Cuando te Encuentre

Capítulo 14

Brianna-

—¿Podrías pensarlo mejor? Hace unos días no querías salir de tu habitación y ahora pretendes salir de la casa. ¿Qué pasa contigo? —regaña Hannah.

—Amanecí con ganas de salir. He estado encerrada aquí desde hace días, en el trabajo me dieron vacaciones obligatorias, los chicos no nos dejan siquiera respirar, así que solo quiero un tiempo sola. Sin que alguien me pregunte si estoy bien cada 15 minutos —justifica Jazmín.

—Aunque no lo queramos aceptar, tiene un punto. Debemos darle la oportunidad de salir, de todos modos si algo malo sucede puede llamar a Brianna, recuerden que es su día libre —apoya Estrella.

—Tengo un mal presentimiento sobre esto. Por alguna razón pienso que no deberías salir de la casa —Hannah se acerca a Jazmín —Solo confía en mí.

—Confío en ti, pero no quiero seguir encerrada en esa habitación, estar ahí solo alimenta ese recuerdo. Por favor, déjame ir —súplica.

—Esta bien, ve —las miradas se fijan en mi —Estaré aquí si necesitas algo. Cualquier cosa que suceda no dudes en llamarme.

—¡Gracias! —me abraza.

—Ahora váyanse, se les hace tarde.

Hannah agacha la cabeza. No está nada feliz con lo que acabo de decir. ¿Habré hecho bien?.

Se despiden de mi y salen del apartamento.

Me acerco al fregador a lavar los platos que usamos en el desayuno, cuando mi teléfono suena.

—¿Hola? —coloco el teléfono en altavoz.

Buenos días, Bonita —la voz de Alex me saca una sonrisa.

—¿Cómo amaneciste?.

Bien, con mucho trabajo. Hoy estaremos en una reunión que durará la mayor parte del día, tener una empresa es agobiante.

—Eso sonó muy soberbio —digo riendo —Me imagino que Chris y Taylor deben de estar renuentes a eso.

Como no te imaginas —ríe —. Lo más probable es que Chris no pueda venir, así que Taylor se siente un poco solo. Extraña a su compañero de payasadas.

—¡Hey! Te escuché —dice Taylor a la distancia —Y saluda a Anna de mi parte.

—Ya lo escuché. Mándale saludos también de mi parte.

Está bien, amor. Nos vemos en la noche para cenar. Adiós.

—Adiós —y cuelga.

Tengo la casa sola para mí, ¿Qué debería hacer?.

Quizás debería adelantar algo de trabajo. ¿A quien engañó? Iré a dormir otra vez. 

Espero que Jazmín esté bien, ojalá que esté distrayendo su mente. Debe ser difícil estar en su lugar, aunque ella ya había terminado su relación con él, es un golpe duro igual. Cuando has idealizado a una persona, es muy traumático ver cómo es en realidad.

Porque una parte de ti aún mantiene las esperanzas de que se convierta en aquella persona que siempre quisiste que fuera.

Espero que esa experiencia no defina el rumbo de su vida. Tiene que tener en claro que Ethan no es Carlos, él nunca le haría eso. En cambio en Carlos, siempre hubo indicios. Aunque ella nunca los quiso ver.

Cierro los ojos unos segundos. O lo que creo que son unos segundos, cuando un timbrazo me despierta de repente.

Mi teléfono suena. Lo alcanzó y veo quién está llamándome.

Es Jazmín. 

—¿Hol..?

Brianna —susurra —Por favor ayúdame —pide llorando.

—¿Qué sucede? —intento disimular lo alterada que estoy —¿En dónde estás?.

Necesito que vengas por . Carlos está aquí —solloza.

—Jazmín, dime dónde estás y te prometo que iré a recogerte. 

En la tienda de ropa que tanto le gusta a Hannah. La que está frente al gimnasio.

—Voy para allá. Tu quédate en donde estés y no dejes que te vea. Nos vemos pronto.

Por favor no tardes —cuelga.

Me levanto rápidamente, busco entre mis cosas una sudadera. No tengo tiempo para cambiar mi pijama, esto servirá.

Salgo de mi habitación y camino hacia la cocina en busca de las llaves del auto. 

El auto lo tiene Hannah. Maldición.

No puedo llamarla, no contestaría el teléfono de todos modos. Mientras trabaja no puede interactuar con nadie.

Tampoco puedo llamar a Alex porque está en una reunión y debe de tener el teléfono apagado. Igual que Ethan y Taylor.

¡Chris! Lo más probable es que esté en el bufete y no en la reunión.

Busco su número apresuradamente y le marco.

Contesta al segundo timbrazo.

—Necesito tu ayuda. Es urgente —digo a penas contesta.

—¿En dónde estás?.

—En el departamento.

Llego en 10 minutos —da la llamada por terminada.

Agarró unos lentes de sol de la mesa y salgo del departamento.

 

 

 

 

—¡Es aquí! —Chris detiene el auto. Me bajo a penas lo hace.

Entró a la tienda y todo está normal. No veo por ninguna parte a Jazmín.

Podría ser, que Carlos se la llevó. No, ella me aseguro que estaba aquí. Debe de estar escondida en alguna parte.

No es momento para que entre en pánico.

Me acerco a la caja y la vendedora me sonríe.

—Buenos días ¿En qué puedo ayudarla?.

—Busco a una chica, es un poco más alta que yo, tiene el cabello cobrizo y lo más probable es que haya entrado llorando. ¿La ha visto?.



#31520 en Novela romántica
#5238 en Chick lit
#20094 en Otros
#2998 en Humor

En el texto hay: reencuentro, comediaromantica, amistad

Editado: 26.01.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.