Los días pasaban y _____________ se acercaba más a Elías y se alejaba mucho más de Gianluca, él ya no iba muy seguido a la mansión, el rechazo de ella lo había desorientado por completo, ni siquiera pretendía oponer resistencia a su matrimonio forzado con Azalea que seguía como loca haciendo todos los preparativos, pero la verdadera razón era que no soportaba ver a Elías siempre al lado de ____________ ganándose y entrando cada día más en su corazón, mientras él iba de salida.
¿Te gusta el color oro o beige para las mesas mi amor? – Preguntaba Azalea toda emocionada, en cambio Gianluca cada vez que alguien pasaba frente a la puerta volteaba a ver si era ella –
¿Qué? Ah sí… el que tú quieras – Dijo sin nada de interés y ni se preocupaba en disimularlo –
¡Gianluca llevas semanas en la luna! ¿Te pasa algo? – Le preguntó muy seria Azalea mirándolo a los ojos –
¡No! No me pasa nada – Mintió por supuesto, no le iba a decir que se moría de amor por ___________ quién lo había mandado por un tubo sólo con un día de ser novios –
¡En ese caso! ¡Muestra más emoción por nuestra boda! ¡Pareciera que no quieres casarte conmigo! – Vaya palabras más acertadas las de Azalea –
¡Iré por aire fresco! – Exclamó levantándose sin responder, Azalea simplemente los estresaba, lo estresaba mucho –
Salió al jardín… “por aire fresco” pero sabía que deseaba encontrar a _____________ por algún lugar, sería feliz con sólo verla, y tuvo éxito, ella se dirigía a su habitación con Luly en brazos, se miraba hermosa sonriéndole a su gatita y jugando con ella, “sin querer”… la siguió.
¡Luly qué apetito el tuyo! Tu comida ya no me dura como antes… tendré que cambiarte la dieta – Dijo abrazándola y colocándola en el suelo –
¡Quisiera ser Luly! – Dijo Gianluca entrando sin avisar y sin pedir permiso –
¿Qué hace aquí usted? ¡Sáquese! – Le gritó toda nerviosa _____________ abriendo sus enormes y hermosos ojos llenos de pánico –
¡No! Yo no me voy hasta que me digas porque me mandaste a volar – Dijo muy serio cruzando sus brazos –
¡Porque usted es un mentiroso de lo peor! Y váyase en este instante o lo va a lamentar – Le dijo ____________ tomando un gancho de ropa que tenía en la cama –
¿Me vas a maltratar? – Preguntó Gianluca con esa sonrisa retorcida y muriendo de amor ante ese acto tan infantil de ella –
¡Qué cosa de lárguese no entiende! Mire que tengo un gancho de ropa y no dudaré en usarlo – Otra frase que mataba de ternura a Gianluca –
¡Sólo dime una cosa! ¿Por qué ese chico te abrazaba aquel día que me cortaste? – Dijo viéndola de frente –
¡Qué le importa!...
¡Claro que me importa! aprovechas cada oportunidad para darme celos con ese tal Elías… ¡sabes que me hierve la sangre cada vez que se te acerca! – Le decía Gianluca poniéndose nervioso también –
¡Qué derecho tiene a reclamarme! Bien que usted puede besar a la señorita Azalea y luego a mí y luego a ella y todo perfecto ¿No? – Le reclamó y al fin dejó ver el verdadero motivo de su enojo –
¡Así que fuiste tú la que viste esa escena tan penosa en la sala! ¡Yo lo sabía y no sabes cuánto lo siento! Yo…
¡Mejor váyase! Usted puede besar a su novia todas las veces que quiera ¡pero a mi déjeme tranquila! – Le casi ordenó amenazándolo de nuevo con el gancho de ropa –
¿Por qué eres necia? ¡Ves que sí eres necia! Ella me besó a la fuerza…
¡Ay sí ajá! – Se rió __________ en tono burlón, obvio no le creía para nada –
¡Es cierto! Ella se abalanzó sobre mí y…
¡Por favor! ¿Usted quiere que me trague ese cuento del pobre hombre inocente que le roban un beso? – Volvió a usar el sarcasmo –
¡Es la verdad, no se puede hacer nada cuando te roban un beso de repente y tú lo sabes bien! – Ante la afirmación de Gianluca ___________ se ruborizó al recordar que ella no había tenido oportunidad cuando fue él quien le robó esos besos que la estremecieron y por un segundo consideró que podía ser cierto, pero los celos le ganaron –