Capítulo 25

Capitulo 25

Nycolai y Miles llegan hasta donde nosotros, atraídos por el rastro mágico que libera mi cuerpo.  

-Camile. Oye ¡Camile!-. Nycolai me sacude del brazo pero mis ojos brillantes permanecen perdidos.  Observa las heridas de mi cuerpo causadas por los lobos.

-¡Nyc! -. Lo alerta Miles, las heridas de Evan son bastante graves. No pueden quedarse ahí, necesita ser atendido. Una flecha atraviesa la zona y golpea un árbol cerca de ellos. Al mirar se dan cuenta de que alguien se acerca.

-¿Cazadores? No puede ser, la barrera de Ginger está activada-. Musita Nycolai.
-Hay magos entre las filas de Charioce, que alguno de ellos pueda deshacer la barrera no es de sorprender. ¡Vamos! 
Miles carga a Evan y Nyc termina por cargarme a mí pues aún no reacciono. Nycolai usa su poder para crear un muro de sombra y cubrirse de la lluvia de flechas que cae sobre ellos. Ambos corren nuevamente hacia la bahía, alejándose del bosque.

Al llegar al campamento alertan a los demás, el resto de combatientes se preparan y van a interceptar a los cazadores al bosque antes de que se acerquen más. Si descubren la ubicación exacta del campamento será un grave problema.

Evan y yo somos llevados a la tienda de Ballard. Al vernos, Ginger se paraliza y Jaqueline se pone pálida. Ballard les indica que nos recuesten en la cama.

-Busca a Valentine-. Le ordena Ballard a Ginger pero no reacciona. -¡Ya! -. Grita y ella se estremece, sale corriendo de la tienda con lágrimas en los ojos.

-¿Que pasó?-. Pregunta Ballard descubriendo el cuerpo de Evan para intentar detener su hemorragia.

-No lo sabemos, al llegar él ya estaba así y Camile no responde-. Nycolai me sacude nuevamente y me da golpecitos en las mejillas intentando que reaccione.

-Espera-. Lo detiene Ballard. -Deja que Valentine se encargue, ustedes vayan con los demás.  No dejen que se acerquen.

Ambos asienten y se disponen a irse. Miles saca a Jaqueline de ahí, que no puede dejar de llorar. Intenta consolarla y ella promete que estará bien.

-¡Miles! De prisa-. Lo apresura y se despide rápidamente para entonces irse.

Al poco tiempo, Ginger llega con Valentine.  Al entrar a la tienda ven a Ballard haciendo lo posible por ayudar a Evan, y rápidamente se pone manos a la obra. Yo permanezco inconsciente y dado que mis heridas no son tan graves tratarme es relativamente sencillo.

-Este chico... -. Musita Valentine con preocupación. Su rostro hace que Ginger se asuste e imagine lo peor.

-¿Qué? ¿Qué pasa con él? -. Su voz temblorosa.

-No será sencillo... Ginger espera afuera, será mejor que no veas esto. -. Responde la mujer con seriedad.

-¿Que vas a hacerle?

-Solo vete ¿Si?

-No puedes pedirme eso, ¿Que vas a hacerle a Evan? Vas a salvarlo.... ¿Verdad? -. Insiste con lágrimas en los ojos.

-¡Ya basta! No puedo concentrarme si estás aquí. ¡Sal de una vez!-. Valentine mira a Ballard como suplicándole que la ayude. El hombre entiende la mirada y conduce a Ginger a la salida.

-Confia en ella-.  Es lo único que le dice antes de sacarla de la tienda y cerrar las cortinas. Entonces vuelve con ella para asistirla en lo que sea que planea hacer.

El poder de Valentine es bastante misterioso y muy raro, incluso para los mismos miembros del clan de la sombra, pues no se basa como tal en la oscuridad como el resto.  Va mucho más allá.

Ella puede reparar cosas, pero la condición es que dichas cosas estén lo suficientemente rotas como para poder ser reparadas solo con un milagro.  En pocas palabras, para poder "reparar" a Evan, debe estar al borde de la muerte. Sus heridas son letales, pero no lo suficiente para cumplir con la condición...

Desde el exterior de la tienda, Ginger camina de un lado a otro con preocupación. Ya se da una idea de lo que Valentine hará. Había oído hablar de sus poderes, pero nunca la había visto usarlo. Pensaba que se trataba de un simple rumor. Cerca, Jaqueline está sentada sobre un tronco, esperando a por una buena noticia.

Pronto, los gritos desgarradores de Evan salen de la tienda, Valentine a comenzado a "repararlo". Jaqueline se alarma pero sabe que no debe entrar a la tienda, en su lugar mira a Ginger que no puede dejar de llorar.

La castaña se cubre los oídos con fuerza y se agacha en un intento de no escuchar. Esta asustada, desesperada y se siente impotente por no poder hacer nada. Oírlo gritar es una tortura para ella.  Jaqueline rápidamente se acerca y la abraza, como si de ese modo el sonido no llegara hasta sus oídos, intenta consolarla diciéndole que estará bien.

-Tranquila, Evan puede ser un estúpido, pero es muy fuerte. Logrará salir de esto-. Vaya que tiene razón.

Luego de un par de minutos los gritos cesan, ambas permanecen en el suelo esperando a que alguien salga. Y como si pudieran escuchar sus plegarias, es Ballard quien lo hace.

-¿Abuelo?-. Ginger da un par de torpes pasos al frente. Ballard guarda silencio y las mira con seriedad. Ese silencio puede no ser una buena señal y sus ojos se llenan de lágrimas nuevamente. Traga saliva, ansiosa.

-Estará bien-. Dice finalmente y Ginger vuelve a respirar. El cuerpo de Jaqueline se relaja sentándose por completo en el suelo mientras suelta un suspiro de alivio.

-Gracias a la diosa-. Dice la castaña llevándose una mano al corazón. -¿Puedo verlo?-. Pregunta.

-No-. Responde Valentine saliendo de la tienda limpiandose las manos. Está bastante manchada de sangre. Incluso tiene algunas salpicaduras en sus mejillas. -Su cuerpo necesita tiempo para sanar. Además.... Lo que pasó ahí dentro no es algo bonito de ver.

-¿Que hay de Camile? -. Pregunta Jaqueline poniéndose de pie.

-Ella está bien, despertará pronto seguramente.

-Gracias al cielo-. Suspira aliviada otra vez. Valentine y Ballard intercambian miradas y entonces entran nuevamente a la tienda para limpiar todo el desastre.

Por otro lado, la lucha en el bosque continúa. Son varios magos y cazarrecompensas los que están. Algunos más hábiles que otros, aún así, el clan de las sombras se las arregla para salir victoriosos. Impidieron que se acercaran lo suficiente como para conocer la ubicación exacta del campamento.