Capítulo 41.

Parecía un sueño, _____________ se quedó congelada al escuchar esa voz que la saludaba, sus manos le temblaban y no podía ni respirar bien, tenía miedo voltear para ver de quién se trataba y equivocarse… ¡Tenía mucho miedo…! De que no fuera real ese momento.

¿Acaso no me vas a abrazar? – Preguntó de nuevo la visita de ___________, ella al fin se armó de valor y giró para ver con sus propios ojos de quién se trataba y no pudo evitar llorar –

¡Gianluca! – Gritó ella derramando lágrimas por doquier mientras corría a sus brazos, se colgó de su cuello y lo abrazaba como si fueran siglos de no verlo… ¡Aunque para ella así había sido! –

¡Ya mi amor me vas a ahorcar! – Bromeaba Gianluca riéndose, aunque también la abrazaba fuerte… tan fuerte que sus cuerpos parecían uno –

¡Déjame ahorcarte todo lo que quiera! Estos días han sido lo más horrible de mi vida sin ti – Le decía ____________ soltándolo un poco y mirándolo a los ojos para convencerse de que no era un sueño –

¡Lo mismo digo ___________! Yo sin ti no soy nada – Esas palabras las dijo tan suavemente, tan dulce… acarició el cabello de su prometida y sin pensarlo le dio el beso más tierno pero al mismo tiempo lleno de pasión y deseo, parecía que ambos vivían del aire del otro –

¡Cof… cof! – Tosió Máximo acercándose a la escena que se estaba subiendo de tono, sus hermanos y Elías lo seguían –

¡Lo siento! – Dijo algo apenada ___________ separando sus labios de los de Gianluca con un último beso tronado… se les había olvidado que estaban en público –

¡Prima… casi te lo comes! – Le dijo riéndose Isabela y viendo a sus hermanos que reían también –

¡Primos, él es…!

¡Gianluca Ginoble! Tu prometido… ¡Ya sabemos! – Se le adelantó Alexis que no parecía sorprendido con la visita, más bien parecía que lo conocían –

¿Cómo saben? – Preguntó extrañada ____________ que no se separaba ni un momento de Gianluca –

¡Elías nos contó todo! Y… bueno… ¿Quieren comer? – Dijo Sebastián de lo más natural posible –

¡Eres un chambroso Elías! – Le dijo ______________ fingiendo enojo pero no evitaba reírse –

¡Vamos! Todos se enterarían tarde o temprano  - Se justificó Elías cruzando los brazos –

¿Y tus padres que dijeron? ¿Cómo te dejaron…?

¡Oh! Que belleza de mansión, ves hombre, ¡Te dije que así decoráramos la nuestra! Pero no, te la llevas de tacaño...

¡Ah, ya mujer! Cuando regresemos la decoramos así ¿Contenta? – Decían los padres de Gianluca entrando con un sin número de maletas –

¡Fácil! Ellos se vinieron también – Contestó Gianluca las preguntas de ____________ con cara de: “ni modo ellos pagan” –

¡Hola princesa! ¡Por fin tengo el gusto de conocerte! Cuando llegamos al aeropuerto ya te habías ido – Dijo la mamá de Gian abrazándola y besándola –

¡Mucho gusto hermosa! – Exclamó el señor Ginoble abrazándola también, estaban muy felices –

¡El gusto es mío señores Ginoble! – Dijo muy amablemente ______________ cuando de repente…

¿Y a mí, no te da gusto verme?...

¡Mamá! – Gritó como loca ______________ corriendo a abrazar a la señora María que venía entrando con sus maletas también –

¡Hola mi niña! – La abrazaba y besaba muy contenta, lloraba de pura felicidad –

¿Pero cómo…?

¡Asch! Esta maleta es muy grande no quiere entrar por la puerta – Dijo alguien interrumpiendo la pregunta de ____________, a ella ya le dolía la boca de tanto sonreír por la felicidad que sentía –

¡Gaby! – Volvió a gritar corriendo a la entrada donde Gaby tenía atorada una de sus maletas –

¡____________! ¿Qué dijiste que te ibas a librar de mí? ¡Pues no! – Le decía mientras saltaban de felicidad las dos agarradas de las manos –

¡No lo puedo creer! ¡Todos están aquí! – Exclamaba ____________ limpiando sus lágrimas cada 5 segundos –