Culpa tuya

Capítulo 33

NOAH 
Cuando me levanté a la mañana siguiente lo primero que hice fue darme 
una ducha. Estaba asquerosa después de lo de anoche y no me sentí 
persona hasta que no estuve limpia y pude quitarme el maquillaje 
corrido de la cara y lavarme los dientes. 
Para lo tarde que habíamos llegado me levanté bastante temprano y por 
eso aproveché para entrar a hurtadillas al cuarto de Nick. Después de 
la pelea de ayer, la ruptura de Jenna y Lion y todo lo que nos habíamos 
dicho sentía un vació en mi pecho que sabía solo una persona era capaz 
de llenar. 
Como siempre, el cuarto estaba totalmente a oscuras, pero no le di 
mucha importancia y después de cerrar la puerta me metí en la cama de 
Nick con cuidado de no despertarle. 
Levanté la colcha con la que se cubría y le rodee el cuerpo con mis 
brazos, apoyando mi cabeza en su pecho. 
Automáticamente, o instintivamente, no lo sé, sus brazos me 
envolvieron. 
-Humf-dijo sobre mi oído mientras giraba sobre sí mismo arrastrándome 
con él y dejándome sobre su cuerpo semidesnudo. 
Le sentí caliente bajo mi cuerpo y también duro y exquisitamente 
desnudo, aparte de los bóxers. Mi mano empezó a recorrer 
distraídamente sus músculos... sus pectorales mientras que mi nariz 
olisqueaba la piel de su cuello. 
Teniéndolo conmigo, dormido y en calma, era como más me gustaba, no 
había mayor paz para mi mente que cuando estábamos así. Era capaz 
de olvidar todo lo malo, toda la angustia, todas las cosas que sabía 
seguían ahí, sin resolver; era capaz de dejar todo de lado, es más, todos 
los problemas desaparecían cuando sentía el latir de su corazón 
aumentar bajo el roce de mi piel. 
Tenía muchas ganas de hacer algo en particular y el miedo a ser 
descubierta por mi madre solo le añadió emoción al asunto. 
-Nick-dije junto a su oreja en voz bajita-despierta. 
No abrió los ojos, simplemente gruño. Sonreí divertida.

Mi lengua empezó a recorrer su mandíbula de forma suave y seductora. 
Qué bien sabía. 
-Nick-susurré otra vez mientras mi mano bajaba por su pecho y se 
detenía ligeramente sobre el bello oscuro que subía hasta su ombligo. - 
Hazme el amor. 
-Hoy no-refunfuño un poco más despierto. 
Aproveché e hice el amago de meter mi mano bajos sus calzoncillos. Se 
movió tan rápido que era imposible que hubiese estado medio dormido. 
Sus dedos retuvieron los míos y los apretaron con fuerza. 
-Quieta. 
Suspire frustrada y aproveché que tenía libre acceso a su cuello para 
poder darle calientes besitos desde la mandíbula hasta su oreja. 
Sentí como se estremecía bajo mi cuerpo y moví mis caderas 
ligeramente, incitándolo y esperando que me respondiera. 
-Estoy molido, pecas, si quieres algo vas a tener que esforzarte más. 
Se estaba divirtiendo con esto, normalmente era él el que venía detrás 
de mí y esto solo conseguía subirle aún más sus aires de superioridad. 
Elevé las cejas, deteniéndome al instante. 
-Tendré que buscarme a otro. 
Hice el amago de separarme pero su cuerpo se movió tan rápido que 
apenas pude levantarme. Se colocó encima de mí y apretó su erección 
matutina contra mis pantaloncitos blancos de pijama. 
Respiré con cuidado, intentando controlar lo mucho que me gustaba la 
sensación de sentirlo contra mí. 
Su cabeza se hundió entre mis pechos con cuidado, mientras que su 
mano se colaba por debajo de mi camiseta de tirantes. 
-Apenas hemos dormido, pecas-dijo sobándome un pecho mientras que 
su boca subía por mi cuello- ¿A qué viene este asalto por la mañana? 
No tenía ni idea, pero solo sabía que le necesitaba conmigo, más 
específicamente dentro de mí. Ayer había estado bien lo que había hecho 
con sus dedos pero no había sido suficiente. Me notaba tensa, ansiosa, y 
muy nerviosa por todo lo ocurrido. 
-Eres mío y estoy haciendo uso de tu deber como novio, así que deja de 
hablar-dije moviendo las caderas hacia arriba y suspirando 
entrecortadamente igual que él.

-Puedes hacer uso de mi deber como novio cuando quieras; ahora estate 
quieta-dijo inmovilizándome sobre la cama. 
Dios, su cuerpo era tan grande y pesado, le sentía en todas partes. -Eres 
consciente de que nos pueden pillar ¿no? 
Mis piernas le rodearon la cintura y le empujaron contra mí. 
- ¿Desde cuándo te ha importado?-le contesté molesta. 
Sonrió en la penumbra y su mano bajó deprisa hasta alcanzar mis 
pantalones. Con su otra mano me levantó por el trasero y con la otra 
tiró de mis pantalones y mi ropa interior hacia abajo. 
- ¿Crees que ya me merezco estar dentro de ti? ¿Significa que me has 
perdonado por lo de ayer? 
Con la ayuda de mis talones tiré de su bóxer hacia abajo y sentí su 
erección contra mi estómago. 
-Te perdonare dependiendo de cóm— Me penetró tan rápido que un gritó 
salió de mi garganta. 
-Ahora cierra la boquita esa que tienes porque no me apetece que tu 
madre nos oiga-dijo mientras empezó a moverse, pero no lo hizo 
despacio, no, sino rápido, rápido y fuerte. Mis manos se sujetaron a las 
sábanas y mi boca se abrió sin poder evitar soltar otro grito. 
La mano de Nick voló hasta mis labios, mitigando los ruidos que era 
incapaz de no hacer. No me reconocía a mí misma pero esa mañana 
necesitaba tanto de su contacto que me importaba absolutamente nada 
que mi madre pudiese oírnos o que hacía apenas unas horas nos 
estuviésemos gritando. 
-Dios...-dije pero mi voz quedó amortiguada por la mano de Nick. 
En una de sus embestidas una parte de mí fue consciente de un ruido al 
otro lado de la puerta. 
Nick se detuvo casi de inmediato y un segundo después la puerta se 
abrió iluminando apenas la habitación. Nicholas se dejó caer sobre mí 
casi con todo su peso mientras que su mano me cubría la boca apenas 
dejándome lugar para respirar. Le sentía latiendo en mi interior, clavado 
en mí y casi me muero de placer en ese instante. 
- ¿Nicholas?-preguntó la voz de mi madre en la penumbra. 
Dios...mierda.



#4830 en Novela romántica

En el texto hay: romance, amor, culpamia

Editado: 03.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.