Dos hermanos cazadores no tenían que comer, y pensaron en ir a buscar algún animal comestible al monte.
Un venado andaba por el bosque comiendo, sin saber que por ahí estaban los cazadores. Al llegar cerca de ellos se asustó y salió corriendo, le titaron un balazo sin atinarle.
El venado emprendió la huida y lo hombres lo persiguieron son alcanzarlo, éste se escondió sin que lo pudieran encontrar. Al otro día, los cazadores otra vez fueron a buscar la presa que se les escapó el día anterior, se esperaron escondidos entre la maleza guardando silencio. Al poco rato el venado hizo su aparición.
Nuevamente los cazadores le dispararon, el noble animal cayó muerto. Los hombres cargaron su preciada carga hasta llegar a su casa. Ahí destazaron y prepararon la carne; los familiares comieron bien ese día, saciando el hambre que les agobiaba.
Sabemos que la carne de venado es muy sabrosa, por eso es muy apreciada y buscada por cazadores. Sin embargo, es necesario reconocer que si siguen cazando indiscriminadamente podemos acabar con esta especie.