Todos sabemos que a zyan le gusta la princesa, todos parecen darse cuenta de su estado de humor cuando está cerca de ella y lo que sucede cuando no lo está.
Es aterrador ver cómo alguien como él puede sentir dicho sentimiento, suponiendo que sus intereses se mueven por el ferviente deseo de su egoísmo y su excentricidad. Si fuera otra mujer la que hubiera pasado por sus ojos no nos molestaría y en todo caso lo animaríamos a declararse pero sus ojos se posaron en algo que no solo le costaría la vida a él, nosotros podríamos terminar siendo desechados por sus acciones.
No ayuda mucho que sea el preferido de la princesa, bajo su protección no hay persona que lo pueda detener. El ducado Arium después de muchos años por fin tiene un digno sucesor que hace honor al apellido de los señores terraneos. Zac me mira en silencio preguntándose qué fue lo que le dije a Zyan, no hay que ser un genio para saber que eso es lo que quiere saber. Mi hermano es muy listo pero no es muy bueno para ocultar sus emociones ni sentimientos. Lo convierte en un humano pero también lo vuelve vulnerable.
Vemos cómo zyan se sube en el auto y avanzamos justo después de que él lo hace. Leo y Ezra están a lo último, debería estar feliz de poder estar libre de cuidar a la princesa, debería estar relajado de no seguir la etiqueta aunque solo sea por un viaje. Pero siento una cadena ajustarse a mi cuello, un murmullo se extiende por mi cabeza hasta convertirse en gritos.
— ¿por qué él y yo no, que tiene el que no tenga yo?—era mi voz y de algún modo se volvió turbia e insoportable, miré unos segundos al frente. Mi mente se turbó de nuevo al pensar en lo que estarían haciendo la princesa y zyan—Inútil
Apreté con fuerza mis labios, el color carmesí de la sangre escurre y gotea tres veces en mi pierna antes de que limpiara con fuerza la sangre que escurría de la mordida. Zac me dirigió una mirada de confusión y lo único que pude responder fue una excusa que hasta yo pensé que era estúpida.
—Elio, estoy preocupado por ti—dijo unos momentos después—Tengo la sensación de que algo te está carcomiendo por dentro.
—¿En serio?—contestó distraídamente mientras miraba de nuevo al auto delante de nosotros, el dolor de la mordía ayudó a que pudiera seguir con mi sonrisa forzada, no necesitaba que mi hermano me diera un sermón de lo que es bueno y lo que es malo— no me siento así
—Eres mi hermano, se cuando algo te sucede— respondió rápidamente, Zac no debía de saber mucho más de lo que yo sabía, que no era mucho en realidad pero se sentía como si así fuese — Se cuando te enfermas y cuando estás triste, incluso se cuando una persona te afecta.
—Zac, estoy bien—Mentira, lo sabíamos. “Estoy bien” he dicho esa mentira tantas veces que es fácil decirla ahora
—Elio, eres la persona más cautelosa y controladora que conozco, esconder tus emociones y sentimientos es algo nato de ti—¿a qué quiere llegar? No espero nada de todas formas—por eso no entiendo por qué muestras lo que sientes ahora
—¿Que dijiste?—lo miro y él sonríe satisfecho
—Tu que controlas todo, estás tambaleándote y pareciera que aún no te das cuenta de lo celoso que estás —celoso, pero qué mierda está diciendo, un rechinido de mis dientes hizo que Zac confirmara su suposición— Elio puede que Zyan se muy obvio con su reciente interés amoroso y por qué él no intenta ocultarlo
—Zac, deja de decir estupideces. Nos pueden acusar de traición—regreso mi atención a la ventanilla. Zac no se detiene
—La princesa—lo miró, él espera para hablar y por una vez en mi vida tengo miedo de lo que diga— ¿Tú en verdad …?
— hipotéticamente si te dijera que si, ¿me apoyarías ?— espero pacientemente su respuesta, nunca responde —o solo lo ignoraras como un buen hermano
Se que escogerá lo segundo, Zac jamás podría darme la espalda a mi que soy su única familia. Incluso si no somos buenos ni lo intentamos, al final somos hermanos, un lazo inquebrantable.
—¿Zac?— cuando lo miro siento que la presión del aire me asfixia, miro la grieta de su ser, la expresión contraída de su cara y la forma en que le tiemblan las manos, era la misma expresión que hacía mi madre cuando sufría por amor, y al ver los ojos de Zac podía entender el por qué de su silencio— entiendo, todo tiene sentido.
—yo pensé que...— tartamudeaba, como no me di cuenta antes, Zac es un romántico empedernido, y la princesa con su encanto único y su personalidad inusual no cabe duda que logró filtrarse en los pedazos del corazón de Zac—que yo era…
—¿el único imbécil que se enamoró de la única princesa de este estupido reino ? y que aparte aún no se da cuenta de ello eres tú Zac— explote, la rabia subía y bajaba por mi garganta como si fuera veneno— ¡¡¿por qué Zac, por que?!!, creí que siendo tu un despechado jamás pondrías los ojos en ella.