Cuando deje de llover

CAPÍTULO 24

Ailén se quedó dormida en esa cama la cual me provocaba muchos sentimientos, ella estaba frágil, la veía como a una niña pequeña, no podía decir ni una palabra. El sentir las lágrimas recorriendo sus mejillas no me lo permitían. Dejaré que ella siga en ese hermoso sueño el cual yo también estoy disfrutando, si, solo será hasta que deje de llover.

Cuando la lluvia comenzaba a cesar fragmentos de recuerdos comenzaron a pasar frente de mí, los recuerdos de esa noche regresaron como si de ayer se tratase.

Entre al aula y pude ver la espalda de una chica pequeña, no la había visto por aquí, conozco a todos los que viven en este pueblo así que, puedo distinguir fácilmente a un forastero.

-lo siento- su voz temblorosa me daba a entender que me tenía miedo, era extraño, no había hecho nada para que me temiera y se ocultar mi aura a la cual todos llegan a temer. Cuando la maestra la llamo parecía aliviada, yo me dirigí a mi asiento. Después de las clases salí a las canchas de basquetbol a organizar la bienvenida que se le daría al equipo invitado, yo no era una estrella ni nada por el estilo, pero aun así el equipo me seguía invitando a jugar con ellos y yo me divertía haciéndolo.

-oye Killian, ven un momento- Rika estaba con todos mis compañeros de clases

- ¿puedes ir por Ailén al aula? Queremos darle una sorpresa de bienvenida, pero ella no sale del aula y nadie se atreve a acercarse a ella, eres el único que puede ayudar- mis demás compañeros asentían al unísono

-está bien, no tengo ningún problema- les dije

Fui al salón de clases y ella estaba ahí tal como habían dicho mis compañeros, después de hacerle unas preguntas la jale de su asiento y la llevé a las canchas de basquetbol e hice que se sentará en la banca donde se encontraba el entrenador, de esa manera ella no podría regresar al salón de clases.

Al terminar el partido la hice esperar un poco más mientras me duchaba y cambiaba de ropa. Regresamos a clases sin decir ni una palabra.

Podía percibir que la sorpresa no fue de su agrado entre más cosas hacían mis compañeros más aterrorizada se le veía, Cloe puede ser la única que sepa que es lo que pasa por su cabeza, todo empeoró cuando la hicieron morder el pastel, su semblante cambió a un color papel, las manos no le dejaban de temblar y la sudoración en su rostro se hizo muy evidente. Ella salió corriendo como si de un lugar fantasmal se tratase, huyó, mis compañeros fueron tras ella lo cual hizo que yo también fuera.

Cloe y yo salimos al mismo tiempo del salón

-al parecer la chica nueva tiene traumas que aún no ha sanado- decía en un tono preocupado

-para que tú te preocupes por alguien que acabas de conocer ha de ser muy fuerte- le dije

-puede que lo sea, después de todo sus pensamientos no me revelaron mucho-

-bien, iré a buscar afuera, todos nuestros compañeros se encargarán de buscarla dentro- le dije mientras me marchaba

-yo ayudare a mis compañeros Killian- Cloe se unió a Rika y a otras chicas para buscar a Ailén

Tras varios minutos de buscar a los alrededores y no encontrar nada decidí entrar nuevamente, pero pude ver a alguien en el suelo, comencé a acercarme y escuchaba quejidos débiles, rápidamente me acerqué y pude ver a una chica con los huesos rotos y partes de su cuerpo en lugares donde no deberían de estar.

Tome su pulso, pero la gravedad de sus heridas me decía que no le quedaba mucho tiempo, tras dudar unos momentos coloque mi cuerpo encima de ella y le clave los colmillos en el cuello sus recuerdos pasaban frente a mis ojos como si yo los estuviera viviendo en ese momento.

La muerte de su padre no fue algo normal, eran recuerdos que ella bloqueo. Podía escuchar una voz desagradable en sus recuerdos, una voz sin rostro. Solo escuchaba las voces de niños gritando y llorando, pero ningún rostro de ellos, era como en ese recuerdo Ailén tuviera los ojos vendados. Pocas imágenes aparecían de ella y su madre yendo a una prisión donde visitaban a un hombre. Ambas sonreían mientras veían como se acercaba a ellas. La última vez que ellas pudieron hablar con él, escuchar su voz y ver esa gran sonrisa que les expandió con tanto dolor.

En secundaria, las burlas y el acoso de sus compañeros se hicieron aún más fuerte hacia Ailén, todos aumentaron el nivel de bullyng cuando la noticia de la muerte de su padre circulo por todos los noticieros y periódicos llegando al extremo de la violencia física.

Esto la hizo llegar a su límite y provocó su intento de suicidio y la sobreprotección de su madre hacia ella. Recuerda escuchar que alguien la convenció de ir a Villastay porque el entorno tranquilo la ayudaría y al parecer Luca fue el responsable de ello, todo fue culpa de un vampiro, pero el propósito por el cual lo hizo aún no estaba claro.

Cuando los recuerdos terminaron saque mis colmillos de su cuello y su cuerpo, los huesos rotos comenzaron a tomar el lugar correspondiente de cada uno, su respiración comenzó a marchar con normalidad, de pronto ella se levantó y susurro en mi oído

-tengo hambre- era extraño, cuando los vampiros se convierten pueden abstenerse de sangre hasta dos días, pero ella no tenía control de nada en este momento

Coloqué mi cuello invitándole a comer, sus colmillos se hundieron en mi cuello, pero no estaban absorbiendo mi sangre, comencé a sentirme poco a poco débil y a sentir que todo mi ser se desvanecía poco a poco en el aire, mi impulso de supervivencia permitió transferir mi conciencia al primer cuerpo que encontré y ver como mi cuerpo se desvaneció quedando nada de él.



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En el texto hay: vampiros

Editado: 09.09.2024

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