Adelayda
–¡¿Alaric te puedes apresurar?!
–Como jodes mujer, no es para tanto
–Es el cumpleaños de mamá ¿eso no te parece para tanto?
–Eres más pesada que esa mujer, Nancy, no es sorprender, si tienes su mismo nombre
–Esa mujer te dio la vida cabrón, más respeto para ella y para mí, sigo siendo mayor que tú
Hace años, la relación entre mi madre, mi hermano y yo volvió a reconstruirse, mi hermano y yo nos casamos y ambos tenemos familia, de mi parte tengo 3 hijos y Alaric va por su segundo hijo, mi hermano vive en Colombia con su familia y yo me quede un poco más cerca de mi madre, ella se quedó instalada en Italia y yo me quede en la casa de España
Mamá en algunas ocasiones aun da cursos de fotografías y de eso se mantiene, aparte del poco dinero que le mandamos mensualmente con ayuda de una enfermera que le tenemos contratada, ya que ella empezó a enfermarse luego de tantos esfuerzos.
Hoy estamos la familia de mi hermano y la mía reunidas para ir a casa de mamá, papá se nos pegó, quería ver a mamá en estos años, él casi no sale de casa, ya tiene a otra familia, pero esa familia ya se despegó de él también, ahora solo vive con su mujer y aun pregunta por su primera musa, pero ya no como antes.
Llegamos a la casa de mi mamá a medio día, después de horas en camino, y que por fin mi hermano termino de arreglarse, entramos a casa de mamá, pero no había nadie, le llamamos a la enfermera mil veces, pero no contestó, a eso de las 4 de la tarde, luego de horas de llamadas insistentes a la enfermera, por fin respondió.
–Señora Adelaida, buenas tardes, discúlpeme, estaba atendiendo a su madre ¿sucede algo?
–Sucede que no está ninguna de las dos en casa ¿Dónde está mi madre?
–Señora, por favor, no se exalte de esa manera contra mí, su madre no quiso preocuparla ni a usted y mucho menos a su hermano, su madre tuvo una recaída con la diabetes y no me dejo llamarlos para notificarles de su estado, estamos en el hospital, lleva internada cerca de 1 semana.
–Llegamos en unos minutos, no le digas nada por favor –le colgué y me giré hacia donde estaba mi hermano, le conté lo que me había dicho la enfermera y tomamos rumbo al hospital –¿tan malos hijos somos que mamá no nos quiso decir nada?
–Calla Adi, no somos malos hijos, vivimos lejos de mamá, esa siempre es la razón, ella no nos quiere preocupar, estamos a la distancia de ella siempre.
Al llegar al hospital, pedimos información de nuestra madre, ella estaba en cuidados intensivos, se había descuidado ella y la enfermera, por esa razón recayó, mamá estaba dormida cuando entramos a su habitación, la enfermera estaba a un lado de ella en una silla, estaba leyendo un libro mientras nos esperaba, al vernos nos notificó de todo y salió de la habitación dejándonos solo a mi hermano y a mí con ella.
Mamá es una mujer mayor, cuando mi hermano y yo nos fuimos de la casa, no quisimos que se sintiera sola y la íbamos a visitar cada fin de semana, luego era cada dos fines de semana y hasta la fecha, solo una vez al mes, nos ama y nosotros a ella, pero en el fondo sabemos que le hacemos falta.
Estuvimos toda la noche a lado de ella, nuestros hijos pasaron unos minutos a ver a su abuela y luego se fueron a casa a descansar, el hospital no es un buen lugar para unos niños.
Llego la mañana, la enfermera estaba comprobando que todo estuviera bien cuando mi mamá se despertó, su mirada parecía perdida, nos volteo a ver y extendió su mano
–Mis niños, que bueno es verlos aquí.
–Mami nos diste un gran susto –le dijo mi hermano, tomo su mano y la puso en su mejilla –mamá, eres una cabeza dura, ¿Por qué no nos avisaste? Para nuestra dulce mamá siempre tendremos tiempo de sobra
–Una vieja como yo no quiere traerles preocupaciones a sus hijos, además, tengo una buena compañía, Mayte es mi compañera para donde sea que voy.
–Pero nosotros somos tus hijos –me senté en la orilla de la cama sosteniendo su otra mano –Alaric tiene razón, para ti siempre tendremos todo el tiempo del mundo
–Pero yo no quiero eso, ya viví mi vida, no los quiero amarrar a mí, Mayte es buena, ella es como otra hija y ya mejor dejen de decir sus cosas y denle un abrazo a su vieja madre.
–Vinimos a verte de sorpresa con los niños por tu cumpleaños y nosotros fuimos los que nos llevamos la sorpresa.
–No debieron venir, un cumpleaños más significa un año menos en la tierra, mejor díganme que vinieron a verme por que quisieron y no por obligación
La enfermera Mayte, trajo el desayuno de mamá, nos pusimos a darle de comer con ella presente, luego nos informó que nuestras familias habían llegado, papá no había querido volver al hospital, por lo que mejor se quedó en casa viendo televisión.
Le dieron el alta una semana después, semana en la cual mi hermano y yo nos dedicamos a buscar casas y empleos nuevos para estar cerca de nuestra madre, sus nietos se la pasaron jugando con ella todo ese tiempo, era lindo verla sonreír, entre todos decidimos que era mejor irnos a Inglaterra, para que ella volviera a lo que fue la casa de sus padres, el cambio de aire le sentó bien, pues la casa estaba en el campo, la remodelamos entre todos.