Kerrie rebuscaba entre sus cosas lo que ella había nombrado como importante, pero cuya importancia acababa en clases y empezaba en la salida, su personalidad siempre ha sido activa y nunca se ha dejado por nadie, jamás ha dicho no a una pelea para defender a Danna y Ana al igual que jamás se ha detenido a pensar dos veces las cosas es impulsiva desde siempre, hace unos meses empezó a sentir a su alma gemela y es como si su energía se hubiese multiplicado, siempre está alegre y dispuesta a tomar una nueva aventura.
Ella no espero mucho, al mes había quedado con su alma gemela para reunirse y conocerse, él es cuatro años mayor a ella. Le confesó que ella le daba las energías para continuar día a día, sus estudios le habían presionado al punto de hartarse de todo hasta que Kerrie llegó a su vida, aun si ella no le sintiera, él sentía su corazón a latir a mil por hora repentinamente era lo que más le gustaba del día, dejando a un lado la rutina de sus estudios. Bueno eso fue lo que contó Kerrie al día siguiente después de conocerlo.
Son dos personas que se llevan muy bien y ella no ha dicho que no le gustaría salir con él, pero por ahora le atrae otro chico uno de otro salón, está en el equipo básquetbol es un atleta a más no poder.
‘Si las almas gemelas no necesariamente necesitan estar juntas, entonces ¿El término está mal?’
–¡Lo encontré!– gritó Kerrie tirando de un panfleto arrugado, en él se podía ver letras en luces de neón, imágenes de parlantes enormes, una tarima central y un colorido sin fin de calcomanías–tenemos que ir, sí o sí–
“DESTINO” era la palabra que coronaba.
Destino es el evento de música electrónica que surgió hace un par de años, después de que las almas gemelas surgieran, se dice que se creó para que los jóvenes encontraran oportunidad de encontrarse con sus almas gemelas en un lugar que ambos jamás olvidarían.
–Mi madre no creo que me deje ir– dijo Ana mirando con tristeza el panfleto.
–La mía tampoco– acompañó Danna-
–Pero ¿Qué les pasa?– Kerrie sonaba frustrada –es una fiesta muy importante–
–¿Importante?– se preguntó Danna quien sabía de la existencia del festival, pero cuyas oportunidades de asistir eran pocas.
–Sí, es importante. Este es el último año de colegio, luego vendrá la universidad, las obligaciones, los hijos, la familia, el trabajo y después…–
–¿Después?–
–Ser señoras con mil gatos– gritó con la intensión de asustar a Anna que seguía imaginando poder estar en el festival.
–Es imposible que me dejen ir, a duras penas he logrado convencerlos de que todo anda bien conmigo desde que conocí a mi alma gemela– dijo Ana resignada.
–Mi madre me dejaría ir hasta cierta hora, pero mi padre, en realidad no lo sé– dijo Danna abrazando su mochila.
–En verdad no sé cómo pueden llamarse mis mejores amigas yendo a dejarme morir sola en una fiesta tan épica, por favor chicas en serio quiero pasar lo que podrían ser los últimos días con ustedes antes de la universidad o sus almas gemelas nos separen– el tono de Kerrie perdió su alegría al final –aunque…– se dirigió a Danna –tú aún no lo has sentido ¿Verdad?–
Danna trago saliva el sentimiento repentino de cumplir 18 y sentir las emociones y sensaciones de un completo desconocido no era algo que asimilaba aún, a los 15 tenía sabiduría completa de las almas gemelas, hubo varios programas patrocinados por la Corporación Elise sobre los doppelgänger, jóvenes que no han llegado a esa etapa de sentir a sus almas gemelas, hasta de aquellas que las revistas y la propaganda había explotado mostrando parejas felices desde que el destino los unió.
Estaba a unos meses de cumplir 18 la duda de que, si lo sentiría ese mismo día o después de la media noche como en un cuento de hadas, hacía que a veces se sintiera a mil por hora esperando aquel día y en otros que se sentiría tan vacía por el millar de emociones que esa otra persona le podría dar y ¿Si no le gusta? ¿Si ella era parte de los que no llegaron a tener un alma gemela?
–Danna– dijo una voz lejana –tierra llamando a Danna– apencas audible.
–¡Danna!– gritó Kerrie llamando la atención de algunos jóvenes que cruzaban por el lugar –decía que el festival es en el mes de tu cumpleaños, quien quita que tu alma gemela no estará ahí, esperándote en una de las tarimas, esperando a su amada Danna–
–Bueno sí, pero…–
Fue interrumpida por Kerrie que no esperaba un no por respuesta –Vamos chicas necesitamos hacerlo por fa– Kerrie no se detendría por nada hasta convencerlas.
–Puedo tratar de decirles que me dejen ir, pero en verdad no estoy segura de que lo hagan– Ana era realista.
–Yo tendría que preguntarles– Danna sonaba un poco más optimista.
–Tenemos que ir así sea si las tengo que raptar– Kerrie se sentó aceptando su derrota, por ahora.