Capítulo 17.

Mientras tanto en la sala, Azalea intentaba de todo por llamar la atención de Gianluca, pero simplemente no lo conseguía, él sólo pensaba en el momento que tuvo en sus brazos a ____________, su olor, su frescura, su aliento tan cerca de él que con solo recordarlo se le estremecía todo el cuerpo, ¡quería besarla! Amarla con locura y no dejarla ir nunca.

¡Gianluca! ¿Me estás escuchando? – Gritó de repente Azalea muy molesta mirándolo directamente –

¿Qué? Ah… disculpa ¿Qué decías? – Titubeaba Gianluca volviendo a la tierra ya que estaba perdido en sus pensamientos y fantasías con esa chica que apenas conocía pero que lo descontrolaba peligrosamente aunque sentirse así le fascinaba en sobremanera –

¡Te decía que sabor de pastel prefieres para la boda! – Dijo con una voz extremadamente molesta –

¡No sé! el que tú quieras…

¡Gianluca! Se supone que nos casaremos tú y yo… no sólo yo… ¡Debes ayudarme a decidir! Involúcrate en tu propia boda – Interrumpió abrazándolo descaradamente sentados en el sofá –

¡Azalea! No creo que esto resulte… - Trataba de explicarle Gianluca mientras se la quitaba de encima, no la quería tener así a ella, quería tener así a ____________, ni siquiera pensaría todas las caricias y los besos que le daría si fuera ella –

¡Está bien! Lo dices porque eres hombre ¡Lo entiendo! Yo me haré cargo de todo entonces – Contestó sin entender inconsciente o conscientemente las palabras de Gianluca e intentó besarlo –

¡No! Eso no era a lo que me refería… - Dijo evadiendo la cara de Azalea que se le acercaba para besarlo y se levantó rápidamente –

¡Mira Gianluca! Tú tranquilo todo saldrá perfecto…

¡Pero no es eso! Verás… las cosas san cambiado, no creo que sea buena idea… - En esa ultra importante conversación sonó el irritante tono de celular de Azalea -

¡Lo siento debo irme! Mi diseñador me espera, ¡Te sorprenderás con ese lujoso y carísimo vestido de novia! – Exclamó saliendo como loca y dejando a Gianluca con la palabra en la boca… palabras que eran determinantes para esta relación sin futuro –

¡No puede ser! Ahora como hago para decirle y que me entienda el hecho… ¡de que no quiero casarme con ella! – Se decía para sí mismo Gianluca pasando sus dedos por su cabello y dando vueltas y vueltas en la sala, era una situación estresante y no hay nada mejor para sacarte el estrés… que algo… o alguien que te gusta –

De inmediato salió casi corriendo al jardín para encontrar a _________ quería verla, quería sentirla, y si se daba la oportunidad… besarla hasta dejarla sin respiración, aunque fuera un beso robado, pero de ahí no se iba sin probar sus labios.

¡__________! – Dijo en voz suave, dulce y acompañado de una hermosa sonrisa y mirada llena de ternura… al encontrarla bañando a su gatita Luly en la parte trasera del jardín –

¿Desea algo joven? – Preguntó _________ levantándose, dejando a Luly libre para que fuera a comer ya que había terminado y secando un poco sus manos se acercó a él –

¡Sí! ¡Te deseo a ti! – Fue la respuesta que le dio y ____________ inmediatamente sintió escalofríos en todo el cuerpo y la sangre le daba vueltas a mil por hora recorriendo sus venas y llegando y saliendo del corazón mucho más rápido de lo normal –

¡No esté de atrevido e inventando cosas! – Las palabras de _________ sólo encendieron más la pasión con la que Gianluca la miraba en ese momento –

¡No invento nada y contigo seré mucho más atrevido… te lo prometo! – Exclamó acercándose a ella lentamente, ___________ daba paso atrás cada vez que él daba paso adelante, no iba a dejarse acercar a ese hombre irresistible tentación de nuevo para que la hiciera perder la cabeza como hace un momento en la sala –

¡Bien… oficialmente ya me asustó! Deje de verme así…

¿Verte cómo? – Sonrió Gianluca sin detenerse un segundo, el espacio se le acabaría a _________ tarde o temprano y la tendría a su alcance tanto como él quisiera –

¡Cómo si quisiera abusar de mí! ¿Acaso no es un caballero? – Gianluca sólo terminó de atraparla entre la pared trasera del jardín… se le había acabado el espacio a ______ xD… y sus brazos que se morían por aprisionarla y sentir su calor –