Capitulo 4 "Confiar o no"

Narra Juan

Me preocupaba mucho y quería ayudarlo a ver las cosas como son realmente así que le presentare a mis amigos.

-Hola amiguitos- dijo alegre.

-Hola- dijeron los dos

-le presento a simón - le enseñe y a Rosa le sorprendió donde se acercaba demasiado a él y eso a él le asustaba.

-oh-dijeron los dos

-Ella es rosa y el Esteban, él es simón mi nuevo amigo - dije feliz.

-espera... y-yo- estaba tartamudeando.

-Hola mi nombre es rosa me puedes decir rosita - dijo sonriente, esa es mi amiga.

-Mi nombre es Esteban, mucho gusto - dijo.

Narra Simón

-Mucho gusto- esto me molestaba, no sé qué debo hacer me sentía incómodo quería salir de aquí quería escapar, me quite de su agarre. -Sabes odio estos juegos, perdón me voy- salí corriendo me escondí en la biblioteca subí mi manga pero aun tenia los moretones y las cortadas - no sé porque me escondo- agache mi mirada.

-yo también me hago la pregunta - dijo esteban, le quede mirando.

-aaaahh- grite, que susto desde cuanto está ahí.

-sabes esconderte no te ayudara con tu situación, no sé qué pensó juan pero ahora él te está buscando –dijo Esteban, el me está buscando.

-Simón, simón donde estas - era juan llamándome.

-pff hey Juan encontré a simón - dijo gritando - sabes, el no cambiara de opinión - me miro y sonrió donde revolvió mi cabello.

-Simón – dijo Juan, donde apareció - Y-Yo lo siento - dijo ajetreado- Quiero ayudarte, te lo prometí por favor déjame - dijo, me miro estaba triste.

-si fuera tu diría que si después de todo no te dejara en paz- dijo Esteban.

Sus ojos brillaba como esa vez cuando nos conocimos salí de mi escondite, tal vez tener amigos no me hará daño después de todo él no me dejara en paz.

-e- está bien - dije.

Hoy me fui a la casa de mis padres pero no estaban ni mis hermanastros, hoy fue algo ruidoso no puedo pensar en eso la amistad solo te lastima escuche la puerta abrirse.

-Oye tenemos hambre ve a cocinar - dijo Edgar.

-S-si altiro voy - dije tartamudeando, me costaba cocinar porque yo estaba temblando.

-Eres lento- se levantó furioso, se acercó a mí y me empujo donde estaba el sartén con el aceite donde me cayó en mi mano

-AH- grite, comencé a llorar me dolía tanto fui al baño para lavarme pero mi mano estaba hinchada y roja me encerré en mi cuarto, donde solo fui a dormir no sé cómo podre esconder esta quemadura.

Porque estas cosas me pasan a mí, cuanto más seguiré con esta situación.

Continuara...