Cuando abrí los ojos estaba en una cama de hospital. Me dolía
la cabeza y la cara pero mi mente se relajó al ver quien estaba junto
a mí.
—Por fin te despiertas—dijo Nicholas besando mi mano que
tenía cogida entre las suyas.
—¿Qué ha ocurrido?—dije sin recordar cómo había llegado
hasta allí.
—Te desmayaste—me explicó fijando sus ojos claros y
preocupados en los míos—Los médicos dijeron que estabas
agotada psicológicamente. Te suministraron unas pastillas para que
durmieras... Tú mente estaba agotada.
Asentí asimilando todo aquello. Recordé todo lo ocurrido, el
secuestro, los golpes que me habían dado, tanto mi padre como
Ronnie, el momento cuando creí que mi padre me dispararía,
cuando calló sangrando al suelo...
—¿Qué le ha pasado?—pregunté un momento después.
Nicholas entendió al instante lo que le estaba preguntando.
Me observó indeciso pero finalmente habló.
—No lo ha conseguido Noah... la bala le perforó el corazón, ni
siquiera llegó al hospital.
Fue muy extraño y a lo mejor algo no funcionaba bien dentro de
mí, ya que no sentí absolutamente nada... salvo alivio, un alivio
infinito que me quitó una presión del pecho, una presión que llevaba
sufriendo más de diez años.
—Todo se ha terminado—dijo Nick levantándose de la silla que
había junto a mi cama y cogiéndome el rostro entre sus manos.—Ya
nadie podrá hacerte daño... yo voy a cuidar de ti, Noah.
Sentí que mis ojos se humedecían.
—Nunca pensé que las cosas fueran a acabar así... ni que ahora
pudiese darle las gracias al destino por haber juntado a nuestros
padres... Hace dos meses todo lo que tú representabas significaba
un infierno para mí y ahora...—dije incorporándome y arrodillándome
en la cama. Le cogí el rostro entre mis manos mientras él bajaba
con cuidado sus manos por mi cintura—Te quiero Nick... te quiero
con locura.
Sus labios besaron los míos un momento después, con cuidado
pero con todo el amor que yo sabía había surgido entre los dos. Ese
tipo de amor que solo pasa una vez en la vida, ese tipo de amor que
toca nuestro corazón y siempre se queda con nosotros, ese amor
que comparamos con todo, que buscamos, que incluso odiamos...
pero ese amor que nos hace estar vivos, que nos hace necesarios y
que nos convierte en lo único sin lo que otra persona es incapaz de
vivir... Y yo acababa de encontrarlo.