Cuentos Clásicos

Round Table

Dos años mas tarde de que su hermano Jack regresara con un petate lleno de monedas que eran tan grandes como su cabeza y joyas tan brillantes que te dejaban ciego y de ser nombrado príncipe a cargo del reino de sus padres, la prosperidad, la dicha y la abundancia rezumaba en su reino haciéndolo en poco tiempo un reino rico del que todos sentían envidia. El pillaje había acabado, los caminos eran seguros y el comercio era su gran y principal fuente de ingresos al tener la costa cerca su marisco y pescado eran codiciados en los reinos mas cercanos y lejanos, todo era felicidad al fin con niños naciendo sanos y fuertes y el pueblo igual.

Arturo tenia a penas quince años cuando, a petición del mejor caballero del reino, se convirtió en escudero de dicho caballero y lo acompañó a tierras extrañas donde se llevaría a cabo una gran justa para dictar quien seria el rey o príncipe que se quedará con la tierra y la regencia de aquella tierra abandonada a la que nadie reclamaba como suya y de la que todos huían.

--- Es mi oportunidad hermano --- dice el joven Arturo --- siempre quise ser caballero y puedo empezar por escudero, desde abajo, creciendo y aprendiendo a la par

--- Estoy feliz por ti grillo pero se cauto, en ese torneo todos los caballeros jugaran sucio por la tenencia de esas tierras, mantén los ojos bien abiertos y debes cuidar de ti y del caballero

--- Lo haré hermano, no habrá ningún contratiempo

Arturo, confiado, torpe e ingenuo aun cree en la buena fe de las personas y de la providencia que si le ha llevado hasta ese punto no puede ser por algo malo.

Dos semanas de viaje, de dormir en el bosque con el solo cobijo de un fuego en el centro de la compañía que los proteja y caliente, para Arturo no era un gran problema dada su historia previa a la abundancia donde su camastro era compartido con su hermano y ambos dormían con una fogata a los pies de la cama bajo un techo de paja mal puesto y que abrigaba poco.

Por suerte para su reino todos habían pasado por esas mismas penurias y eran humildes con lo que ahora tenían dando gracias al haber encontrado suelo decentemente plano para dormir, agua clara que beber y ramas secas para abrigarlos con el fuego que avivan. Luego de esas dos semanas de viaje el panorama ante ellos no era el mas acogedor, las polvorientas calles de aquel reino estaban levantadas y los montones de cascotes de los muros de lo que antes fueron casas esparcidos por ambos lados hasta donde la vista alcanza, desolador sin duda.

--- ¿Qué ha pasado aquí? --- pregunta Arturo

--- La guerra --- responde el caballero --- Pasaron largos años en guerra los tres hermanos que gobernaban estas tierras desolando todo el reino, las pocas personas que sobrevivieron se asentaron en otros reinos

--- Eso es terrible ¿cómo hermanos pueden matarse entre si?

--- Codicia, hay una leyenda de una espada encantada, pero nadie sabe donde esta o si alguna vez existió, dicen que te hace rey por derecho divino si puedes sostenerla recta sobre tu cabeza --- apuntilla el caballero --- Pero es solo una vieja leyenda, esas cosas no pasan en la vida real

Solo hay tres edificios en pie en los cuales alojarse: un mesón, una casa y el castillo donde se llevara a cabo la justa y a ellos los ubican en lo que era la Abadía del castillo donde aun puede oler el incienso y el humo del fuego. Tres habitaciones son las útiles, se tienen que apiñar los ocho hombres como mejor puedan, otros están en tiendas de campaña en el bosque, deben dar gracias y no rezongar teniendo en cuenta el pasado que ha tenido esta tierra.

La mañana de la justa todo es caos: caballeros gritando, escuderos corriendo de un lado para el otro, acompañantes dando vueltas como pollo sin cabeza, servicio llevando comida, bebida y vendas como locos, todo es desordenado y no tiene sentido con el ruido de los caballos relinchando, el roce del hierro contra hierro y el afilador rechinando contra las espadas, era maravilloso para Arturo. A penas veinte minutos antes de que el caballero en cuestión deba montar su corcel y batirse en duelo contra el oponente de un reino cercano, al ir Arturo a buscar la espada de justa se da cuenta de que no esta, la busca y rebusca por toda la carpa que le han habilitado pero no esta, ha desaparecido.

El pobre Arturo desesperado con la perdida y pensando en lo mal que quedará con el caballero, su hermano y el reino no se da cuenta de que en el suelo de barro hay huellas de un pie grande saliendo por el otro lado de la carpa en dirección contraria a las demás. Desesperado sale corriendo al interior del castillo donde vio armaduras en exposición, alguna debe tener una espada que sirva pero no tiene suerte, todas y cada una están roídas y desafiladas.

Tropezando con una de las alfombras acaba dando con la cabeza en uno de los muros con la suerte de abrir un compartimento secreto, curioso y esperanzado de encontrar lo que busca Arturo baja la larga escalinata y al final de un oscuro pasillo encuentra una piedra gris enmohecida con una espada clavada en ella, "si esta clavada esta afilada, servirá", piensa el joven grillo empuñando el mango y sacando fácilmente el arma que parece no pesar mas que una pluma. Rápido como el viento vuelve con el caballero al que entrega la espada, nada mas cambiar de mano el metal se hace tan pesado como una gran roca y al caballero se le hace complicado sostenerla, al poco de espolear al caballo se cae de este debido al peso de la espada.

Ante este incidente y de ver que el caballero no puede sostenerla un anciano, un monje que dijeron estuvo en la vieja Abadía del castillo, se levanta del palco y con paso lento llega al caballero y examina el arma exclamando a Dios y gritando por aquel que haya encontrado la espada. Los otros caballeros de la compañía empujan a Arturo que queda bajo el escrutinio de los presentes, el anciano le pide que sostenga la espada y al hacerlo levanta el arma como si de una brizna de paja fuera, el monje se arrodilla ante él proclamando su derecho divino como rey: "¡La espada sagrada ha sido hallada! ¡Larga vida al rey Arturo!".



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En el texto hay: amor, cuentosdehadas, cuentos cortos

Editado: 01.05.2023

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