Cuando la vida te prepara algo mejor

Cuando la vida te prepara algo mejor

Hace tres años, un 29 de marzo de 2018, estaba por suceder algo que cambiaría por completo la vida de:

 

Pedro - Después de todo lo que soporté, después de todo lo que sufrí, hoy es el día que tanto esperé. Me merezco estar bien. Gracias por este momento -se repetía frente al espejo, mientras una sensación de plenitud y felicidad invadía la habitación-

 

Ese día Pedro le iba a proponer compromiso a Sofía, la mujer más linda sobre la faz de la tierra y él estaba seguro de su amor.

 

Pero esta historia no comienza ni termina ese día, hay un antes y después que lo cambia todo

 

Esa noche, Pedro se quedó en blanco, sin saber qué decir y con la misma sensación que sintió seis años atrás, cuando sentía que había tocado fondo y no podía continuar con su vida.

 

(seis años atrás) Pedro era un joven de 20 años que hace poco había finalizado la preparatoria, sentía una inseguridad enorme sobre su futuro porque no tenía una idea clara sobre su verdadera pasión, lo único que sí estaba seguro es que le gustaba mucho Sofía. Él trabajaba en un cyber donde cierto la conoció. La primera vez que cruzaron miradas, ella sintió cabalgar cielo adentro de sus ojos y en la eterna luz de su mirar, sintió la felicidad que, con paz y calma, paralizó su corazón. Sofía era así, un poco enamoradiza, muy bella y con mucha actitud.

 

A los dos les gustaban los videojuegos y esa fuerte atracción que los unía, era una excusa para verse todos los días.

 

Pasaron unos años y Pedro consiguió un trabajo estable en una empresa de turismo pero su jefe era muy arrogante, siempre se salía con la suya porque no daba brazo a torcer.

 

Cuando por fin Pedro se decidió a pedir un aumento, no le quisieron subir el sueldo de $750 a $1000 porque no tenía una carrera universitaria terminada. Él hacía exactamente lo mismo que la persona que había estado en ese puesto anteriormente, -y de hecho hacía mucho más- y solo estaba reclamando el mismo salario que se pagaba por el mismo puesto. No le podían dar como excusa que no era idóneo para el puesto porque, de hecho, de entre toda la gente con carrera universitaria que aplicó, lo eligieron a él. Pero luego, su jefe le dijo que no le pagaría el sueldo acordado porque a diferencia de la persona anterior, Pedro no tenía ningún "título universitario".

 

Fue un rayo de luz o un dejavú, aquella situación le abrió los ojos y se dio cuenta que no iba a ascender mucho en la escala tradicional de empleado. Decidió inventar una marca y crear una persona moral, o sea, una empresa. Porque a las empresas nadie les pide "ningún certificado de estudio". Decidió aprender a "jugar el juego".

 

Pedro no se veía en la vida ganando $750 mensuales, aunque fuese un trabajo en relación de dependencia, con seguro y obra social.

 

- Creo que debo renunciar a mi puesto para dedicarme al copywriting -comentó Pedro a Sofía.

- Si renuncias terminamos -enfatizó ella.

 

Si hay algo que caracterizaba a Pedro era su obstinación y determinación, por eso renunció, pero no le dijo nada a su novia. Pensó que, como no estaban ni siquiera casados, no era una decisión que ella podía tomar por él.

 

Sofía tenía carácter fuerte y sabía bien lo que quería, pero tenía una visión diferente a la de Pedro. Ella prefería la seguridad de $750 por tratarse de un trabajo en blanco. Sin embargo, Pedro sentía que podía ganar más dinero con el copywriting porque para ese entonces ya había tenido por fuera unos trabajos que pagaban mejor que el empleo que tenía.

 

Durante el año siguiente, Pedro se dedicó por completo al copywriting, nunca faltó dinero, seguían saliendo al cine, a los antros y gastando en gadgets y videojuegos; la vida nunca había sido tan hermosa.

 

Hasta que llegó aquel 29 de marzo en que Pedro explotaba de tanta felicidad y había planeado algo sencillo para llevar su relación con Sofía a otro nivel. Después de repetir aquellas frases de entusiasmo frente al espejo, se dirigió al bar donde siempre se encontraban para tomar unas cervezas.

 

Todo marchaba según sus planes, pero el único error que cometió fue, declarar que había abandonado su trabajo anterior. Cuando Sofía escuchó que él había renunciado, cumplió su promesa y terminó con Pedro. La seguridad que lo rodeaba, toda esa sensación de amor en el aire; esa perfección que sentía cuando estaban juntos, se derrumbó en unos segundos y todas las dudas lo envolvieron de nuevo como cuando era joven.

 

Otra vez, un rayo de luz lo iluminó al recordar las palabras de un amigo:

 

- “Quien no está destinado para ti, no importa lo que hagas, no importa cuánto luches. Si dos caminos se separan, debes soltar y dejar ir, porque tu corazón está hecho para amar no para sufrir”

 

Desde entonces, Pedro entendió que el amor que sentía por Sofía era por todas las cosas que tenían en común, por los mismos gustos y los hábitos compartidos. Pero no existía un amor real, un amor profundo, todo era superficial y así como duro, así se desvaneció aquel sentimiento.


 

Pasaron unos años y Pedro descubrió su verdadera pasión, desde que comenzó con el

copywriting no paró, porque le gustaba mucho la lectura y cuando escribía sus textos

enriquecidos de valor, recibía todo tipo de elogios por su servicio.


 

Fue dentro de su empresa donde conoció a Valentina, su verdadero amor, con el que compartían el gusto por la lectura y la escritura.


 

Esta vez fue diferente, porque las cosas en común que los unían, eran más que superficiales, se trataba de un amor libre e incondicional. Era “darlo todo sin esperar algo a cambio” y desear por sobre todas las cosas, la felicidad del otro.


 

Esta vez Pedro no se miraba al espejo para motivarse con mensajes positivos, los vivía y los sentía a flor de piel.



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En el texto hay: superación personal.

Editado: 13.03.2021

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