Parecía un milagro, _____________ no podía creerlo pero estaba que moría de felicidad, corrió inmediatamente a contarle a su mamá la gran noticia de que asistiría a su primer baile… y nada más y nada menos que un baile en el castillo de un príncipe.
¡Mamá! ¡Mamá, mamá, mamá! – Gritaba _____________ toda emocionada acercándose como un huracán a lado de su madre –
¿Qué pasa hija? ¿Por qué tanto escándalo? – Preguntó la señora María toda asustada –
¡Mamá! Voy a ir a un baile… el príncipe me ha invitado a una fiesta y la señora Castillo me dio permiso – Decía ______________ toda soñadora suspirando y desbordando felicidad –
¿Qué? ¿La señora de la casa te dio permiso de ir a un baile? ¡Es imposible! – Exclamaba su mamá con grandes ojos de asombro, eso sencillamente no podía ser –
¡Es verdad! El joven Gianluca es testigo, él me invitó y…
¡___________! ¿Cómo que el joven Gianluca te invitó? ¡No me digas que él es el príncipe! – Le dijo su mamá con cara de “ya volvió a compararse con el cuento de Cenicienta” –
¡Sí mamá! Él es el príncipe ¿Quién más? Y… ¡Sí el me invitó! ¿No es un sueño? – Decía colgándose en los brazos de su mamá que todavía no terminaba de convencerla la situación –
¡Ay hija! ¿No me digas que le creíste? – Lamentó la señora María acariciando la cabeza de su pequeña y soñadora “Cenicienta” –
¿Por qué dices eso? ¡El joven Gianluca nunca me mentiría…!
¡No! Si no lo digo por él, el joven Gianluca es una buena persona, yo lo digo por… la señora – Dijo algo preocupada –
¿No crees que me haya dado permiso? – Preguntó ____________ algo triste –
¡No! No es eso… lo que no creo es que te deje ir así como así… bueno… no me hagas caso, y a fin de cuentas ¿Qué te vas a poner? – Trató de cambiar un poco el tema de sus sospechas –
¡El joven Gianluca dijo que era una fiesta de disfraces! Así que… puedo ir de sirvienta, usaría mi ropa elegante para atender en eventos especiales y….
¡No! Si tú vas a esa fiesta será vestida de princesa ¡No de sirvienta! Pero… ¿Dónde lo conseguimos? En fin… esperemos cómo resulta todo esto – Dijo volviendo a sus quehaceres, después de todo la “buena voluntad” de la señora Castillo no terminaba de convencerla –
¡Está bien mamá! Mañana cuando termine mis deberes iré a buscar algo parecido a una princesa a la tienda de disfraces, ¡Espero tener tiempo! – Exclamó _____________ saliendo de la cocina –
Al día siguiente la señora Castillo y Azalea salieron muy temprano a comprarse sus disfraces carísimos, pero no sin antes dejarle el listado de quehaceres a la pobre de ___________.
¡Todo esto debo hacer hoy! – Dijo muy sorprendida ____________ leyendo el sin fin de cosas que debía terminar en medio día para poder ir a la fiesta –
¡Sí! ¿Algún problema? – Le dijo volteándola a ver despectivamente mientras se alistaba para salir de compras –
¡No! Bueno… es que es demasiado y no terminaré a tiempo para…
¡Prometiste que acabarías con todos tus deberes y así yo te daría el permiso para ir a la fiesta! – Le recordó cruelmente la señora Castillo mirándola de reojo –
¡Lo sé! pero nunca me había tocado hacer tanto en tan poco tiempo y…
¿Acaso estás renegando tus obligaciones? – Le preguntó en tono desafiante –
¡No señora!...
¿Acaso no quieres cumplir con tus quehaceres como pago por dejarte ir a ese baile? – La interrumpió nuevamente humillándola más –
¡No es eso señora! – Lograba articular _____________ casi llorando –
¡Entonces te aconsejo que empieces ya! Sino… no terminarás a tiempo – Lo dijo tan sarcásticamente que su malévolo plan era muy claro… ocupar a ____________ lo más que pudiera para que no tuviera tiempo de buscar algo que ponerse ni mucho menos arreglarse, ¡Era un monstruo! –