Mientras Gianluca y __________ se entregaban al amor la señora Castillo como dándose cuenta de lo que pasaba comenzó a preguntar por ella y el novio de su hija.
¿Azalea, dónde está Gianluca? – Le preguntó a su hija entrando en ese momento con cara de pocos amigos –
¡Dijo que saldría a tomar un poco de aire al jardín! – Contestó sin mirarla ya que estaba muy concentrada en los últimos preparativos de la “boda” –
¿Tomar aire? ¡Que sus padres le crean ese cuento! – Replicó entre dientes observando el jardín pero no lo veía por ninguna parte, demás está decir que era muy calculadora y rápido se daba cuenta de las cosas –
¿Qué dices mamá?...
¡Ángela! ¡Ángela! – Le gritaba a la señora Ángela quién rápidamente se hizo presente –
¡Dígame señora! – Dijo presentándose ante ella –
¿Dónde está ___________? – La pregunta asustó mucho a la señora Ángela no sabía que podía contestarle porque no sabía la razón de la pregunta ¿Y sí cometía alguna imprudencia que perjudicara a __________? –
¡Está alimentando a su gatita señora! – Respondió después de unos segundos –
¿En serio? Entonces no me interesa… ¡Ah! y si ves a Gianluca dile que mi hija lo necesita aquí con ella – Le ordenó como era su costumbre de mala gana y muy despectiva, la señora Ángela salió de inmediato a cumplir sus órdenes –
En la habitación el tiempo se había detenido, las sensaciones estaban a flor de piel y la temperatura estaba llegando a su límite, Gianluca se aflojaba la corbata que llevaba en ese momento e intentaba desabotonar su camisa sin dejar de besar ni un segundo a _____________ que se había dejado llevar… hasta que recordó todo lo que según ella hacía imposible su amor.
¡No! ¡No, no! ¡No puedo, así no! – Logró decir ___________ quitando sus labios de los candentes de Gianluca y tomando aire para controlarse se alejó de él, lloraba y eso martirizó el corazón de los dos –
¡_____________! ¿Por qué no? ¡Yo te amo, tú me amas…!
¡Pero usted sigue siendo novio de la señorita Azalea! Y yo no quiero sentirme como “la otra” – Le decía llorando caminando por la habitación para no sentir lo que estaba sintiendo –
¡No lo eres! ¡Tú eres la única para mí! – Le dijo limpiando sus lágrimas y acariciándola tiernamente para calmar su llanto –
¡Aunque así sea! No debe pasar nada de lo que después me arrepienta y no quiero lastimar a las personas… y…
¡Yo no pienso así! pero respeto tu posición, te prometo que terminaré con este compromiso lo antes posible y serás tú mi novia oficial – Le decía mientras besaba su frente y después besó su temblorosa boca ahora con más dulzura que pasión, se decidió a salir porque si permanecía un momento más no se podría controlar –
¡Gracias por la fuerza de voluntad Señor! Estoy que me muero por estar con él, ¿Cómo es posible sentir tanto amor?- Exclamó ___________ cayendo a lado de su cama y volviendo a llorar, en serio esperaba que Gianluca cumpliera su promesa porque sino aunque fuera “la otra” le entregaría todo su corazón en otra oportunidad como la que acaba de suceder –
¡Cómo la amo! ¡La amo, la amo! – Decía Gianluca caminando por el jardín tratando de controlarse, su sangre ardía en deseo por esa mujer que ahora admiraba mucho más, no cualquiera piensa en otras personas en momentos de pasión como ése –
¡Joven! ¡Qué bueno que lo encuentro! La señora Castillo dice que vaya de inmediato a lado de la señorita Azalea que lo necesita – Gianluca sólo arqueó sus cejas y torció un poco su aún palpitante boca, ¿Cómo podía esa mujer ordenarle cosas así? –
¡Está bien! Ya voy… - Respondió nada más caminando muy desanimado para encontrarse con su novia y futura suegra… ¡Que ya no lo serían más! –
¡Ahí estás! ¿Dónde andabas Gianluca? – Preguntó la señora Castillo muy intimidante –
¡Tomaba aire fresco! Sentía que me asfixiaba y… con ese aire dulce (de tu boca ___________ - pensó -) ya me siento mucho mejor – Respondió sin darle mayor importancia ni explicaciones –