Alguna vez gusté de una chica muy linda a mi parecer. Su voz era suave y su manera de vestir era encantadora. Hablamos muchas veces por redes sociales hasta que le pedí su número y continuamoss hablando por mensajes. Un día la invité a salir y ella aceptó, estaba emocionado. Corté mi cabello, elegí cuidadosamente mi ropa e ideé muchas cosas que hacer por si en algún momento las cosas se tornan un tanto aburridas. Me arreglé lo mejor que pude y usé mi mejor perfume, demoré dos horas en llegar al lugar pactado dado a que vivíamos en lugares alejados, la esperé con una sonrisa y le envié mensajes esperando a que me responda y...
Nunca llegó.
Tampoco volvió a escribir.