___________ iba toda desconsolada y callada sentada en ese avión que la alejaba del amor de su vida, de su familia que eran la señora María y Gaby pero, también reconocía que necesitaba aprender a manejar todo lo que ahora de repente era de ella, para enorgullecer a su padre que desde el cielo la cuidaba con su mamá, a su tía y a la familia que estaba a punto de conocer.
¿Por qué estás tan callada? – Preguntó Sofía Magdalena tocando su mano suavemente –
¡Sólo pensaba! – Contestó _____________ con una sonrisa forzada y acariciando su anillo de compromiso –
¿En Gianluca? – Preguntó en tono pícaro su tía dejando ver una leve sonrisa en su maduro pero bello rostro –
¡Eh! Bueno… sí más o menos, en todos la verdad…
¡Estoy segura que pensabas en todos pero más en él! ¿Tanto lo amas? – Dijo acariciando su cabello delicadamente –
¿Acaso se me nota mucho? – La pregunta de ______________ hizo reír a Sofía Magdalena cuya carcajada llamó la atención de todos ahí –
¡Casi no! Jajajajaja _______________ querida, pareciera que respiras a través de ese hombre… y créeme que te entiendo, me duele mucho alejarte de quienes amas pero es muy necesario que estudies para llevar bien tus negocios así como tu padre los manejaba – Esas palabras no daban mucho consuelo pero le daba la razón a su tía, ella debía estudiar y prepararse para convertirse en la empresaria que el imperio de su padre necesitaba y que ella y su nueva familia esperaban –
¡Es cierto tía!...
¡Ahh! ¡Cómo me gusta que me digas tía! – Exclamó Sofía Magdalena abrazando a _____________ que aún era tímida pero la confianza que le daban la estaba ayudando a sentirse parte de la familia Castillo –
¡Sí tía! Pero no me vayas a sacar el aire… - Bromeaba ___________ tratando de zafarse de los brazos fuertes de su tía –
¡Prima prepárate! ¡Conocerás al resto de la pandilla! – Dijo Elías colocándose de rodillas en su asiento y volteándose a _____________ y a su mamá que estaban detrás de él –
¿Cómo? ¿No los conoceré en la casa? – Preguntó ella algo asustada, ¿Y si no la querían? –
¡Esa era la idea original pero…! Están tan emocionados por conocerte que nadie les sacó de la cabeza venir al aeropuerto por nosotros – Le dijo Elías volviendo a su asiento y abrochándose el cinturón de seguridad como ordenaba el piloto porque ya habían llegado a su destino e iban a aterrizar –
¿Y si no les caigo bien? – Preguntó _____________ agarrando aire después de todo era su primera vez en un avión y le daba miedo cuando se acordaba –
¡Tonterías! Ellos te amarán, no te preocupes – Le dijo con una sonrisa indicándole que se relajara para soportar el aterrizaje –
El avión llegó y las puertas se abrieron, todos los pasajeros bajaban rápidamente, pasaron a registrarse, a recoger las maletas y ya saliendo del área de llegada a pesar de las muchas personas que estaban ahí presentes… ¡5 destacaban notablemente por su forma de vestir, comportarse y… el ruido que tenían! Además de que todo el mundo sabía… ¡Qué eran unos Castillo!
¿Los ves? – Preguntaba un chico alto, de piel blanca, cabello castaño rojizo, facciones casi perfectas y ojos grandes y claros, con jeans negros y camisa roja acompañada de una bufanda y lentes negros en sus manos buscaban a alguien –
¡Ahí están! ¡Hola tía Sofía! Hola Elías – Gritaba el otro chico más pequeño de iguales rasgos, vestía con jeans azules y camisa verde a cuadros, usaba un gorrito del mismo color de la camisa y eso lo hacía ver adorable –
¡Ahí vienen! – Exclamó Elías con algo de miedo, ¿Por qué tenía miedo? –
¡Elías! – Gritaron todos los chicos abalanzándose sobre él sin dejarlo respirar, todos cayeron hechos bolita y muertos de la risa no les importaba que todo el mundo los estuviera viendo y hasta tomándoles fotos… después de todo eran famosos –
¡Cómo te extrañé! – Le decía el otro chico maravillosamente hermoso, con cabello liso y un poco más largo que los otros dos, con camisa azul, chaleco negro y pantalón café, parecía ser el más extrovertido de todos –
¿Qué me trajiste? – Preguntó el cuarto chico, parecía ser el menor, pero era muy alto como el mayor, de ojos claros, todos tenían el mismo color de ojos, con camisa morada y pantalón de vestir negro, parecía ser el más centrado y serio, pero… sólo por unos segundos –