No sabía que pensar ni que hacer, no quería moverse de ahí sin despedirse de su querido Gianluca, pero no llegaba, no se veía por ningún lado, estaba desesperada.
¡Princesa debemos irnos!...
¡Tía por favor! Unos minutos más – Seguía suplicando _____________ -
¡Disculpe señora pero debe entrar para abordar ahora mismo! – Le dijo una señorita que estaba organizando a las personas –
¡Adiós amiga!
¡Adiós hija!
Se despidieron Gaby y la señora María que ya no podían pasar al área de abordar, ___________ entró llorando, el amor de su vida no había llegado a despedirla.
¡No llores princesa! Él seguramente está por llegar y…
¡Aquí ya no puede entrar él! Y no me ha llamado ni nada… estoy preocupada…
¡_____________! – Escuchó que la llamaban, levantó su rostro y buscó el lugar de donde provenía la voz y vio a Gianluca peleando con el guardia de seguridad porque quería pasar a donde estaba ella –
¡Gianluca! – Gritó ella corriendo hacia él, quién sabe como hizo para atravesar todo el pasillo en un suspiro y saltó por encima del guardia abrazando con fuerza a su novio que por fin había llegado –
¡No llores mi amor! No llores… - Le decía Gianluca rodeándola con su calor y besándole la cabeza –
¿Cómo quieres que no llore? ¡Casi me voy sin verte por última vez, sin despedirme! Por poco me regreso a buscarte – Le decía con la voz entrecortada por el llanto, no lo soltaba ni un poquito –
¡Ya estoy aquí! Y siento la demora pero estaba comprando…
¿Comprando? ¿Qué era tan importante de comprar como para venir tarde a mi despedida Gianluca? – Le dijo soltándolo y mirándolo fijamente algo enojada –
¡Algo muy importante mi vida! – Le dijo con esa sonrisa retorcida que la enamoraba más –
¡No inventes! Nada de lo que me digas me convencerá de…
¡____________! ¿Te casarías conmigo? – Le preguntó de repente arrodillándose frente a ella con una hermosa sortija cuyo diamante tenía forma de corazón, dejándola sin aire, sin habla, sin nada –
¿Cómo? – Dijo tragando saliva y prácticamente todo el aeropuerto estaba viendo la hermosa y conmovedora escena, unos la grababan con su celular, serían famosos –
¡Te vas pero regresarás! Y yo estaré aquí esperándote para cuando salgas por esa puerta en la que ahora entrarás, tú, ____________ Castillo, irás directamente a la iglesia porque ese mismo día me casaré contigo – Las palabras de Gianluca eran tan hermosas, él arrodillado con ese hermoso anillo de compromiso en las manos y sus ojitos que la miraban con amor eran hermosos, ____________ sentía que se moría de felicidad en ese momento –
¡Qué acepte! ¡Qué acepte! – Decían en coro las personas que estaban presenciando ese momento tan bello y tierno, Gaby, la señora María, Sofía Magdalena y hasta Elías estaban llorando de la emoción –
______________ no contestó, sólo se inclinó hacia su novio y lo besó con todo su amor, todos aplaudían en ese momento ya que semejante beso podía interpretarse como un rotundo “sí acepto”.
¡Qué feliz me haces ___________! – Exclamó Gianluca levantándose y colocando el anillo en el dedo de su novia la volvió a besar y la abrazaba –
¡No! Tú me haces feliz a mí – Dijo ______________ sonriendo como nunca, esa promesa de amor le daba consuelo y las fuerzas para soportar esos dos años ya que sabía él la iba a estar esperando –
¡Ése es mi corazón ____________! Te estoy dando no sólo un anillo sino también mi corazón, ¿Lo cuidarías mi amor? – Esas palabras eran poesía pura para ella que lloraba de felicidad –
¡Por supuesto que cuidaré este corazón que me das porque también es el mío! Ahora una mejor pregunta sería… ¿Cuidarías tú de mi corazón Gianluca? Porque aquí se queda contigo – Le dijo con una sonrisa y lágrima incluida –
¡Tú corazón está a salvo conmigo! – La volvió a besar y le indicó que entrara al avión, porque si no se la llevaría de ahí para casarse en ese mismo día sin esperar dos años –