Gaby estaba consternada por lo que estaba leyendo, ¡No podía creerlo! Parecía ser mentira todas esas palabras escritas, ahora entendía muchas cosas… pero también moría de miedo, si esa mujer que por desgracia era su tía había hecho todo eso, ¿Qué más sería capaz de hacer para conservar todo la herencia de el señor Castillo? Guardó el testamento en el mismo lugar donde lo había encontrado para que su tía no sospechara nada, guardó su celular con la evidencia y salió con mucho cuidado de ese despacho que casi se convertía en su tumba.
¡Señora María! ¡Señora María! – La llamaba Gaby muy agitada y con lágrimas en los ojos, temblaba como gelatina y estaba más pálida que nunca, la mamá de ___________ al verla se asustó mucho –
¡Señorita Gabriela! ¿Qué le sucede, está enferma? – Le preguntó corriendo a su lado y tocando su frente para constatar que no tenía fiebre –
¡Bueno sería estar enferma! Todo es mejor que enterarse de este tipo de cosas… - Lograba articular suavemente sentándose en un banquito que estaba cerca, sus pies ya no tenían la fuerza para sostenerla –
¿De qué está hablando? – Le dijo la señora María muy confundida –
¡Mire esto! Y por favor lea muy detenidamente la última parte que le indico – Decía Gaby mientras sacaba su celular y le mostraba las fotos que había tomado –
¡Oh no!... – Exclamó con ojos llenos de terror y sus lágrimas cayeron inmediatamente, ahora era ella la que no lograba permanecer de pie –
¿Verdad que es impactante? ¡Debe sentirse mal pero…!
¡Ya lo sabía! – La interrumpió la señora María devolviéndole el celular a una Gaby que estaba enormemente sorprendida, ¿Cómo podría saber eso? –
¿Cómo dice? ¿Cómo está eso que ya lo sabía? ¿Por qué no hizo nada…?
¡Sí lo hice señorita! Lo único que una sirvienta podía hacer… ¡Lo hice! – La corrigió algo ofendida ante los reclamos de Gaby que no sabía toda la historia –
¡Disculpe pero…! Es algo muy delicado – Dijo Gaby sintiéndose un poco mal por lo que le había dicho a la señora María –
¡Yo entiendo! Por eso es que todo ha resultado así ¿Dónde encontraste esto? – Preguntó ya un poco más calmada –
En el escritorio de mi tía, hay una gaveta secreta en la parte de abajo a lado derecho… yo… la vi cuando robaba dulces importados – Explicó algo apenada adivinando la pregunta de la señora María sobre ¿Qué hacía en el despacho de su tía? –
¡Está bien! Parece que todo se acomoda por sí solo… es una información valiosa que le haré saber a la señora Sofía Magdalena…
¿Quién? – Preguntó Gaby al escuchar un nombre que no le parecía familiar –
¡Lo entenderá pronto señorita Gaby! Y muchas gracias… no es por nada pero… sus travesuras han impulsado a que la verdad salga a la luz – Dijo con una sonrisa la mamá de ___________ saliendo rápidamente seguro a comunicarse con Sofía Magdalena –
¡Pero me contará todo! ¿Verdad? ¡Me lo explicará! – Le gritó como recordando que no le había dicho nada que le ayudara a entender esa situación –
¡Por supuesto! Todo a su debido tiempo, la historia completa se sabrá – Esas palabras la consolaron un poco, pero no eran suficientes… ¿Y por qué tardaba tanto ___________? Gaby estaba nerviosa y alterada como nunca –
Mientras tanto ____________ regresaba con las compras que le habían encargado, ella caminaba para distraerse un poco, es por eso que tardaba más de la cuenta y como la señora Castillo no sabía la distancia del mercado tampoco sabía cuánto se tardaba, por eso aprovechaba para pasear sin que nadie le gritara.
¿La llevo señorita? – Escuchó que le dijeron al mismo tiempo que le sonaban la bocina de un auto, ella se dio vuelta y ahí estaba… ¡El amor de su vida! –
¡No gracias! – Le dijo secamente a Gianluca dándose la vuelta y siguió su camino a casa sin mayor reparo, él se quedó admirado mucho más… por poco se lo come a besos y casi se le entrega con toda el alma un día antes y ahora no quiere ni dirigirle la palabra –
¡____________! Aún te queda mucho camino por delante… ¡Entra ya al auto mi amor! – Esas palabras le provocaron que su corazón saltara como toro en su pecho, pero ni volteó a verlo, no iba a dejar que se diera cuenta que un simple “mi amor” de su parte la empujaba a querer besarlo sin control –