¿Golpes de suerte o...?

Al llegar al estacionamiento nos bajamos del carro;  Nick y yo caminamos hacia la entrada delantera, pues nos gusta que nos vean ¿qué? Lo bueno se hace ver, y nosotros estamos muy buenos; sabemos nuestro potencial con las chicas. Somos unos de los chicos más sexys y bellos de la escuela, claro, un morenazo hermoso como yo y un chico blanco, alto, cabello rubio, con buen cuerpo y ojos verdes como Nicholas, desarman a las chicas. Puedo oír los suspiros de las chicas por los pasillos, todas expectantes por ver a quien vamos a elegir para llevar a la fiesta de Michael hoy. Somos machos alfa aquí.

¿Esto qué es? ¿Acaso un film de animal planet? como para hablar como si fuera una selva. Suerte que aún no te reproduces.

Michael es el capitán del equipo de fútbol y un gran amigo para nosotros; nuestro comienzo de amistad fue algo extraño pero sirvió como para volvernos grandes amigos, es el que hace las mejores fiestas y es otro que atrapa chicas por montón. Seguimos caminando hasta llegar a nuestros casilleros, los cuales están juntos; luego de sacar los libros correspondientes siento unas delgadas y delicadas manos en mis ojos junto con un olor a una colonia fuerte y por obviedad cara, y ya sé quién es…Caroline.

Tomo sus manos y las aparto de mi cara y  me vuelvo hacia ella; en realidad es bastante guapa, pelirroja, ojos verdes y con un cuerpo de escándalo, y si a eso le añadimos que es una de las chicas más populares y la líder de animadoras de la escuela. Umm creo que voy a aprovechar este momento, ya no tendré que buscarla.

—Hola Tony. -me dice con esa sonrisa coqueta que la caracteriza, parece que cada vez que dice mi nombre dijera “fóllame”— ¿Cómo has estado? —y cada vez que me pregunta eso, dijera “¿tendremos sexo hoy?” le brindo mi mejor sonrisa y cuando veo que me hace ojitos, sé que la tengo en la palma de mi mano. Ya saben, potencial.

—Hola preciosa, yo muy bien. —le lanzo una mirada disimulada a Nick para que se largue, la capta y se va sonriendo— Y ¿qué tal tú linda? —le devuelvo la pregunta.

—Bien, pero ahora que te veo a ti… —dice acariciándome el brazo— Todo se pone mucho mejor. —le devuelvo una sonrisa.

Hora de desplegar tus mejores dotes Mctravis.

—Claro lindura, todo se puede mejorar, además hoy te ves más ardiente de lo normal, tu cabello rizado te queda excelente. —la tomo de la cintura y la acerco a mí, ella sonríe un poco tímida y se enreda un mechón de su cabello en su índice.

—Algo de eso oí, pero ¿en qué contexto hablamos? —dice mientras se muerde el labio.

Cristo, esta chica está ansiosa porque le arranques la ropa y le des duro contra el muro.

—¿Qué te parece si vas conmigo a la fiesta en casa de Michael? —hora me brinda una gran sonrisa.

—Eso me parece estupendo, ¿a qué hora pasas por mí?

—A las ocho te espero. —le doy una última mirada y cuando se va a lanzar para besarme, justo en ese momento suena la campana, aprovecho para soltarla y salir corriendo hacia la clase de química. Dejándola con ganas, así es más emocionante.

Cuando entro al salón, oigo como las chicas suspiran por mí y me miran como si fuera un dios, en realidad es un poco divertido ver cómo todas se desviven por agradarme aun si dejan por el suelo su dignidad, lo cual es un poco vergonzoso. Aunque a veces me causan pena ajena por ello. No deberían desvalorizarse tanto, la mayoría son hermosas pero vacías, sólo una cara bonita lo cual no sirve de nada.

Me siento en mi lugar al lado de los otros chicos del equipo de baloncesto y fútbol, somos los equipos titulares del instituto y por ser de último año somos los más importantes; como este año salimos nos toca hacer las pruebas para añadir a los nuevos participantes, la cuales son más fuertes y estrictas este año, porque nosotros nos hemos encargado de que el colegio quede como primero muchas veces gracias a nuestros duros entrenamientos y darlo todo en un partido. En ese momento llega el profesor y me saca de mis pensamientos comenzando a dictar su clase.

[...]

El día pasó normal y ya es la hora de hacer las pruebas para el equipo de baloncesto, hay muchos chicos, pero sólo unos pocos lograrán entrar ya que para estar en el equipo hay que cumplir con muchos requisitos y el entrenador Schäfer es muy exigente, por eso las pruebas van a ser primero de velocidad y resistencia en el campo de fútbol y luego de puntería y agilidad en la cancha de baloncesto. Veo desde lejos que Nicholas me hace señas para que vaya junto a él a ver las pruebas para saber a quienes admitiremos en el equipo.

—Jóvenes fórmense ahora, todos los que quieran entrar en el equipo y vayan a hacer las pruebas. -grita el entrenador Schäfer luego de sonar el silbato— ¡Mctravis, su majestad! ¿Qué espera? ¿Que lo traiga cargado en el trono? Rápido vaya con el señor Hoffman a comprobar la lista. —hago una mueca de fastidio al oírlo pero voy con Nick, pues debo mirar los nombres y buscar entre todos los que jueguen mejor y postulados el reemplazo para mi puesto de capitán. Además me imagino que no quieres ganarte una sanción antes del inicio de temporada.

—Los resultados de las pruebas para el equipo de baloncesto serán publicados en una semana, los admitidos deberán entrenar junto con los del equipo de este año para prepararse como suplentes por si algún jugador se lesiona. Dicho esto, pueden irse y los veré la próxima semana. —termina de hablar el entrenador luego de terminar las pruebas y Nick y yo salimos hacia los camerinos a cambiarnos, para ir a la cafetería por algo de comer, ya que las pruebas se hicieron a la hora del almuerzo y estamos muertos de hambre.

—Eh Mctravis, Hoffman ¿irán a la fiesta en mi casa? —al voltearnos vemos a un chico alto, cabello rizado rojo, ojos azules que tiene la camiseta del equipo de fútbol y se aproxima a nosotros.

—Hey, hola Michael. —responde Nicholas con un saludo de puño igual que yo.