Cuando llegue el atardecer

Prólogo

MIÉRCOLES 31 DE OCTUBRE DEL 2018

3:40 A.M.

Hanna se había acostado hace apenas una hora, estas semanas habían sido muy cansadas para ella, después de casi dos años Bruno había dado señales de querer despertar, así que todo su tiempo libre se lo había dedicado a estar junto a él. Sus tareas de la universidad habían quedado en segundo plano y esa era la razón por la que se había acostado tan tarde, la próxima semana tenía que presentar un proyecto en Físico-química alimentaria y no había avanzado prácticamente nada.

Era una noche en la que la luna brillaba más que nunca, la luz se filtraba por la ventana, el clima hacia honor a mediados de otoño, Hanna se disponía a girar su cuerpo en las sabanas y continuar con su sueño, pero de pronto el silencio se vio interrumpido por el sonido de una llamada.

La pantalla del celular se iluminaba con el nombre de Rafael, a Hanna el corazón le comenzó a latir de una manera increíble, ella contestó.

- ¿Hola? – esa palabra llevaba consigo demasiados sentimientos, sabía que Bruno no la llamaría si no hubiera ocurrido algo importante.

- Hola Hanna, disculpa la hora, sabes que no te llamaría si no fuera una emergencia – esperaba que continuara, pero del otro lado no se escuchaba nada más que los sonidos de una ambulancia, Rafael se había quedado esta noche junto a Bruno, eso era seguro.

- ¿Qué ha pasado? – El corazón de Hanna latía tan rápido que parecía que iba a salirse del pecho.

- Es Bruno, Hanna.

- ¿Qué es lo que le pasa? - silencio - Dímelo rápido Rafa por Dios, que voy a tener un colapso de la desesperación.

- Él ha despertado – Hanna había esperado por mucho tiempo este momento. Pero justo ahora no sabía cómo reaccionar adecuadamente.

- Estoy allá en media hora – colgó e inmediatamente se vistió como pudo, cuando salió de su habitación se dirigió al garaje, a su padre no le molestaría que se lleve el auto en una circunstancia como esta.

A Hanna el camino al hospital se le hizo muy corto, cuando llego al lugar no recordaba nada del trayecto, solo sentía una tranquilidad al estar cada vez más cerca de su destino. Entró al hospital corriendo, no necesitaba un pase para poder ir a verlo, algunas enfermeras ya la conocían, había pasado mucho tiempo en ese lugar.

Al llegar al pasillo en donde se encontraba la habitación de Bruno, se encontró con sus padres, su hermana y Rafael. Al acercarse a ellos no paso un instante antes de que la madre de Bruno la abrazara y empezara a llorar.

-Él ha despertado linda, nuestras oraciones fueron escuchadas – Hanna estaba más que feliz, así que también sintió como algunas lágrimas resbalaban por sus mejillas.

Cuando ambas se separaron, Hanna saludo con una sonrisa a todos los presentes, se fijó que todos habían estado llorando ya que tenían sus ojos irritados.

- ¿Cómo está? – Hanna mientras hablaba se fue acercando a la puerta en donde se encontraba Bruno, pero una mano la detuvo. Era el padre de Bruno.

-En este momento están los doctores revisándolo, y después podremos pasar a verlo – Hanna solo asintió.

Veinte minutos después cada uno tenía un café en su mano – cortesía del padre de Bruno – y esperaban que alguien saliera de la habitación para así poder ingresar. Todos se mantenían en silencio, cada uno con sus pensamientos, Hanna solo se imaginaba lo feliz que sería su vida de hoy en adelante, después de casi dos años iba a estar con la persona que más amaba.

Cuando la puerta se abrió, todos interceptaron a la doctora Torres, quien había llevado el caso de Bruno desde el inicio. Detrás de ella iban tres personas más, eran parte del personal del hospital.

-Bruno aún se encuentra muy delicado, pero tiene suerte, debo decirles que si sigue la rehabilitación no tendrá secuelas graves y podrá tener una vida casi normal después de cinco o seis meses si él se lo propone, empezaremos con todo su tratamiento desde hoy a más tardar las ocho de la mañana – definitivamente la vida había sonreído a los cercanos a Bruno, él estaba demasiado bien después de lo sucedido - Los dejamos para que puedan interactuar con Bruno, por el momento no lo fuercen, una apretón de mano significa si y dos significa no – después de aquello los médicos se alejaron del lugar.

Los padres de Bruno ingresaron al lugar, seguidos por su hermana, Hanna después de ella y Rafael al final. Hanna ingreso al lugar como si fuera su habitación y no se podía esperar menos si ella en esa habitación había pasado mucho más tiempo que en cualquier otro lugar, la habitación era amplia, los padres de Bruno se podían permitir lo mejor para su hijo. En el medio de ella se encontraba una persona recostada en una cama rodeada de aparatos, Bruno solo movió sus ojos hacia las personas que lo rodeaban, y como pudo sonrió, esa sonrisa fue suficiente para que todos empezaran a llorar nuevamente. Alisa, la hermana de bruno fue la primera en darle un abrazo, fue seguida de sus padres, por fin la familia estaba completa de nuevo.

-Te extrañamos tanto mi amor, nos hiciste mucha falta – este momento era tan íntimo, que Hanna llegó a sentir que sobraba en el lugar, así que apartó la mirada y se fijó en Rafael, al parecer él se sentía de la misma manera, Rafa miro por un momento a Hanna y le dio una señal para que salieran, Hanna obedeció, quería dar privacidad a loa familia.



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En el texto hay: amigos, amor, accidente

Editado: 30.06.2020

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