NOAH
Abrí los ojos a eso de las cinco de la madrugada. Ni siquiera podía
recordar cuando me había quedado dormida... o inconsciente, y mucho
menos recordaba cómo había llegado hasta aquí. Miré a mi alrededor y
vi que el lado derecho de la cama estaba arrugado pero sin deshacer y
entonces recordé absolutamente todo.
Charlie, su casa, el tequila, luego Michael... y finalmente Nick. Dios,
Nick había conocido a Michael.
Me incorporé y me pasé la mano por la cara. Me encontraba fatal, Dios,
solo a mí se me ocurría intentar seguirle el ritmo a Charlie. Ni siquiera
había querido emborracharme, pero estaba tan agobiada por todo, tan
triste, asustada y enfadada que no fui capaz de decirle que no, y ahora
ahí estaba, con un dolor de cabeza de mil demonios y el vacío de saber
que Nick había estado aquí conmigo y me había visto así.
«No me voy a ir a ninguna parte»
¿Eso había dicho o lo había soñado? De todas formas me hervía la
sangre solo de pensarlo, prefería estar furiosa a planteármelo de
verdad; aquello me aterrorizaba, porque si era una oportunidad tan
importante, ¿cómo iba a ser tan mala para obligarlo a rechazarla?
No quería entrar ahí, todavía no, prefería seguir enfadada, eso lo
manejaba mejor.
Saqué los pies de la cama y me fijé que me había quitado la ropa y me
había pasado una camiseta por la cabeza, una camiseta suya, la que
normalmente usaba para irme a dormir porque olía a él y me hacía
sentir bien, sobre todo en las noches de pesadillas.
A lo mejor estaba fuera, en el sofá, o a lo mejor se había encontrado con
Briar y estaban charlando de madrugada, aunque lo dudaba.
Antes de levantarme algo captó mi atención: Nick me había dejado una
nota en la mesilla de noche.
La cogí y nerviosa la empecé a leer.
«Voy a darte más tiempo; si eso es lo que necesitas, si eso es lo que
tengo que hacer para que te des cuenta de que te quiero a ti y solo a ti,
eso es lo que haré. Ya no se qué hacer para que me creas, para que veas
que quiero cuidarte, y protegerte para siempre; No voy a irme a ninguna parte, Noah, mi vida y mi futuro son contigo, mi felicidad
depende exclusivamente de ti.
Deja de tener miedo; yo siempre voy a ser tu luz en la oscuridad, amor»
Se me encogió el corazón al leer sus palabras, y me sentí aún más
culpable por lo que le estaba haciendo pasar. Nick iba a renunciar a un
trabajo único por mí...
Dejé la nota bajo mi almohada y salí de mi habitación. El salón estaba
en penumbra y yo necesitaba darme una ducha tanto como comer algo
grasiento que me limpiara los restos de alcohol de mi estómago. Me
metí bajo el agua caliente y mi cuerpo y mi mente fueron despejándose
de la neblina causada por el alcohol.
Michael me había visto en ese estado, ahora iba a tener que escuchar
una buena bronca en su consulta y más si había conocido a Nick y su
forma violenta de dirigirse a cualquier hombre que osara ponerme las
manos encima.
Salí del baño envuelta en una toalla y con el pelo choreando.
Saqué de la nevera los ingredientes para hacerme un sandwich y me
senté en el sofá a comer y pensar.
Estaba hecha un completo lío, esa era la verdad. Tenía miedo de que si
Nick se quedaba, en el futuro terminara echándome en cara haber
desperdiciado esa oportunidad.
Las palabras de Sophia seguían retumbando en mi cabeza, «deberías
apoyarlo en esto, Noah», Dios, ¿por que se metía, porque hablaba como
si él le importase? ¿por que Nick la tenía a ella al tanto de esto y a mí
no?
Odiaba a Sophia, la odiaba de verdad, sabía que lo hacía por razones
infundadas pero eran los celos los que hablaban, los celos de ver a
alguien que era perfecta para él y luego mirarme a mí y saber que yo
era lo opuesto a ser perfecta.
No sé cuánto tiempo estuve ahí sentada en el sofá pero me debí de
quedar dormida porque cuando la luz que entraba por las ventanas me
despertó, me di cuenta de que no estaba sola.
Dos pares de ojos me devolvieron la mirada cuando me incorporé con
cuidado en el sofá. Briar estaba sentada con una taza de café en las
manos y un tío sin camisa a su lado.
Los ojos del tío me observaban entre divertidos y curiosos y al bajar la
mirada a mi cuerpo vi que la toalla se me había subido por los muslos,
dejándome prácticamente expuesta delante de ellos dos.
-Buenos días, exhibicionista-dijo Briar con una sonrisa extraña. Me
arregle la toalla deprisa, tapando mi cuerpo y me incorporé de un salto.
-Me debo de haber quedado dormida...-dije frunciendo el ceño al ver que
el tío ese no dejaba de mirarme-voy a vestirme.
Cuando salí de mi habitación media hora después, sobre todo al
escuchar la puerta cerrarse de nuestro apartamento, vi que Briar
sostenía un sobre blanco en sus manos de porcelana.
-Tienes correo.
Me acerqué a ella, sentándome en un taburete y cogí el sobre que tenía
mi nombre. Lo leí deprisa y caí en que me había olvidado totalmente de
este asunto. Era la invitación para el x aniversario de Leister
Enterprises.
-Mierda.
Briar cogió el sobre de mis manos y lo leyó en un santiamén.
- ¿Esta es la gala que llevan hablando algunos medios desde hace casi
un mes?
No tenía ni idea de eso pero asentí de todas formas. Esta era la dichosa
fiesta en donde Nick y yo teníamos que actuar como simples hermanos
que se quieren y se respetan. Joder, este era el peor momento para ir a
un evento de este tipo y más si estábamos peleados.
- ¿¡Noah sabes la de gente importantísima que irá a esta gala!?
-La verdad es que me trae sin cuidado-dije levantándome de la silla y
sirviéndome una taza de café-No puede ser en peor momento.
Briar me observó con un brillo extraño en la mirada.
-Aquí dice que puedes llevar acompañante, pero si no me equivoco,
ahora mismo no te hablas con tu novio ¿no?
Más o menos, era más complicado que eso, pero se me había olvidado lo
del acompañante. Nick me había dicho que íbamos a ir solos, asique
supongo que iba a tener que tragarme la dichosa fiesta en compañía de
un novio con el que estaba cabreada, unos padres con los que apenas
me hablaba y gente que no había visto en mi vida.
-La verdad es que no sé en qué punto estamos, pero no, no voy a ir con
él...-apoyé la cabeza en mis manos y cerré los ojos con fuerza. La fiesta
era ese fin de semana y algo me decía que no iba a poder solucionar las
cosas con Nick para entonces.