A Andrés Becerra, por iniciar esto.
A Angie Araujo, por su incondicional ayuda y aportarle la profundidad necesaria al mundo.
A Tommy León, maestro en el worldbuilding y las artes.
A Isaac Gavilanes y Darío Calero, grandes amigos y maestros.
A Diana Paneso, mi editora favorita, un abrazo a la distancia.
A las hermanas Mónica y Rut Guachichulca, por sus opiniones precisas en momentos de gran relevancia.
A todos, muchas gracias por tanto.