Capítulo 19: Personas buenas amando a personas incorrectas

Skyler fijó su mirada nuevamente en el celular, detallando la fotografía. Sentía una gran incomodidad de tan solo pensar en la reacción que tendría su hermano al verla, ni siquiera pudo decirle que tenía que hablar con él, se limitó a dejarle un recado con su hermana, donde le informaba que lo esperaría en los asientos ubicados debajo del árbol frondoso que se encontraba en el jardín del campamento. Lanzó un hondo suspiro, al mismo tiempo en que notó que Logan se dirigía hacia ella.

—¡Hey, chica cielo! ¿Qué tal? —le cuestionó con emoción filtrándose en su timbre de voz.

Ella lo observó con seriedad, bloqueando la pantalla del móvil.

—Estoy empezando a creer que me estás acosando, últimamente te apareces hasta en los momentos menos oportunos, incluso cuando solías ser tú el que anteriormente huía de mí.

La expresión en el rostro de Logan se transformó, adoptando la neutralidad y seriedad típica que destacaba en él.

—Ya quisieras tú que te "acosara"
—replicó el chico, formando comillas con sus dedos.

Una risa sarcástica brotó de sus labios, originando que él entornara los ojos.

—No necesito que nadie, ni siquiera Logan Benedetti, se obsesione conmigo
—contraatacó, cruzándose de brazos.

Un silencio denso se formó entre ambos, iniciando un duelo de miradas.

Al cabo de unos segundos, el recuerdo de los sucesos ocurridos en los días anteriores
—donde su boca y la de Logan se involucraban de una manera demasiado intima— se implantó en su mente, dándole paso a un sonrojo en sus mejillas, que la obligó a desviar la mirada.

Logan sonrió diminutamente al percibirlo.

—¿Y qué haces aquí? A esta hora y sola.

Eran casi las siete de la noche, la oscuridad comenzaba a envolver el ambiente, permitiendo apreciar algunas pocas luciérnagas que habitaban el campo.

—Necesitaba un momento para mí... pero alguien impidió que eso fuera posible.

—No te entiendo, desde que pasó... —ella le advirtió con la mirada que ni siquiera lo mencionara. Sus opiniones respecto al tema eran contradictorias en exceso—. Bueno, desde que pasó lo que ya sabemos, te has encargado de mantenerte alejada. Es como si mi sola presencia te causara molestias.

—No me molesta tu presencia, Logan. En absoluto —comenzó a explicarle, sintiéndose abochornada por la situación—. Es simplemente que he tenido muchas cosas en mente... lo de Ian y Zhanna, eso extraño entre nosotros y ahora lo de Brandon. —Sus ojos se cerraron con frustración, cuando el nombre de su hermano se escapó de sus labios. No pretendía mencionar lo que había descubierto y ahora él, la persona a la que menos le competía, lo sabría.

«Que no pregunte, que no pregunte, que no pregunte» suplicó internamente, esperando que sus pensamientos tuvieran efecto.

—¿Brandon? ¿Qué pasa con él? ¿Tiene algún problema? —inquirió Logan, con una sincera preocupación.

Aunque Brandon no fuera la persona favorita del castaño, sabía el papel tan importante que representaba en la vida de ella. Por lo tanto, cualquier cosa que pudiera afectarle a él, perjudicaría de antemano a Skyler... y eso es algo que no desearía. Chica cielo era tan buena, pese a todos los adjetivos molestos que le atribuyó en el pasado, y esa benevolencia que la caracterizaba era merecedora de todo lo mejor que pudiera existir sobre la faz de la tierra.

—Aun no lo sabe, pero los tiene y los tendrá
—contestó ella luego de un momento, rindiéndose ante la idea de ocultar lo que pasaba. La expresión de confusión era evidente en Logan—. Vi a Rebecca engañándolo, te juro que sentí unas inmensas ganas de golpearla. No puedo creer que le haya hecho eso, es que, si supieras la forma tan linda en la que se expresa de ella, si escucharas la manera en que cambiaba su tono de voz al mencionarla... ¿Cómo una persona puede tener la capacidad de engañar y lastimar a otra que le entrega tanto amor? No lo entiendo. Nunca lo entenderé —finalizó, sintiéndose impotente y sentimental.

Mientras su mejor amiga estaba enamorada en secreto de su mellizo, él se encontraba en una relación con una persona que no correspondía verdaderamente sus sentimientos. La desesperaba pensar en la cadena que se formaba cuando querías a alguien y ese alguien quería a otro alguien. ¿Por qué no podía ser simplemente correspondido ese sentimiento? Buenas personas amando a buenas personas, y las malas teniendo cariño por aquellas que fueran de su misma condición. Así, sin duda, la vida sería mucho más sencilla, ¿No?

—Ya he vivido la experiencia y te aseguro que por más que intentes comprenderlo, no podrás. La mayoría del tiempo, entregamos más de lo que recibimos, y a pesar de brindar tanto, si el receptor no sabe apreciar esos detalles, serán esfuerzos hechos en vano —habló él, tomando como referencia su relación con Emilia—. Ese tipo de receptores, son personas egoístas, que, aunque se les esté entregando el mundo en las manos, nunca se sentirán satisfechas ni comprometidas; para ellos, sentirse bien implica dejar de lado las emociones de otras personas, porque primordialmente, se preocupan por las suyas.

Skyler se concentró en su rostro, escuchando atenta cada una de sus palabras. Le gustaba cuando él expresaba lo que pensaba o sentía sobre algo, porque sus reflexiones generalmente eran más profundas que las suyas. La llevaba a cuestionarse o plantearse cosas que no se había imaginado.

»Para esa clase de personas, es lo de menos saber si el amor que reciben es inmenso o no. No les importa cuánto sientas o estés dispuesto a hacer por ellas, porque nunca entenderán lo que es dar tanto, sin esperar algo de vuelta. Nunca comprenderán lo que significa contar con una persona que sin importar lo que seas, esté dispuesto a quererte y a quedarse. Nunca medirán la magnitud de una traición y la manera en que un alma puede quebrarse debido a eso.

Una lágrima resbaló sin aviso por su mejilla. Logan la limpió con sutileza, permitiendo que el silencio se albergara entre ambos.