Zyan:
El día de hoy será como todos los demás, aburrido y carente de sentido, han pasado ya cuatro meses desde que llegamos aquí, he logrado generar una amistad con mis compañeros, en especial con Zac que le paso lo mismo que a mí, ambos fuimos engañados por personas en las que confiábamos pero a diferencia de él no me importo mucho, lo único que me dolió fue que la reputación de los Arium se destruyera , pero después de un tiempo el dolor deja de importarte ; Zac convirtio ese dolor en una cadena que se ajusta alrededor de su cuello, hasta lord Revan noto ese cambio y permitió que otro tomara el lugar de líder que le pertenecía a Zac.
Por eso odio viajar, siempre ocurren imprevistos molestos. Zac pronto tendría que tomar una elección, vivir con ese dolor o superarlo y hacer de este una motivación para nunca volver a ceder ante los caprichos del amor.
Se han esparcido rumores de que la princesa regreso a la capital y no vino sola, trajo con ella a dos príncipes, lo que explica el mal humor de lord revan cuando tiene que venir para resolver algún asunto, si su padre que siempre está enojado con el mundo ya era insoportable, tener a ambos juntos era insufrible. En especial hoy, cuando se hizo público que su hijo no sería el único prometido de la princesa, estábamos practicando equitación cuando escuchamos un estallido, nos bajamos del caballo lo más rápido que pudimos para ir al lugar de origen de la exploción, cuando vimos de qué se trataba perdimos todo el interés en ir a investigar, puesto que era una rabieta del duque Revan, porque, ocasionalmente, era él.
Al atardecer ya estaba cansado de mi rutina diaria, y pensaba con más frecuencia la idea de abandonar este lugar, pero parece que mis pensamientos fueron escuchados y esa tarde todo cambió.
Todavia seguiamos aturdidos cuando una persona entró a la academia, normalmente las visitas a este lugar eran muy controladas y ningún noble podía entrar sin una cita hecha con anticipación, el rey no era alguien que pudiera montar a caballo debido a su salud delicada, que esto sucediera haría que el duque Revan enfureciera más. Cuando la figura llegó por completo al alcance de nuestra vista. Sentí que el aire se escapaba de mi cuerpo y se negaba a regresar a mí.
Su caballo negro, tenia su cabello trenzado con arreglos de oro, relinchaba constantemnte y se agitaba incluso teniendo a su ama encima de él, pero eso no era tan importanto considerando quien lo montaba. La princesa bajó con cuidado del caballo y los guardias a su alrededor se replegaban por el pasillo de entrada formando un fila, luego se escucharon sus pasos acercándose y casi cuando llega hasta nuestra posición se detuvo. El duque Revan salió de su oficina y se quedó parado frente a la princesa, debía tener mucho coraje para pararse de forma santurrona enfrente de un Nitel.
-su majestad- lo dice entre dientes el duque, que ser más despreciable - que placer que nos honre con su visita
-también es un placer- ambos se odian a muerte, el aire se vuelve más tenso a su alrededor -ellos son …
-si, los nuevos caballeros de la orden de la rosa- el duque nos mira de reojo y siento que mi cuerpo se paraliza cuando la princesa posa su mirada en nosotros - soldados den un paso al frente
-si señor- respondemos automáticamente, estamos a un solo paso de la princesa, si me concentro puedo hasta escuchar su respiración y absorber el aroma de su perfume.
-El es Leo, líder de su orden ,hijo de la casa de Siras, El el Zyan hijo de la casa Arium, el es Ezra hijo de la casa de Riodel. Elio y Zac hijos de la casa de Meros - Cada uno de nosotros nos inclinamos cuando pronuncian el nombre de nuestra familia y nuestro nombre
Los ojos negros de la princesa se me asemejan a la obsidiana, ella nos examina frugalmente y genera algún tipo de analisis con su rapida inspección, pareciera que nos iba a preguntar algo pero el duque se interpuso en eso.
-Ellos son sus nuevos protectores dado que Clyde esta… bueno usted ya sabe- dice con recelo y por un momento siento lastima por el duque
-¿qué está haciendo según usted?- pregunta la princesa, alrededor de su mano una pequeña sombra se entrelaza en sus dedos
-está tratando de ganar su mano con los otros príncipes pese a que … - se detiene cuando nota que la princesa sonrie
-¿Pese a qué? lord Revan, digalo lo escucho- todos lo miran y evitar parpadear para ver lo que viene a continuación
-pese a que él no debería siquiera de hacerlo, un desperdicio a tanto talento y por una niña insolente que ni siquiera se digna a avisar de su visita y uno tiene que dejar todo lo que hace....- se detiene cuando siente que no puede respirar, una sombra se enlazaba en su cuello evitando la entrada y salida de aire, no podía activar sus poderes debido a que la princesa se lo impedía, su cuerpo se doblaba de dolor y angustia. Sentía miedo pero también admiración, mi mente estaba por las nubes cuando la voz de la princesa volvió a escucharse
-no sabia que protegerme a mí, su próxima reina era un desperdicio o acaso debo de anunciar mi visita a un lugar que por derecho me pertenece, recuerde su lugar lord Revan el hecho de que sea amigo de mi padre no le da el derecho de tratarme como le plazca y no confunda mi silencio con debilidad a veces puede ser más peligroso que una palabra- lo liberó de su agonía, miles de guardias observaban asombrados el castigo que le impuso al duque, la princesa no era alguien a quien pudiéramos ofender y sin embargo estamos felices de que por fin alguien le diera un pequeño castigo al duque que solo se la pasaba quejándose de todo.