El día tan esperado por fin había llegado. En la casa de Skyler todos corrían de lado a lado, terminando de empacar sus cosas en los morrales para salir camino al lugar donde se realizaría la boda y consecuente recepción. Inclusive Mechi quien también había sido invitada.
Ella le dio una repasada al listado que formuló de cosas para llevar, teniendo en cuenta que su memoria a veces le jugaba en contra y no quería olvidar nada.
—Perfecto —musitó al comprobar que todo se encontraba debidamente empacado.
Bajó a la estancia donde ya estaban sus hermanos y Mechi, listos para salir. Los trajes de cambio se hallaban extendidos sobre el sofá.
—Christian y Logan vienen para acá para que salgamos todos juntos —informó Cam, después de leer un mensaje en su celular.
—Y Alai y su familia también vienen en camino —continuó Brandon con la sección de anuncios.
—Entendido —replicó, colgándose la mochila en su espalda y tomando su porta traje. Ellos hicieron lo mismo.
—Listo, ya podemos ir saliendo todos —se hizo presente Nicolas, bajando las escaleras con su equipaje y su traje en mano.
Acataron sus indicaciones de desalojar la casa y, cuando menos lo pensaron, el frente de la mansión se volvió estacionamiento para los invitados a la boda.
Primero Alai, Fabricio y Amy, su mamá. Acto seguido, Logan y Cristian, quienes venían apretujados en los automóviles, puesto que tenían como pasajeros a todos los integrantes de la familia Benedetti y Carola junto a Annie. Los señores Henderson eran los únicos ausentes porque se habían ido horas antes acompañando a los novios.
A diferencia de las damas y caballeros, los invitados ya lucían sus atuendos elegantes para que los únicos que llegaran a prepararse fueran ellos y no generar tanta aglomeración y tardanza.
—¿No ha llegado Fisher? —fue lo primero que preguntó Logan al bajar del vehículo.
—¿También venía para acá? —indagó Skyler, a manera de respuesta.
Él se acercó a ella, depositando un beso en su boca y saludando a los demás.
—Sí, dijo que no conocía muy bien el camino y prefería irse siguiéndonos el rastro. Trae a Mónica con él, por eso del castigo —les explicó Christian, abrazando por los hombros a Camille.
Los demás pasajeros continuaron descendiendo de los vehículos.
—Hola, chica cielo —la saludó Annie apenas se asomó, corriendo hacia ella.
—Hola, Spiderchica —imitó la acción la pequeña Rachel, después del abrazo que le dio a la otra niña.
—¿Chica cielo ¿Spiderchica? —la expresión de desconcierto en el rostro de su padre fue imposible de ocultar.
—Larga historia —respondió con simpleza.
Nicolás hizo caso omiso y se acercó a las únicas mujeres adultas presentes.
Jacob y Alonzo fueron los últimos en bajar del auto, esperaban que la sesión de saludos se ejecutara para saltársela.
—Sorprendente, sí vinieron. Y muy distinguidos, por cierto —mencionó Skyler, acercándose a los dos.
Alonzo llevaba puesto un traje de paño completamente negro y el de Jacob era azul oscuro, con camisa blanca. El primero besó su mejilla y el segundo su mano.
—Mademoiselle —se dirigió a ella Jacob, aun sosteniendo su mano y conservando la actitud coqueta de la primera vez que la vio.
—¡Deja de ser promiscuo! Es nuestra cuñada
—intervino Alonzo, manoteando a Jacob.
Lanzó una risita, mientras el primo de Benedetti refunfuñaba.
El sonido de otro motor acaparó su atención, se trataba de Theo y Mónica, quienes habían llegado ya. Su novio se acercó a ella, mientras que los recién llegados saludaban.
La mirada de Alonzo se quedó absorta siguiendo cada paso de la versión femenina de Fisher. Logan y Skyler lo detectaron.
—Parece que alguien ha llamado la atención de tu hermano —le susurró, manteniendo la visión sobre los Fisher.
—Eh Alonzo, ¿Te traigo un balde para la baba? —preguntó Logan, simulando que le cerraba la boca al chico.
Jacob lanzó una risotada.
—Está muy apetecible la norteamericana.
Skyler lo miró de mala gana por su comentario.
—Jacob, ni que fuera un trozo de comida
—expresó para que captara que su comentario había sido innecesario.
El mencionado sonrió inocentemente, despeinándole el cabello para intentar calmarla.
—Bueno, ahora que estamos todos, organicemos los pasajeros para cada vehículo —su padre habló en voz alta, desviando hacia él la atención de todos—. Somos...
Nicolás comenzó a hacer un conteo de cuántas personas había.
—Creo que 19 —declaró Logan, repasando cada una de las cabezas.
El hombre terminó de contar, concordando con el número expresado por el muchacho.
—19 personas, 5 autos, eso quiere decir que 4 personas por vehículo excepto uno en el que irán 3 —notificó Nicolás.
—¡Excelente! Yo opino que tú deberías llevar a la señora Aryanna, Darla y a Mechi —propuso Skyler, buscando no sólo que su padre conviviera más con Darla, sino que los adultos fueran juntos en un mismo vehículo.
La única que quedaba exenta era Amy, pero no tenía problema en eso.
—Qué conveniente que quieras que todos los adultos estemos juntos en un mismo auto, debería mandar uno a cada vehículo para que los supervise.
—¡Papá!
—Ya están lo suficientemente grandes, Nicolás, no creo que hagan locuras tras el volante —se entrometió Amy, recordándole por qué le agradaba tanto la mamá de su mejor amiga.
—¿Ves? —cuestionó, asintiendo en apoyo a las palabras de la mujer.
—Concuerdo con mi hermana —dijo Brandon, agitando su dedo índice.
—Bien, organícense como deseen. Pero rápido, que el camino es largo —ordenó de vuelta Nicolás, indicándole a sus pasajeras que subieran al auto.
—¿Fisher, podrías llevarnos? —le preguntó Jacob a Theo. Le divertía ver a Alonzo intentando disimular lo embobado que lo tenía la hermana del norteamericano.