Cuando la muerte sea solo un sueño

Capítulo 17: Malentendidos y un beso

Sus ojos se concentraron por varios minutos en la pelota anti estrés, detallando cómo ésta iba y venía, impactando sobre la pared de la habitación. No había pasado mucho tiempo desde que despertó, Alai se estaba duchando, mientras Camille terminaba de aplicarse un poco de maquillaje y Emilia se encontraba sobre su cama, con la mirada perdida en una revista juvenil.

—Definitivamente, me encantan los campamentos —manifestó Camille, terminando de aplicar brillo labial y luego juntando sus labios repetidas veces, para distribuir de mejor forma el color—. Las fogatas me hacen sentir parte de aquellas típicas películas o series estadounidenses.

—Como Camp Rock —agregó la rubia que salía del baño, ya vestida y secando su cabello con detenimiento.

—Bueno, en ese caso, espero que nadie solicite la hora musical. El canto no es lo mío
—dictaminó ella, arrugando su nariz.

—¡La hora musical es lo mejor! —volvió a hablar Camille, emocionada.

—Y más cuando Ian será la voz principal —se entrometió Emilia, despegando su mirada de la revista y fijándola en cada una de ellas.

Skyler no pudo evitar atragantarse con su saliva al escuchar el nombre del adolescente.

—¿Ian cantará? —indagó Alai, comenzando a desenredar su cabello.

—Sí, tiene una voz realmente dulce.

—Vaya, no sabía que él cantaba, ¿Y tú Skyler? —cuestionó Camille, dirigiéndose a ella.

Skyler tosió un poco, esperando que el escozor en su garganta desapareciera por completo.

—Eh sí, pero nunca lo he escuchado. Supongo que Brandon sí.

—El viernes en la noche le cantó a Zhanna y le pidió oficialmente que fuera su novia —informó la rizada, mostrando complacencia en su expresión—. Claramente un gesto como ese, ella no podría rechazarlo. Además, llevaban muchos meses saliendo, ya era hora de que le pusieran un título a la relación.

El acontecimiento originó que algo en el interior de Skyler se detuviera momentáneamente. Ya sabía que tarde o temprano eso pasaría, Ian y Zhanna pasaban mucho tiempo juntos y evidentemente se gustaban, sin embargo, no estaba preparada para el día en que eso fuera oficializado. Creía que sí, pero verdaderamente no. La esperanza de que él se fijara en ella, radicaba exclusivamente en que ellos todavía no formalizaban la relación, no obstante, ese minúsculo rastro de fe desapareció, dejándole una sensación indescriptible y anómala.

Camille y Alai presentían que el silencio sepulcral por parte de Skyler, se debía a la noticia e intentaron desviar la atención de Emilia sobre ella, la cual la miró extrañada por su semblante ensombrecido.

—Oh, ahora todo tiene sentido, ¡Claro, cualquier mujer con dos dedos de frente aceptaría esa propuesta! —declaró Camille, sonriendo forzadamente.

—Por supuesto que sí —mencionó Skyler, disimulando el impacto que le había generado el acontecimiento.

Emilia se encogió de hombros y se levantó de la cama, dirigiéndose al interior del baño.

—Sky... —comenzó a hablar su hermana, mirándola de manera compasiva.

Ella negó con la cabeza, sonriendo levemente.

—Todo está bien.

Ninguna de las tres mencionó algo más.

Afuera de las cabañas, los alumnos se dispersaban con tranquilidad por el camino verde y áspero del campamento. Todos sus compañeros de curso se encontraban ubicados en cabañas cercanas a la suya, por lo cual no se le hizo extraño encontrarse con la mayoría apenas cruzó la puerta de entrada de la suya.

Distinguió la cabellera negra de Theo junto a un árbol gigante, y a su lado Logan y Christian. El último puso su mirada sobre ellas, incitando a sus amigos a caminar en su dirección.

Camille de igual manera lo notó y pasó una mano por su cabello, intentando peinarlo un poco más.

—¿Luzco bien? —cuestionó su hermana, volviendo su mirada a los adolescentes y luego a ellas.

—Luces preciosa como siempre y es obvio que Christian más que nadie también piensa eso.

Alai le lanzó una mirada picarona, comprendiendo las palabras de Skyler.

—Con que te arreglas tanto para Christian, eh.

—¿Qué? ¡Claro que no! —Christian sonrió en dirección de Camille, cuando se encontró frente a ellas. La castaña repitió su acción, ignorando los comentarios de la rubia—. Hey, ¿Qué tal?

—Todo bien, dragona marina —replicó el rubio, manteniendo contacto visual con ella.

—Eh, ¿Y cómo les ha parecido su nueva compañera de habitación? —se inmiscuyó Theo, mientras caminaban dejando pasos atrás a Christian y Camille.

—Algo comunicativa —contestó Alai, recordando la noticia del nuevo noviazgo.

Logan arqueó una ceja confundido.

—Resulta que Ian y Zhanna, son oficialmente novios —prosiguió ella, observándolo.

La rubia notó la complicidad de miradas entre ambos, distrayendo la atención de Theo hacia los equipos deportivos de los internados contrarios y permitiendo que pudieran conversar solos.

—¿Cómo te sientes? —cuestionó el chico, acercándose más a ella.

—Confundida —contestó, escrutando su rostro con detenimiento.

—¿Por qué?

Se tomó un momento para responder, tratando de encontrar un hilo entre todos los pensamientos que rondaban por su mente.

—No lo sé... sabía que en algún momento esto podría pasar, pero, es extraño. Al principio experimenté la molesta sensación de que te lancen una cubeta de hielos mientras duermes.

—¿Impotencia y mal humor? —asintió. —Bueno, supongo que ambos estamos en esa etapa donde obligatoriamente debemos cerrar ciclos.

Ella suspiró hondamente, apoyando sus palabras.

—Supongo que hay que resignarse.

Logan esbozó una sonrisa, notó que parecía estar pensativo y, finalmente, se mostró decidido. La tomó de la mano, inesperadamente.

—Nada de tristeza, eh, ¡Esta semana será victoriosa! —vociferó él, al mismo tiempo en que la obligaba a caminar presurosamente, en dirección de los demás quienes ya se hallaban tomando asiento frente a la fogata.



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En el texto hay: tristeza, romance, drama

Editado: 17.12.2023

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