–¿Te pasa algo?– pregunto la madre mientras esperaba el cambio de color del semáforo –si es por lo de tus notas, créeme que tendremos una conversación con tu padre–
–No, no es eso, solo que– Danna dudo por unos instantes –no es nada–
–Si es por tus notas no te pongas mal todos nos equivocamos solo que a veces necesitamos que nos guíen, pero si es algo más me gustaría que me lo dijeras soy tu madre y pasa casi por lo mismo, a excepción de ciertas cosas supongo que los estudios nunca cambian– se rio al pronunciar esa oración – en mis tiempos todo era más simple y …–
Lo que haya dicho después no lo recordaba, su madre quiere ayudarla, pero últimamente se ha sentido confundida y pensativa, cada día es uno menos para su cumpleaños y uno más para toda una vida atada con alguien más.
Después de clases dos veces por semana la llevan a charlas de seguridad y cuidado, en donde hablan y hablan sobre cómo evitar que nuestros doppelgänger sufran daños a causa de nuestros actos y viceversa, que si la sociedad quiere vivir con este fenómeno ‘¿Me pregunto si nos dijo a nosotros fenómenos o a lo que pueda pasar?’ pensó Danna mientras su mirada se perdía en el horizonte. A la final todo concluía en que deberían sentir como les nos gustaría que los hicieran sentir sus doppelgänger las “alma gemela”, como si ella supiera lo que en verdad sentimos lo que pensaba por su mente.
–¿Deberíamos mejor si atropellamos a ese perrito?– dijo la madre señalando hacia al frente del auto.
–Hum si ¿Qué? No, no– respondió asustada al procesar la realidad.
–Contigo no se puede de verdad, me has dejado hablar todo el camino sola y solo te intereso un perrito que viéndolo bien no lo parece– giro el volante para después entrar en un estacionamiento de supermercado casi vacío –si es por lo de...– su madre dudo en decirlo –por lo de tu alma gemela puedes confiar en mí, pase por lo mismo y creo saber lo que pasa por tu cabeza. Las dudas, los dilemas son un sin fin de cosas, cuando tenía la misma edad que tu un poco menos apenas el mundo se enteraba de la noticia al principio no podía creerlo pensaba que eran simples cuentos tontos o algún loco que quería hacerse famoso con ideas absurdas, pero poco a poco las cosas se fueron dando y lo acepté el día que me toco a mí pasar por lo mismo, algunas de mis amigas lo vivieron antes que yo al principio estaban asustadas casi nadie sabía que hacer o decir, en el colegio que estudie había una enfermera especialmente para los de 17 si se lastimaban los curaban inmediatamente, si se enfermaban comunicaban al Hospital Central en búsqueda del alma gemela para cuidarlo a él o ella, era todo un caos–
–Es solo que... saber qué hay alguien allá afuera destinada a ser mi pareja, me alegra y me emociona mucho, porque podré compartir muchas cosas y él me entenderá como yo lo entenderé a él– suspiro –o ella–
Su madre puso una cara de asombro estoy segura de que él o ella lo sabe.
–Bueno si tú también lo quieres... o si ella quiere– se notaba el nerviosismo en su voz.
Danna rio tan fuerte que le llego a faltar el aire.
–Tranquila era solo una broma, yo también espero que sea un él y si es posible de mi edad–
La madre suspiró aliviada.
–Solo espero– continuo –poderle entregar las mismas emociones que él me entregue poderlos corresponder–
–Lo hará, digan lo que digan, las personas que están destinadas a estar juntas lucharán por estarlo a pesar de lo que diga el mundo, en especial esos pesimistas con sus leyes y el último “gran descubrimiento”– dijo enfatizando aquellas últimas palabras –pero sea la decisión que sea sabes que te apoyaremos y por ahora te guiaré como lo he hecho siempre, después de que cumplas 18 tu vida cambia en muchos aspectos no solo en el descubrimiento de tu alma gemela, sino un descubrimiento propio algo más interno en tu ser y en tu pensamiento, al principio es caótico como estar en una montaña rusa, tienes la idea de lo que podría pasar hasta que sucede y te das cuenta de que a pesar de todo si te sientes segura y confías en ti misma podrás superar y si lo del “gran descubrimiento” es verdad también te apoyaré en esa decisión–
Danna no sabía que responder tenía un nudo en la garganta y un vacío en el estomagó, pero también sentía alegría y emoción, ese día estaba tan cerca como enero de diciembre.
–Bueno tenemos que ir a casa tu padre debe de estar por llegar para el almuerzo y ni creas que te vas a salvar por la cuestión de las notas, sé que estás con la cabeza en las nubes, pero reprobar una materia es diferente–
Sabía que el fin había llegado, estaría castigada esta vida y la siguiente –Si estás ahí espero me encuentres y me salves ahora– pensé con mucha fuerza.
–Ni lo pienses Danna, de esta nadie te salva– escucho decir a su madre, sentía un poco de escalofríos con la idea de que ella pudiera leer su mente.