algo grave está pasando. Cuéntame, qué fue lo que le pasó a esa chica y lo más importante, ¿quién es? Y porqué te estás quedando con ella.

Después de contarle por más de media hora lo que ha pasado en estas semanas, sólo lo escucho asentir y decir que necesita viajar a verme, trato de convencerlo que no es necesario, pero es imposible. Se que muy pronto tendremos al gran Miguel Santoro por mi oficina.

Luego de despedirme, me pongo el pijama que me ha traído Fernando y me acomodo junto a Francesca en su cama. Ella de inmediato abre sus ojos, me queda mirando y yo sólo tiendo a abrazarla y besar su cuello, poco a poco el cansancio nos gana y nos quedamos dormidos hasta que siento unos golpes en la puerta. Me levanto asustado porque Fran no está a mi lado, corro al living y veo a Fran hablando con alguien, se ve tranquila, pero cuando escucho la voz, es mi cuerpo el que se tensa, reconocería esa voz en cualquier parte del mundo.

- Abuelo, ¿qué estás haciendo aquí? - Creí entender ayer que necesitabas mi ayuda, además esos guardias abajo me confirman que no es algo simple y que no me equivoqué al venir hoy. He estado charlando con esta señorina un tiempo y creo que me agrada como nieta. Por fin has hecho una buena elección Daniel. Pero ven, dale un abrazo a este viejo y sirveme una taza de café, que necesito despertar para escuchar todos los detalles.

Veo a Fran pararse y dirigirse a mi abuelo - no se preocupe Don Miguel, yo le prepararé el café, creo que usted necesita hablar con Daniel -

- Fran, espera, tú debes descansar, ven siéntate, yo prepararé el desayuno y tú abuelo será mejor que me esperes acá, voy a acompañar a Fran y vuelvo. Vamos Fran..

Cuando llegamos a la habitación Fran se gira y se cruza de brazos, ¿qué pasa piccola? ¿te molesta que mi abuelo esté acá? Te juro que yo no le dije que viniera, es más ni siquiera sabía que vendría tan rápido, sólo le pedí ayuda para encontrar a Dalia.

- No me molesta que esté acá, lo que me molesta es que seas mal educado y no me dejes prepararle una taza de café, después de todo es tu abuelo. - Pero tienes que descansar - no me voy a morir por preparar unas tazas de café, Como puedes ver ya me siento bastante mejor, el medicamento que me dio tu madre me hizo bien para mi garganta no tengo problemas para hablar, es más el estar discutiendo contigo me está agotando más la garganta que preparar el café.

-Piccola, no te molestes, sólo estoy sorprendido, me asusté al sentir la puerta y no verte a mi lado y luego ver a mi abuelo acá cuando estaba hablando por teléfono hace cuatro horas, sólo me sorprendió. Pero tienes razón, ustedes deben conocerse, no va a ser como yo quería pero tendrá que bastar, ve anda y cámbiate de ropa si quieres mientras yo preparo el desayuno - pero...- no hay discusión en eso, yo lo preparo, recuerda las indicaciones médicas y si no las cumples me veré obligado a llamar a tu amiga o a mi madre para que me ayuden a que obedezcas.

La veo bufar y dirigirse al baño, solo sonrío y voy donde mi abuelo. Este viejo esta loco, como venirse y viajar de madrugada.

Ya estamos hace un rato sentados en el comedor, tomando desayuno, y ha sido una conversación bastante agradable. Mi abuelo está fascinado con Fran. ¿Y quién no?, la verdad, quién no se podría encariñar con ella si es una mujer tan amorosa, y tan preocupada por todo, mi abuelo definitivamente se ha enamorado de ella en el buen sentido, obviamente. Hemos tratado de evitar el tema de Dalia, pero luego de que ya ha pasado un tiempo, ha sido necesario, retomar el tema.

Mi abuelo me pregunta qué es lo que ha pasado. ¿Por qué? quiere saber los detalles.

Para mí es un poco incómodo hablar de tantos detalles delante de Fran, pero no me queda otra que hacerlo. Sé que él ya está al tanto de todo lo que pasó. Pero lo que pasó hace unos años atrás en la Universidad entre Fran, Dalia, incluso Max, mi abuelo no tiene ni idea de eso. Por lo tanto, creo que es el momento en que tenemos que contarle lo que ha pasado.

Quedó mirando a Fran y sé que entiende lo que le estoy preguntando mentalmente y la veo asentir. Sé que en el fondo me está autorizando a que podamos de una u otra forma  contar todas las tretas que Dalia hizo. Así es que, bueno, lo invitamos al living. Y le digo que le vamos a contar la historia desde el comienzo.  

POV Francesca.

Debo reconocer que estoy un poco nerviosa, si bien el abuelo de Daniel es bastante amoroso y muy comprensivo. Sé que es una persona muy importante y la verdad igual me pone un poco nerviosa estar a su lado. Es la primera vez que lo veo. Nosotros teníamos planes hace muchos años de que yo lo conociera, porque sé la importancia que él tiene para Daniel, lamentablemente eso no se pudo hacer. Daniel trata de hacerme saber que tenemos que contarle todos los detalles. Sé que no le contaremos todas las cosas que han pasado, pero él quiere saber desde un comienzo. Así que ahora estamos en el living y nos mira a ambos esperando que le digamos lo que pasa.