Cuando seamos Tú y Yo

Capítulo V

–Alguien me puede explicar que es lo que ¿Está pasando?– dijo Zagan mientras mordisqueaba un puro entre sus labios –lo único que tenía que hacer es decirme donde esta y te irás, eso es todo–

La cabeza de un joven yacía metida en un bote de agua helada hace unos segundos, soltando golpes en toda dirección en un intento fallido de soltarse de la garra de uno de los guardaespaldas.

–Sácalo– dijo cada vez con un tono impaciente –sabes que esto se arreglaría si me dices donde esta tu compañera– sonrió Zagan había hecho esto varias veces así que solo era cuestión de tiempo para que él cediera o muriera.

El joven apenas podía respirar, tenía finos cortes en su cuerpo producto de la tortura eléctrica, tratando de no maltratarlo demasiado como para que su alma gemela lo notara.

–No…– escupió una baba una mezcla de sangre y saliva –¡no lo sé!, jamás la llegué a conocer– su respiración era agitada e irregular.

–Saben que– soltó un suspiro profundo –déjenlo así– dijo soltando el puro que se precipitó al piso para después ser pisada –seguiremos con el plan de los equipos, encárguense de él– señalo con un ademán indiferente.

Mientras Zagan se alejaba, varios de sus secuaces le acercaban una muda de ropa limpia incluido un par zapatos nuevos, su secretaria aguardaba como siempre en la puerta de un ascensor que los sacaban de aquella bodega.

–Los equipos están preparados para el examen y la planificación del robo sigue sin cambio alguno– acerco un manojo de hojas con las fotografías de varios jóvenes con sus respectivas etiquetas de “Almas” –hemos desaparecido a las demás parejas que no pasaron la prueba…– el sonido de un disparo la detuvo en seco, a pesar de no ser la primera vez que escuchaba una detonación.

–Prepara a las parejas que quedan– articulo Zagan mientras se desnudaba en frente de ella.  

–Un total de 4 parejas cumplieron con todos los pedidos sin ningún inconveniente, sus edades son mayores a la de 18 años hasta los 25, una de las parejas del mismo sexo, el resto son sexos opuestos, la única variant…– explico de manera mecánica como si aquello solo lo único humano en ella fuese la palabra.  

–Es suficiente– corto Zagan acomodándose la corbata que envolvía su cuello –los quiero preparados para el robo, díganles la ubicación y donde se reunirán, después acaben con todos, no los necesitaremos más y si es así conseguiremos a otros–  



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En el texto hay: decisiones, primer amor, destino elegidos

Editado: 10.08.2021

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