POV Daniel
Estamos cenando tranquilamente, pero no puedo dejar de observar de reojo al tipejo ese, no ha parado de mirar a cada instante a mi pequeña. Ya no lo soporto más y simplemente le pregunto ¿quién es? - Fran me queda mirando sorprendida un momento y luego se percata de mi mirada hacia donde va dirigida. La veo dejar los cubiertos a su lado y limpiarse la boca lentamente, pone sus manos bajo la barbilla y sólo comienza hablar como si estuviese dando una cátedra.
- Se llama Darío, es un ex compañero de trabajo, el único que se preocupó de mí cuando me despidieron y no, no he tenido relación alguna aparte de lo profesional con él. Me sorprendió tanto su comportamiento ese día, como lo ha hecho esta noche. - Voy a hablar cuando la veo que sigue, ¿Puedo preguntar quién es Vanessa y qué tipo de relación has tenido con ella, para hablarte de esa forma? -La quedo mirando sorprendido y estoy tratando de contestar algo, que no sea tener que confesar que ha sido una ex amante casual, cuando me interrumpe - No, no te preocupes en contestar ni pensar tanto en que responder, me imagino que tipo de relación han tenido para que se sienta con el derecho de hablarte así y no importarle con quién estas.
- Francesca... - Basta Daniel, si vas a ponerte en ese plan de celópata, por lo menos ten la decencia de no traerme a lugares donde te encuentres a tus ex mujeres, porque está claro que ella lo es. Mi pregunta es ¿Existirá un lugar donde no me encuentre con una?
- Lo siento, piccola, de verdad, tienes todo el derecho de estar así, sólo puedo asegurarte que nadie se interpondrá entre nosotros. - Perfecto, entonces lo mismo digo, han sido cinco años Daniel, dónde he conocido a mucha gente y he tenido a muchos amigos, espero que no me hagas escenas si me encuentro con ellos, sobre todo si no tienes moral para reprocharme nada.
Francesca
Estoy que exploto, me aguanto para no perder el control, porque sé que no salí con mi medicamento y de verdad siento que mi pecho se comienza a cerrar, no entiendo como Daniel puede celarme cuando esa mujercita se ha acercado a él dejando claro la intimidad que han tenido.
Lo veo tomarme la mano y sólo la acaricia. Inclina su cabeza y me dice que nada de esto está resultando, siento como mi pecho de verdad se comienza a cerrar, me está costando respirar, va a dejarme, estoy segura de eso, trato de respirar lentamente, la mujer fuerte que fui hace unos minutos se está desmoronando, no podré soportarlo, pero no puedo permitir que él se de cuenta. Sigo respirando muy despacio para que mis pulmones reciban algo de oxígeno y no se de cuenta de cómo estoy.
- Fran, perdóname, sé que no puedo exigirte nada, pero no puedo evitarlo, tú sacas lo mejor de mí, pero también sacas lo peor, y es que no quisiera que nadie más que yo esté a tu lado, lo siento. - No sé que cara tengo, pero lo miro y veo que se pone serio, - ¿Fran, que te pasa? - sólo puedo negar con mi cabeza, mis pulmones están a punto de colapsar. ¡Fran, por Dios! ¿qué pasa?, lo veo acercarse a mi lado y me comienza a acariciar la espalda. - Necesito aire - es lo único que puedo decir, cuando siento que me toma de la cintura y me lleva a un balcón que jamás había visto.
Afuera al sentir el aire fresco, trato de respirar, mientras Daniel toma mi cara, amor, tienes tu medicamento- Sólo abrázame Daniel, y cállate de una vez, sólo abrázame... Siento como me cubre con sus brazos y comienza a acariciar mi espalda, poco a poco comienzo a respirar mejor, ya está pasando, todo fue producto de mi miedo y estoy mejor.
Cuando vamos en el auto al departamento de Fran la llevo tomada de la mano, acaricio su pierna en cada momento que puedo y voy pendiente de como va respirando. Se que ya he sobrepasado mi cuota hoy, pero no me puedo callar, - Piccola, perdóname, esto es mi culpa, pero como te dije, tú sacas lo mejor y lo peor de mí. No podría perderte ahora y de sólo pensar que alguien te podría alejar me trastorna, trastorna a esta mierda de persona que soy a veces. Fran... - Pensé que me pedirías que nos alejáramos- ¡¿qué?! - eso, pensé que ya te habías cansado, no fueron tus celos los que me pusieron así, fue el pensar que ya estabas cansado de lidiar conmigo.
- No sé como, pero avanzamos unos metros más cuando siento que detiene el auto en la berma, lo veo bajarse y cruzar frente del auto, abre mi puerta y sólo me pide que baje.
- Baja Fran, es hora de que de una vez por todas entiendas todo.- Me bajo titubeando, pero cuando estoy con los pies en el suelo, lo veo tomarme de la mano acercarme fuerte a él y pegarme a su cuerpo, me aprisiona contra el auto y puedo sentir su cuerpo duro y tenso, solo reacciono cuando toma mi boca pero no de una forma suave, me besa como si quisiera poseerme con su lengua, me aprieta contra el auto y cada vez que puede me aprisiona más contra él. Lo veo tomarme de mis caderas y hace que cruce mis piernas por su cintura, puedo sentir cada centímetro de su cuerpo, esto es maravilloso, pero nunca lo había visto así. Lo siento como me pega más y más para que sienta como está, sus caricias y besos son bruscos, pero me gustan. De pronto me toma más alto y me sube para besar mis pechos por unos segundos creo que me caeré, luego lo veo moverse conmigo en sus brazos y me sienta en el capo del auto. Se pone entre mis piernas y me toma la cara - Mírame y escucha muy bien lo que te voy a decir Fran...
- Tú eres mía y eso que aún no te he hecho mía, no me importa si estuviste con uno o 10 hombres antes pero eres mía, escuchaste bien M Í A... y No, no me cansaré de ti, porque estaba muerto en vida desde que te fuiste y sólo he podido volver a sentir que vivo desde el día que te vi en la oficina de juntas. A pesar de haberte tratado mal, era la rabia que hablaba por mí, pero piccola, TE AMO y nada ha cambiado eso, desde que estuvimos en la universidad.
- Ya que me he desahogado diciendo lo que siento, espero no haberla asustado con mi locura, comienzo a besar sus labios suavemente y muerdo su labio, llevándolo a mi boca, saboreándolo, la aprieto contra mí y le pregunto si puedo quedarme con ella esta noche.