El atardecer en el viñedo es mágico, sientes que no puedes dejar de mirarlo. El sol es como una tenue sin fin, sintiendo su iluminar sientes que ya no hay oscuridad. El rechinar del caballo, aquel caballo conocido “Julián”, el caballo de su padrino la hizo voltear a mirarlo y allí estaba él con una sonrisa que conocía a la perfección. Bajó de su caballo.
-Fabiola- suspiró cariñosamente mirándola con una sonrisa- una vez más aquí hija- le ofreció su mano y ella se levantó.
-Aquí veo la mejor vista del atardecer padrino- sí, se encontraban en la parte alta del viñedo una colina que dejaba observar el viñedo y su hermoso paisaje en todo su esplendor.
-Vengo por ti, tu madre está preocupada por ti no quisiste almorzar- Fabiola suspiro su madre se preocupaba por todo, la conocía perfectamente. En otra vida le hubiera encantado tener un hermano así no tuviera tanto su atención.
-Mamá se preocupa por todo padrino- sonrió derrotada- exagera.
-No exagera, hace lo que toda madre debe hacer preocuparse por sus hijos- apretó ligeramente el hombro de Fabiola- sabes que eres como una hija para mí y también me preocupo por ti, sé que desde hace unos años tu mirada ha cambiado- Fabiola negó mientras quitaba un mechón de su frente.
-Son cosas tuyas padrino, sigo siendo la misma Fabiola de siempre. Solo que he estado un tanto agobiada de carga de trabajo, hace años de los estudios, entre otras cosas-Marcos suspiro derrotado siempre decía lo mismo pero su intuición pensaba completamente lo contrario y para no seguirle la contraria prefiere callar.
- ¿Y si hacemos una carrera a ver quién llega primero a la casa? - Marcos rio siempre buscaba la forma de evadir sus interrogatorios.
La noche llegó a la Mansión Sotomayor, los Sotomayor son conocidos por poseer uno de los mejores viñedos de la región y productores de uno de los mejores vinos de la región de California, ya estaban a mitad del verano, casi se acercaba la Vendimia que hacían cada año antes de entrar al otoño para conmemorar todos aquellos productos hechos con esfuerzos de cada uno de sus trabajadores. La Familia Sotomayor está constituida por Marcos Sotomayor, Gael Sotomayor, Martín Sotomayor y Martha Sotomayor.
-Cada vez falta menos para la vendimia- comentó Gael para romper el silencio.
- Así es hijo, este año hemos tenido un aumento de nuestra producción y sé que será todo un éxito- dijo Marcos mientras Martha seguía comiendo de su bistec de carne.
- Respecto a eso, he hablado con Martín esta tarde, al parecer lo he convencido que regrese a su hogar- manifestó Martha feliz.
Gael se atoro con su comida a la vez que su padre miraba a Martha sorprendido, pues había tratado de convencer a su hijo que viniera a casa desde hace 7 años, pero no conseguía nada, así que solo lo podía abrazar cuando tomaba un avión para España.
-Has hecho milagro mamá. Martín no ha querido venir a California desde hace años- Martha sonrió emocionada, cuando su hijo vuelva a casa se encargaría de convencerlo que se quede.
- Tengo mis métodos, por eso brindemos- tomo su copa de vino.
MADRID, ESPAÑA 2022
Cada vez más las temperaturas altas eran peores, parecía ser este verano el más caluroso de la historia con temperatura registradas de hasta 45°C, siendo de máxima alerta alrededor de todo el país, la gente tratando de refrescarse en las fuentes de agua.
Llegó a mi apartamento ubicado en una de las zonas más privilegiadas de Madrid, queda en el décimo piso, desde aquí tenía una vista esplendida de zonas de la ciudad. Había pensado las palabras de mi madre, había decidido regresar por tres meses a los Estados Unidos, ya tenía más de seis años fuera de mi país sin regresar a las tierras donde crecí, viví mis mejores momentos, así como mis peores momentos, es la tierra que me vio nacer, la cual mi padre me inculcó su gran amor por ella.
Significaría todo un reto para mí, porque allí estaba ella Fabiola Montesinos. Pero ya me sentía completamente listo para verla de nuevo.
Ya no significaba nada para mí, solo era una mujer más que vería allá.
Ya ella no representaba una amenaza para mi vida.
Estos años me han hecho entender que de amor nadie se muere, si es doloroso amar, pero un día vez una luz en el camino como la que ahora veo en mi relación con Katia Fuentes la mujer la cual ha estado para mí desde hace tres años.
Al principio empezamos con encuentros casuales, y poco a poco con sus atenciones y su paciencia fue entrando en mí la posibilidad de llevar nuestros encuentros a algo más y sí, oficialmente llevamos de noviazgo dos años.
Ya se hicieron las 8 de la tarde, así es, en verano dura más el día y solo no había sol cuatro horas. Había mandado a pedir comida italiana para Katia y para mí. También me había encargado de invitarla a cenar para informarle de mi viaje.
En nuestro noviazgo solo yo iba a quedarme en su Apartamento todo el fin de semana, y en la semana cada quién en su espacio, ambos vivíamos ocupados en nuestros trabajos, ella es Presidenta de Marketing de la empresa de importadora de vino de su Familia proveniente de Castilla-León.
Serví las copas de vino, ya Katia me había enviado un mensaje donde me informaba que estaba llegando, la comida ya había llegado la serví igualmente suspiré, sé que ella me quiere lo sé, ha tenido toda la paciencia del mundo para esperar que por fin me decidiera en tener una relación con ella.
El Timbre sonó y ella me tomo de la solapa de mi corbata para besarme profundamente, le correspondí ella se había vuelto mi lugar seguro. Y estaba al tanto de todo, sí nunca le he mentido, sabe lo enamorado que había estado de Fabiola, como calle mi amor por ella, como batallaba con mi silencio, y cuando decidí dejar mi País para estudiar y huir de mis sentimientos.
Excepto de mi encuentro pasional con Fabiola hace siete años.